El regreso del Rey del Tomate ARTURO CANO FOTOS: PEDRO VALTIERRA/ CUARTOSCURO
Fue candidato del PRD y derrotó al PRI. Ahora, como candidato del PAN, ha vencido al PRD. Andrés Bermúdez, El Rey del Tomate, ganó por segunda vez consecutiva y contra muchos pronósticos la alcaldía de su tierra natal y ahora se ve como cabeza de un movimiento binacional que viene por todo
Gracias a Bermúdez, el PAN ganó en un municipio y un distrito donde era tercera fuerza. Muy comedido, el Rey del Tomate dice que el PAN es el partido de los migrantes. Pura cortesía. Porque sabe que de los 8 mil 308 votos que recibió apenas unos 2 mil eran del PAN. El se cuida, pero su operador político lo deja claro ante 600 jerezanos, reunidos en un lunes dominguero para celebrar su triunfo: "¡Muchas gracias al PAN por darnos cobijo, pero arriba el movimiento bermudista de los dos lados de la frontera!" El de Bermúdez, pues, no es otro sino "el partido de los migrantes", cuya idea acaricia para ir a más: una diputación federal y, ¿por qué no?, la mera gubernatura del estado. Andrés Bermúdez es un migrante que ha vendido la imagen de millonario e inventor de una máquina que simplifica el trabajo del campo y aumenta exponencialmente las cosechas. Hace tres años, cuchileado por perredistas locales, se lanzó por la alcaldía de su natal Jerez. Nadie, sin embargo, le avisó que debía tener, por ley, un año de residencia en el municipio. El PRI, derrotado por vez primera en su historia en este lugar, impugnó su triunfo. El tribunal electoral le quitó el puesto. En su lugar entró, en medio de duras protestas de los bermudistas, su suplente Ismael Solís, quien ahora será el encargado de entregarle la presidencia municipal. Antes de pasarse al PAN, Bermúdez trató de repetir su hazaña con el PRD. Se midió en una elección interna con otros cinco precandidatos, pese a que la propia Amalia García le sugirió que no lo hiciera. "Bermúdez se negó rotundamente dice la ganadora de la elección del pasado domingo, igual que los demás e insistió en consulta en urnas. Le dije que lo más lógico era que quienes tenían presencia en la estructura tuvieran más posibilidades. El resultado fue impecable. El se inconformó y se fue al PAN, con mucho conflicto, porque ahí todos perciben que la suya no es una candidatura panista, y que muy probablemente en cuanto tome posesión dejará el PAN". En la interna, Otilio Rivera, un avezado operador electoral, además de "consentido" del gobernador Ricardo Monreal, se impuso a Bermúdez por apenas 148 votos. Al principio de su segunda vuelta, pocos le concedían una oportunidad. En las semanas previas a la elección, sin embargo, los mismos perredistas reconocían la existencia de encuestas donde Bermúdez andaba "unos tres puntos arriba". Se despachó con más. Los que no votan por partidos Bermúdez ofrece traer "el sistema de allá". Y se siente más "americano" que mexicano. Un agringado, se diría en otras partes de México. No aquí, donde todas las familias están divididas por la frontera. Esta cabecera municipal tiene 35 mil habitantes. Solamente en Los Angeles viven 30 mil jerezanos. Ser "norteño", haber emigrado, es aquí nota de orgullo. Ofelia Rodríguez, ama de casa cincuentona, que nunca ha emigrado, votó por segunda vez en tres años por Andrés Bermúdez. Y hoy camina a paso veloz, al ritmo de la tambora, detrás del presidente municipal electo. "Es el más honesto... pasó de mojado". ¿Qué le pareció su cambio de partido? Yo no voté por partidos, voté por Andrés. Lo mismo piensa Antonio Acuña, agricultor y promotor de salud cuya única experiencia migrante fueron unos cuantos meses en Denver, Colorado, con visa de trabajo: "Andrés conoce leyes de allá que pueden funcionar". Los líderes de la incipiente fuerza migrante le dan forma al ánimo popular: "¡El bermudismo es una fuerza política imparable que tiene gente de todos los partidos, y que seguirá adelante por encima de todas las fuerzas políticas!", lanzan a la tarde de Jerez. Amigo azul Bermúdez mide 1.80 metros y tiene una panza que amenaza reventar su camisa. Siempre usa sombrero, cinto piteado, botas y alhajas de oro muy gruesas. Desde que uno de sus hermanos murió en un accidente que sufrieron ambos, Bermúdez viste de negro. Hace tres años, regalaba balones de futbol y camisetas; además, rentó maquinaria para dar una manita de gato a los caminos de algunas comunidades. Esta vez también dio regalos, aunque dice que sólo eran promocionales, porque