México D.F. Jueves 1 de julio de 2004
La omisión del pasado indígena es "una muestra de racismo", aseguran maestros
Exigen especialistas y legisladores dar marcha atrás a proyecto de secundaria
RAUL LLANOS Y GABRIELA ROMERO
Investigadores, académicos y diputados locales manifestaron ayer su rechazo a la reforma educativa en el nivel secundaria, como lo pretende la Secretaría de Educación Pública (SEP), y exigieron que se dé marcha atrás a esa "pretensión foxista", pues nunca fueron consultados los que directamente están dentro del proceso de enseñanza-aprendizaje.
Durante el foro de análisis de esa reforma, organizado por la Comisión de Educación de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), se invitó a especialistas en aquellas materias que pretenden ser reducidas o eliminadas de los programas de secundaria.
El maestro Alejandro Miguel Méndez, especialista en la materia de español, señaló: "es discutible que la actual escuela secundaria sea enciclopédica -como aseguran las autoridades de la SEP-, ya que si realmente lo fuera, Vicente Fox no sería Presidente ni ciego privatizador de cuanto encuentra a su paso".
Mencionó que con las modificaciones que se proponen, "el maestro de español se reduce a consejero sentimental y a monitor, venerable figura lancasteriana importada de Inglaterra a México en 1822". Agregó que también se advierte un relativismo gramatical, "que suprime las normas generales de la lengua, camino llano para decir financía o transquilar, como cualquier presidente".
Añadió que el Presidente "y su secretario de Educación Pública no sólo vapulean la gramática sino que violan varios artículos de la Constitución y de la Ley General de Educación, que establecen la transmisión y crecimiento de la cultura como finalidad de la enseñanza. (Entonces) Fox sí puede ser desaforado si asesta su proyecto a México".
María Luisa Rubio y Arturo Valdovinos, jefes de clase de historia, criticaron el que nunca se haya hecho un balance de los programas vigentes y sólo se obedeció a un criterio de arbitrariedad. Por ello se pronunciaron por mantener vigente el plan y programa de esta materia que data de 1993, además de que se siga impartiendo la clase de historia en los tres grados de educación secundaria, en módulos de 50 minutos, tres horas semanales en cada uno de ellos.
También un grupo de maestros de la materia de geografía, entre ellos Manuel Martínez Salazar y Adriana Vargas López, entregaron un documento en el que afirman que para esos cambios en secundaria nunca se tomó en cuenta la participación de los profesores en activo ni se midió el impacto que puede tener en los alumnos.
Señalan en su texto que se pretende eliminar la enseñanza de la geografía de México sin ninguna razón pedagógica, y con ella los contenidos relativos a nuestro país, como ubicación geográfica, división política, morfología del territorio nacional, entre otros temas, reduciendo su enseñanza a meros ejemplos o referencias a la nación cuando se aborden algunos temas genéricos, esgrimiendo como justificación para su eliminación el que ese conocimiento se impartió en cuarto año de primaria.
Jesús Nieto, maestro normalista, indicó que el conocimiento y comprensión del pasado permite a los alumnos entender el presente, por lo que si se mutila el pasado (reduciendo la materia de historia) también la comprensión del presente será mutilada.
Aunado a ello, dijo, "la omisión del pasado indígena es una muestra de racismo y un insulto para la población mexicana, pero principalmente para los 10 millones de indígenas que habitan nuestro país (...) Se quiere dar el mensaje de que los pueblos indios no sólo sobran en las clases de historia sino en el propio país".
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