Hay voluntad política pero existen dificultades técnicas

Difícil, el ingreso de México al Mercado Común del Sur

STELLA CALLONI CORRESPONSAL

Buenos Aires, 7 de julio. Con fuertes expectativas por diversos temas pendientes y con la presencia de ocho presidentes comienza en Puerto Iguazú, Misiones, la cumbre del Mercado Común del Sur (Mercosur), en el contexto de diversos conflictos internos que sacuden a los gobiernos de la región. Simbólicamente la reunión se realiza en la ciudad argentina de la triple frontera, que une a este país con Brasil y Paraguay y bajo la inquietante mirada de Estados Unidos, que tiene marcada esa zona en su mapa de militarización y control regional.

El presidente Néstor Kirchner viajó hoy a Puerto Iguazú, donde esta noche comenzarán una serie de reuniones bilaterales con sus homólogos de México, Venezuela, Chile y Brasil, entre otros.

En todos los casos hay temas pendientes difíciles. En horas recientes el ministro de Economía, Roberto Lavagna, anunció una serie de restricciones a las importaciones brasileñas en un intento por equilibrar el intercambio comercial con el país vecino, según se explicó.

Se descarta que vaya a haber una reunión de Kirchner con su par brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, para establecer un consenso ante las nuevas situaciones, porque ambos han actuado en forma conjunta en acciones de envergadura como la firma del llamado Consenso de Buenos Aires en 2003, que fue visto en su momento como la respuesta latinoamericana al consenso de Washington.

Dentro de la situación interna, la cumbre podría significar un rencuentro de Kirchner con el ex presidente Eduardo Duhalde, titular del recientemente creado Comité Permanente de Miembros del bloque, después de atravesar unas semanas de conflictos entre ambos por distintas posiciones frente a problemas sociales y políticos.

De acuerdo con el informe de la cancillería, el presidente mantendrá también reuniones bilaterales con sus pares de México,Vicente Fox; de Chile, Ricardo Lagos, y de Venezuela, Hugo Chávez, quien se encuentra a poco más de un mes de enfrentar el proceso de plebiscito revocatorio en su país, con indicios de contar con la mayoría en las encuestas.

Durante semanas el tema de la posibilidad del ingreso de México al bloque de integración fue analizado en los países del Mercosur, y si bien existe la voluntad política positiva de la región hay dificultades técnicas.

México se preparó para solicitar el ingreso como Estado asociado al bloque. En este sentido se analiza que favorece a ese país el hecho de que pertenezca a la Asociación Latinoamericana de Integración y Desarrollo (Aladi), tan importante para la instalación el Mercosur. Pero faltaría un acuerdo de libre comercio de México con el bloque de integración sudamericano, según se planteó en estos días.

Los medios locales han dado una fuerte cobertura al desafío de integrar a México como reclama el gobierno del presidente Fox. Pero siempre ha sido compleja la temática, porque en ocasiones anteriores debido al Tratado de Libre Comercio de México con Estados Unidos y Canadá, que entró en vigencia en 1994, han existido los temores explicados en fuentes diplomáticas sureñas de que esto pueda significar algo así como un "caballo de Troya" para el Mercosur.

En el caso de la reunión bilateral de Kirchner con Ricardo Lagos, podrían limarse definitivamente las asperezas por la situación creada cuando ante la grave crisis energética se restringió la exportación de gas desde Argentina a Chile, lo que provocó varias tormentas diplomáticas. Esta reunión entre ambos mandatarios está pendiente desde la realizada en Guadalajara, México, a finales de mayo, adonde no pudo asistir Kirchner por estar enfermo.

Este es un momento clave para el Mercosur, cuyos miembros están dispuestos a avanzar con fuerza y a cuidar lo alcanzado.