el centro de su estrategia como la de toda la oposición zacatecana fue denunciar la "compra del voto", el reparto de despensas y materiales de construcción por los perredistas. El, en cambio, lanzó la campaña "Amigo Azul", para que sus simpatizantes dueños de negocios hicieran descuentos de entre 10 y 50%. Hosco, de pocas palabras y con facha de atrabancado, Bermúdez hace promesas como si compitiera por la Presidencia de la República. Ofrece empleos, apoyos al campo, carreteras, educación, salud, fábricas y venta garantizada de los productos jerezanos en Estados Unidos. Además, dice que donará su salario y que 10% de los ingresos de sus funcionarios irá a un fondo de becas. ¿De dónde va a salir el dinero para cumplir tantas promesas? Raymundo Carrillo, su operador, ex fundador del Partido Socialista de los Trabajadores y ex miembro del PRI, dice que una parte de las promesas se cumplirán con los recursos del ayuntamiento y las otras con el apoyo de migrantes empresarios, coordinados por Serafín Bermúdez, hermano del Rey del Tomate. "Y con sus propios recursos, porque Andrés no está tan pobre como se dice". La maquinaria contra el mito
Con organización y con estructura dice Otilio Rivera, abogado de 40 años y maestro en ciencias sociales. Es la noche previa a los comicios. Rivera, adversario perredista de Bermúdez, presume "la campaña más organizada, más estructurada" de la historia de Jerez. Experiencia no le falta. Fue coordinador de organización electoral en la campaña de Monreal en 1998. Desde entonces, ha asistido a candidatos perredistas en tantas partes del país que ya ni recuerda en cuántas campañas ha participado. Incluso, paradojas de la vida, ayudó a Bermúdez en su pasada incursión electoral. Hoy compite contra él y sentencia:
"Andrés no es capaz de generar una idea por
Estructura y organización, machaca Rivera, horas antes de la prueba de las urnas. Incluso presume un organigrama de su vasta red electoral. Su equipo de campaña tiene, afirma, una "preparación casi militar". Y echa por delante su formación académica. Y su trayectoria política (de líder juvenil del PRI a director de Gobierno con Monreal). "Mis electores son la gente más preparada, los suyos están entre la gente poco educada, los manipulables", dice. El licenciado contra el ranchero. La maquinaria contra el mito. Autor de una tesis sobre identidad y globalización, Rivera remata: "La identidad nacional ya no se corresponde con las películas del Piporro". No votes por los fuereños
Pero difícilmente esa arenga pega en un municipio con mil habitantes menos que hace 10 años. Los políticos lo saben y se cuidan de descalificar abiertamente a los migrantes. Rivera dice, por ejemplo, que él mismo tiene muchos familiares del otro lado. Y presume que como diputado local fue uno de los promotores de la Ley Migrante, que abrió la posibilidad para que llegaran dos representantes de los radicados en Estados Unidos al congreso local, además de acortar el plazo de residencia obligada a seis meses. "El partido que más se opuso a la aprobación de la ley fue el PRD, solamente le entraron cuando ya teníamos la mayoría y se dieron cuenta de que iba a pasar con ellos o sin ellos", dice Guadalupe Gómez, dirigente de la poderosa Federación de Clubes Zacatecanos del Sur de California y de su brazo político, el Frente Cívico Zacatecano. Como muchos dirigentes migrantes, Lupe Gómez, quien atiende su despacho de contador en Los Angeles, no sólo estuvo al tanto de la campaña del Rey del Tomate, sino incluso viajó a Jerez y grabó un spot para apoyarlo. En contrapunto, la relación entre Lupe y Ricardo Monreal se ha enfriado. Todavía hace un par de años el gobernador presumía que Lupe quien lo apoyó en 1998 le organizaba la agenda en sus visitas a Estados Unidos, y que su influencia era tal que lo había reunido con el entonces gobernador Gray Davis y con varios legisladores estadunidenses. Extrañar los vampiros
