México D.F. Domingo 4 de julio de 2004
"¡Asesino!, ¡desgraciado!", le gritaban
al ex dictador
En la capital chilena, increpan transeúntes
a Augusto Pinochet
AFP Y DPA
Santiago, 3 de julio. Gran alboroto y repudio causó
la presencia del ex dictador chileno Augusto Pinochet en el centro de Santiago,
cuando concurría fuertemente custodiado por agentes policiacos a
una librería cercana al Palacio de la Moneda.
"¡Desgraciado!, ¡asesino!", fueron algunos
de los gritos que le lanzaron grupos de transeúntes que lo increparon,
mientras simpatizantes aplaudían su presencia, de acuerdo con imágenes
que captó la Televisión Nacional (TVN) la noche del viernes.
Más
de una docena de guardaespaldas trataron de evitar las grabaciones durante
el recorrido que hizo por las calles de San Diego y Alfonso Ovalle, adonde
llegó para comprar algunos textos. El propietario de una librería,
Juan Saade, le regaló una Historia universal de cuatro tomos
y una colección de diarios chilenos.
Una vez que el ex gobernante de facto logró
ser subido a un automóvil Mercedes Benz, se le vio con el rostro
ligeramente hinchado y con una tímida sonrisa.
Pero el desorden que causó su presencia hizo extremar
las precauciones del dispositivo de seguridad desplegado por sus guardias
personales y por policías uniformados que llegaron a calmar los
ánimos entre curiosos, divididos para entonces ya en un bando a
favor y otro en su contra.
Pinochet, de 88 años de edad, fue desaforado de
manera sorpresiva el pasado 28 de mayo por la Corte de Apelaciones por
su presunta responsabilidad en la llamada Operación Cóndor,
plan aplicado por las dictaduras sudamericanas durante los años
70 para intercambiar presos políticos y eliminarlos físicamente.
El pleno de la Corte aprobó el pedido de desafuero
por 14 votos en favor y nueve en contra, con el propósito de que
el ex dictador enfrente un juicio si así lo ratifica la Corte Suprema
de Justicia en semanas próximas, una vez que estudie la apelación
que anunció en su oportunidad la defensa de Pinochet.
De acuerdo con el paraguayo Martín Almada, quien
descubrió en 1992 en un cuartel policiaco de Asunción las
evidencias de la Operación Cóndor, Augusto Pinochet
debe ser juzgado por tribunales internacionales, y subrayó que Chile
"tiene la oportunidad histórica de hacerlo".
Destacó que los antecedentes que recabó
sobre los "archivos del terror" de la dictadura de Paraguay evidencian
que la idea de la Operación Cóndor fue de Pinochet
y del jefe de la entonces temida Dirección Nacional de Inteligencia,
Manuel Contreras.
En un foro sobre derechos humanos en Santiago, Almada
manifestó que el operativo extrafronteras, en el que participaron
las dictaduras de Chile, Argentina, Brasil, Bolivia, Uruguay y Paraguay,
arrojó como resultado unas 100 mil víctimas, por lo que Pinochet
debe ser juzgado en Chile o lo harán los tribunales internacionales.
El abogado paraguayo recordó que tribunales de
Alemania, España, Francia, Italia y Suiza investigan los crímenes
durante la Operación Cóndor.
|