México D.F. Jueves 8 de julio de 2004
Ataca la resistencia en una de las calles más
concurridas de Bagdad; tres muertos
Iyad Allawi pavimenta el camino hacia la ley marcial
en Irak
En poder de los insurgentes, amplias zonas del país
y al menos cuatro de las grandes ciudades
Fallujah y Ramadi, prácticamente repúblicas
autónomas; cientos de pistoleros controlan Samarra
ROBRT FISK THE INDEPENDENT
Bagdad, 7 de julio. Diecisiete meses después
de la invasión angloestadunidense con la que el presidente George
W. Bush prometió llevar la democracia a Irak, el primer ministro
aprobado por Washington, Iyad Allawi, introdujo hoy una legislación
que permite a las autoridades iraquíes imponer la ley marcial, el
toque de queda, prohibir manifestaciones, restringir la libertad de movimiento,
intervenir teléfonos, abrir correspondencia ajena y congelar cuentas
bancarias.
Líderes militares podrán ser nombrados para
gobernar ciertas partes de la nación. También es probable
la reinstalación de la pena de muerte adoptada por Saddam Hussein.
Con todo esto, Irak ya empieza a verse como un país ára-be
cualquiera.
Pero
la insurgencia, la cual se supone que estas leyes deben de-rrotar, estalló
hoy en el centro de Bagdad, justo cuando se anunciaba la nueva legislación.
Increíblemente, un combate se destacó en la ca-lle Haifa,
una de las más concurridas y aledaña al río Tigris.
Pistoleros atacaron a la policía y tropas iraquíes.
Las balas silbaron a lo largo del río y al menos tres soldados,
que se cree son todos iraquíes, murieron cerca de la ribera.
Este miércoles la violencia en la capital fue imposible
de evadir. Comenzó con una serie de ataques con mortero en la zona
amurallada, donde los funcionarios gubernamentales viven bajo protección
de estadunidenses.
Uno de los morteros cayó cerca de la residencia
de Allawi, y otro estalló junto a una clínica cercana a la
sede de su partido. Las explosiones hicieron eco en toda la ciudad.
Una bomba en el interior de una camioneta, retacada de
metralla y granadas, fue hallada esta mañana en los cuarteles centrales
del go-bierno interino, y desactivada.
Hoy, mientras conducía a las 11 de la mañana
por Bagdad, vi otra tremenda explosión que arrojaba humo y desechos
al aire cerca de un convoy estadunidense.
Las tropas de Washington ce-rraron todos los puentes de
carretera cerca de la zona en un desesperado intento de proteger su largo
convoy de camiones cargados de aprovisionamiento, que venía del
este a la capital.
Muchos iraquíes recibieron en principio con beneplácito
las nuevas leyes. La seguridad, o más bien su ausencia, ha sido
su mayor preocupación desde que el ejército es-tadunidense
permitió que miles de saqueadores desvalijaran Bagdad tras la invasión
del año pasado.
De cualquier forma, ellos padecieron draconianas leyes
de "seguridad" durante las dos décadas del gobierno de Saddam.
Pero la nueva legislación puede haber llegado demasiado
tarde pa-ra salvar al "nuevo" Irak de Ayad. Porque amplias zonas del país,
incluidas al menos cuatro de las más grandes ciudades, están
ya en manos de los insurgentes.
Se cree que cientos de pistoleros están controlando
la ciudad de Samarra -al norte de Bagdad-, Fa-llujah y Ramadi, donde otros
cuatro marines estadunidenses fueron muertos el martes; son ya prácticamente
repúblicas autónomas.
Bakhityar Amin, nuevo "ministro de Justicia y Derechos
Humanos" de Irak (en lo que es una combinación de cargos que no
existen en otro lugar del mundo) fue elegido para anunciar la nueva legislación
de ley marcial.
"Las vidas del pueblo iraquí pe-ligran debido a
fuerzas del mal, a pandillas y terroristas -señaló-. Somos
conscientes de que esta ley restringe algunas libertades, pero a cambio
hay numerosas garantías. Hemos tratado de garantizar la justicia
y los derechos humanos".
Agregó que la legislación era necesaria
para combatir a insurgentes que "estaban impidiendo que los empleados del
gobierno asistieran a sus lugares de trabajo y que funcionarios extranjeros
ingresaran al país para ayudar a la re-construcción del país,
y para descarrilar las elecciones generales".
Ahí está, desde luego, la contradicción.
La ley marcial está siendo impuesta por un gobierno no elegido,
en interés de la "democracia".
Y si es cierto lo que muchos iraquíes piensan,
que es la vasta presencia de tropas estadunidenses lo que está detrás
de la violencia, el apoyo que el ejército de Estados Unidos da a
la ley seguramente enardecerá a la insurgencia.
El lunes anterior, por ejemplo, el gobierno de Allawi
admitió que ha proveído de "inteligencia" a la fuerza aérea
estadunidense, poco antes de que un avión bombardeara una casa en
Fallujah y matara a 15 personas.
Como de costumbre, los estadunidenses afirmaron que los
muertos eran "terroristas". La ma-yor parte de los cuerpos estaban hecho
pedazos, pero los cadáveres de tres mujeres y un niño eran
visibles entre ellos. De inmediato hubo llamados desde Fallujah pidiendo
derrocar a Allawi.
Así, Irak entró este miércoles a
un nuevo capítulo fatal de su historia, y éste no se parecía
mucho a la democracia.
© The Independent
Traducción: Gabriela Fonseca
|