"Si esta vez no gana, no vamos a volver", dice Carmen, de 50 años, quien vive hace tres décadas allá y cruzó cinco veces como indocumentada. Experta en preparar vampiros (tequila, sangrita, limón y squirt), Carmen se declara bermudista pura: "Nunca apoyaría al PAN, pero a Andrés, por cualquier partido". Carmen ha intentado regresar a México en algunas ocasiones. La familia compró un rancho aquí, pero como nunca le dieron la licencia para abrir un pozo de agua, la emprendió de vuelta. Las ganas no se le han quitado: "Vamos a regresar a México, pero necesitamos que primero regresen políticos como Andrés para que cambie la situación". Acompañada de otra migrante que vive en Texas, y de un jovencito que trabaja como mesero también en Milwaukee, Carmen resume así las razones que la trajeron esta vez a su tierra: "Ayudamos a mantener la economía, merecemos una voz y un voto". Esa es la batalla grande, define Lupe Gómez, el derecho al voto: "El problema de la iniciativa de Vicente Fox fue como la presentó, él la partidizó". Lupe Gómez no despega el triunfo de Bermúdez de la batalla por el derecho al voto de los mexicanos en el exterior. Para él, todo es la misma cosa. Es más fácil gobernar Unas 600 personas se han congregado en el lunes dominguero de Jerez. Bermúdez sonríe y alza los brazos cada tanto. Su triunfo electoral lo dedica, naturalmente, "a nuestros hermanos que están en Estados Unidos". "Andrés Bermúdez no es candidato de un partido, no es un proyecto que busque la Presidencia, es abrir las puertas a nuestros hermanos migrantes". Terminado el mitin, comienza la música a cargo de la Banda La Chacaloza. Bermúdez se va entonces a lo suyo, que es hablar con la gente de cerquita. De su brazo va su esposa, Irma García Medina, quizá pensando en la hora de agarrar camino a Winters, California, donde se quedaron sus tres hijos, pues le preocupa especialmente el menor, de 17 años. Una guapa cuarentona se acerca a Bermúdez y le suelta de sopetón una demanda: Quiero la Casa de la Cultura. El Rey del Tomate dice algo bajito y se ríe. Ahora sí viene lo difícil, Andrés. No. Es más fácil gobernar. ¿De verdad lo cree? Voy a hacer que todos los funcionarios firmen la renuncia antes de entrar. A Bermúdez le gustan los reflectores, los goza, y lo han escindido, pues habla como uno de sí mismo y como otro del Rey del Tomate. "Toda la gente pide cosas por la fama: le piden al Rey del Tomate pero el que debe pagar es Andrés Bermúdez". De la Ley Bermúdez a la Ley Migrante Las reformas legales que establecieron la "residencia binacional y simultánea" en Zacatecas fueron muy cacareadas. Pero a la hora del reparto de candidaturas, la clase política local le bajó al ruido. Apenas les dieron cuatro posiciones ganadoras, incluido el sorpresivo triunfo de Bermúdez. La iniciativa se llamó primero Ley Bermúdez, pero cuando estaba en el horno el Rey del Tomate se tomó la foto con el gobernador Monreal, en un acto de apoyo a Luis Medina, candidato a diputado federal. El Frente Cívico Zacatecano trinó y le quitó el apellido Bermúdez a su propuesta. Quizá esa voluble actitud política hace pensar a Amalia García que más pronto que tarde el Rey del Tomate romperá su alianza con el PAN. Gracias a la Ley Migrante, los zacatecanos residentes en Estados Unidos tienen garantizados dos espacios en el Congreso. Serán diputados los candidatos de los partidos que obtengan mayor votación. Así, el PRD tendrá a Manuel de la Cruz, quien fuera representante de Ricardo Monreal en Estados Unidos y se quedara el año pasado en la rayita para ser diputado federal. De la Cruz es cabeza de uno de los dos bandos en que el monrealismo ha dividido a los migrantes, y sus adversarios en Estados Unidos consideran que entregó la causa a los intereses del gobernador. El diputado del PRI será Román Cabral, constructor alguna vez avecindado en Oregon. A pesar de las mayores facilidades para que los migrantes fueran votados, el PRD sólo hizo candidato a uno de ellos, Martín Carvajal, por el pequeñísimo municipio de Apulco. Carvajal, dirigente de la Federación zacatecana del norte de Texas, fabrica muebles y ha organizado a sus paisanos en EU para apoyar a su lugar de origen. "Consiguió donaciones que superaron el presupuesto del ayuntamiento de Apulco", dice el diputado federal Juan José García. Curiosamente, el Frente Cívico Zacatecano, la organización que promovió la Ley Migrante, no obtuvo ninguna posición. "Nuestra intención no era bombardear Zacatecas", dice Lupe Gómez. No esta vez, al menos. Porque el mismo Gómez asegura que las primeras posiciones migrantes en la política local son apenas "nuestro comienzo y no vamos a parar hasta que tengamos un candidato a gobernador, en 2010". Aunque no falten ganas, el trecho es largo. Incluso Miguel Moctezuma, el investigador zacatecano que trabajó con el Frente Cívico la Ley Migrante, reconoce que las organizaciones de zacatecanos en el exterior no están unidas ni tienen una estrategia de largo plazo. Son, dice, "políticamente vulnerables", y por ello algunos "se han dejado tentar por las delicias del poder o se han dejado dividir". El triunfo de Bermúdez, decía Moctezuma un par de días antes de los comicios, será "apenas una rendija". Victoria en Los Haro
Las aportaciones de los migrantes para obras sociales no son una cosa menor: en algunos años han sido equivalentes a la totalidad de los recursos que llegan al municipio del Ramo 33 de la Secretaría de Desarrollo Social federal. Hace 20 años, en la escuela primaria de Los Haro había 300 alumnos. Hoy son 100. Ahí se instala una de las dos casillas del pueblo. El viejo campesino Raúl Félix, presidente de la casilla, calcula que cuando mucho votaran 300 de las 550 personas inscritas en el listado. "Los demás están allá del otro lado", dice. Al día siguiente, en el mitin de la plaza principal, se informa que Bermúdez ganó las dos casillas de esa comunidad. Del monrealazo al tomatazo "Con el monrealazo me pasé al PRD, con el tomatazo me pasé al movimiento migrante", dice Raymundo Carrillo, uno de los asesores de Bermúdez. Carrillo no cabe en sí. El domingo al mediodía pensaba que los iban a apabullar y este lunes ya se mira creando una red y asesorando a los dirigentes migrantes interesados en postularse como candidatos dentro de tres años. "Les garantizo que de aquí a tres años aquí va a estar otro migrante, porque esto ya nadie lo va a parar", abona la causa el Rey desde la tribuna. Bermúdez se despachó con 8 mil 308 votos, contra 6 mil 139 de Rivera, y 5 mil 450 del PRI. Su candidatura dejó otra lección. La candidata a diputada, Sonia de la Torre, sólo pudo establecer una ventaja de 480 votos, contra los más de 2 mil que se llevó Bermúdez. Si hubiera candidaturas independientes, El Rey del Tomate no hubiera necesitado un partido para nadar. Reparación del daño Zacatecas, dice Amalia García, es un estado binacional (el cálculo es que hay unos 850 mil zacatecanos allá, contra un millón 350 mil de este lado). García Medina habla del Rey del Tomate: "Vi una reivindicación, una especie de reparación del daño, diciendo hace tres años ganó y ganó bien, y le quitaron el triunfo. Por eso ahora le regresamos otra vez esa posibilidad de gobernar. Aunque por el PAN. No importa. Creo que en Jerez todo mundo tiene claro que es un asunto que tiene que ver con los derechos de los migrantes. El representa una causa, la de los derechos políticos de los migrantes, es una causa legítima. Una vez que termine el proceso electoral quien digan que ganó, ganó. Para mí la interlocución respetuosa será con todos. uuu Desde hace muchos años, los políticos de esta entidad hacen su peregrinar obligado a Los Angeles la ciudad más grande de Zacatecas, la llama Miguel Moctezuma, además de Chicago y algunas ciudades texanas, para presentar sus propuestas de campaña. Pero esos migrantes que allá los escuchan no pueden votar aquí, aunque influyan electoralmente de otros modos. "Vienen a pedir que sigamos mandando dinero. Pero en el fondo, ninguno de los partidos nos quiere incluir porque no saben cómo votaríamos", dice Lupe Gómez. El Rey del Tomate dice lo mismo a su manera: "No me tienen miedo a mí, le tienen miedo a los andreses que van a venir detrás de mí, porque ellos son los que van a enderezar a nuestro pueblo". El Rey del sablazo Siempre que puede, Bermúdez presume sus inventos agrícolas y su empresa de "700 trabajadores y que paga una nómina semanal de 150 mil dólares". Sus ahora adversarios perredistas, algunos de los cuales lo impulsaron hace tres años, dicen que la habilidad de Bermúdez reside en explotar su imagen con otros empresarios migrantes y sacarles dinero. "Es el Rey del sablazo", lo definen. A saber. Lo que es seguro es que Bermúdez es el rey de las promesas. Ofrece, por ejemplo, "enseñar inglés desde el kínder; enseñarles a ser tractoristas, meseros, operadores". Capacitarlos, que se vayan de México. Voy a abrir empleos, pero si no puedo retenerlos, por lo menos se pueden ir preparados. "Patria, te doy de tu dicha la clave: sé
siempre igual, fiel a tu espejo diario", escribió el hijo predilecto
de Jerez, don Ramón López Velarde. ¿Se escandalizaría
el poeta etiquetado como el "profesional de la mexicanidad?"
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Con el PRD, Andrés Bermúdez venció al PRI hace tres años. Aliado al PAN, esta vez se impuso a los perredistas FOTO PEDRO VALTIERRA /CUARTOSCURO