México D.F. Domingo 18 de julio de 2004
Prevé la PGR acudir de nuevo a la Corte
para validar la acusación de genocidio
La sentencia a inculpados por el jueves de Corpus tardaría
de dos a tres años
Analiza la Femospp qué hacer si el juez no libra
las órdenes de aprehensión solicitadas
GUSTAVO CASTILLO GARCIA
Aun cuando la Fiscalía Especializada en Movimientos
Sociales y Políticos del Pasado (Femospp) consignará "a más
tardar" el próximo 24 de julio la averiguación previa por
los hechos del 10 de junio de 1971, el proceso legal hasta llegar a una
sentencia definitiva, en caso de que el Poder Judicial libre la orden de
aprehensión correspondiente, podría tardar entre dos y tres
años.
Fuentes oficiales revelaron que la fiscalía que
dirige Ignacio Carrillo Prieto ha elaborado una serie de escenarios jurídicos
en torno a lo que será la acusación penal por lo sucedido
el jueves de Corpus de 1971, y no se descarta que la Procuraduría
General de la República (PGR) solicite otra vez la intervención
de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) para resolver
si la fiscalía tiene razón en acusar por genocidio a los
ex funcionarios o establecer que el delito no ha prescrito.
Esto, en caso de que el juzgado de primera instancia decida
no librar la orden de aprehensión solicitada por considerar que
el delito ya prescribió o bien que no se puede configurar el delito
de genocidio y el caso sea turnado a un tribunal, como ocurrió en
el asunto de Jesús Piedra Ibarra.
Hasta el momento, ha trascendido que la Femospp solicitará
órdenes de aprehensión contra el ex presidente Luis Echeverría
Alvarez; el ex secretario de Gobernación Mario Moya Palencia; el
ex procurador general de la República Julio Sánchez Vargas;
el general Manuel Díaz Escobar, jefe del grupo represor denominado
los halcones, y el capitán Luis de la Barreda Moreno, ex
titular de la Dirección Federal de Seguridad, aunque no son todos
los presuntos responsables de la represión del 10 de junio.
Primer escenario
De
acuerdo con las fuentes consultadas éste sería uno de los
escenarios:
La Femospp, que sólo tiene facultad de acusar penalmente
si considera que ya reunió los elementos de prueba suficientes para
imputar algún acto ilícito, presentará la averiguación
previa ante un juez "a más tardar el 24 de julio".
Un juez de distrito conocerá del caso -por razones
de turno tocará a los que desempeñan su labor en el Reclusorio
Norte- y contará con 24 horas para decidir si libra la orden de
aprehensión. El tiempo en que debe resolver es porque las acusaciones
serán por delitos considerados graves.
Si el impartidor de justicia otorga la orden de aprehensión,
la Agencia Federal de Investigación (AFI) deberá detener
a los inculpados, y éstos no tendrán posibilidad de interponer
un amparo que les garantice su libertad, pues la acusación es por
delitos graves y la ley no permite esa garantía.
Detenidos los presuntos responsables, serán internados
en el Reclusorio Norte, y el juez que conozca del caso deberá tomar
la declaración preparatoria a los inculpados, y luego, determinar
en un plazo de tres o seis días si los declara formalmente presos
o los deja en libertad. El tiempo para esa determinación se puede
duplicar de 72 a 144 horas en razón de que la defensa de los detenidos
tiene posibilidad de solicitar ampliación del plazo constitucional
para presentar pruebas de descargo.
Una vez que se resuelva la situación jurídica,
si el juez considera que deben ser procesados, iniciará el juicio,
aunque la defensa de los inculpados puede interponer una apelación
al auto de formal prisión. Luego vendrán varias etapas, como
la de presentación y desahogo de pruebas y de conclusiones. Finalmente
el juez emitirá su sentencia, pero no definitiva, su dictamen será
analizado por un tribunal.
Si este órgano de segunda instancia ratifica, en
caso de que los inculpados sean condenados, entonces la defensa podría
interponer un recurso de amparo ante la SCJN.
Pero en caso de que el ex presidente y sus ex colaboradores
sean declarados inocentes por el juez de primera instancia, el Ministerio
Público ya puede sólo interponer un recurso de apelación,
y si el tribunal los declara inocentes, la fiscalía habrá
perdido el juicio.
Segundo escenario
El segundo escenario es más complicado, pues si
la orden de aprehensión no es librada por el juez de primera instancia,
el Ministerio Público presentará una revisión y el
caso se turnará a un tribunal.
Ante esa posibilidad, ya se analiza la posibilidad de
que intervenga nuevamente la SCJN para que resuelva la procedencia del
asunto.
Para que esto ocurra, la PGR debe demostrar que se trata
de un asunto en que la Federación sea parte, y que por su interés
y trascendencia amerite la intervención del máximo tribunal.
En este caso se estima que podría haber un rechazo
a la configuración del delito de genocidio, pero se considera que
los acuerdos y tratados internacionales firmados por México darán
la fuerza para lograr que se libren las órdenes de aprehensión.
Por ello, como ocurrió en el caso de Miguel Nazar
Haro por la desaparición de Jesús Piedra Ibarra, cuando el
máximo tribunal resolvió que el delito de privación
ilegal que se imputa al ex jefe policiaco no había prescrito, obligó
al juzgado cuarto de distrito, con sede en Monterrey, a librar la orden
de captura.
Pero para que se llegue otra vez al momento en que habrá
de decidirse si se libra la orden de aprehensión pasarán
al menos dos meses.
Si se decreta que el delito de genocidio se configura
y no ha prescrito, comenzará el proceso una vez que se detenga a
los involucrados, si no el Ministerio Público no podrá llevarlos
a juicio, pues la SCJN es la última instancia.
En los escenarios también se maneja la posibilidad
de que los inculpados sean detenidos, llevados al Reclusorio Norte, que
se les tome su declaración preparatoria y una vez que se les decrete
auto de formal prisión, en lugar de que su juicio se desahogue estando
ellos encarcelados, lo podrían enfrentar en calidad de presos en
su domicilio.
El recién reformado artículo 55 del Código
Penal Federal señala que "cuando la orden de aprehensión
se dicte contra una persona mayor de 70 años de edad, el juez podrá
ordenar que la prisión preventiva se lleve a cabo en el domicilio
del indiciado bajo las medidas de seguridad que procedan de acuerdo con
la representación social".
También señala que "una vez dictada la sentencia,
la pena podrá ser sustituida por una medida de seguridad, a juicio
del juez o tribunal que la imponga de oficio o a petición de parte,
cuando por haber sufrido el sujeto activo consecuencias graves en su persona,
o por su senilidad o su precario estado de salud, fuere notoriamente innecesario
o irracional que se compurgue dicha pena".
Sin embargo, el Ministerio Público puede obstaculizar
ese beneficio, tomando como base los párrafos segundo y cuarto del
mismo artículo 55, ya que "no gozarán de esta prerrogativa
quienes a criterio del juez puedan sustraerse de la acción de la
justicia o manifiesten una conducta que haga presumible su peligrosidad.
"En todo caso la valoración por parte del juez
se apoyará en dictámenes de peritos."
Pero ese cambio de "prisión" no es automático;
el proceso de solicitud, práctica de los estudios de personalidad
y aceptación o negación de ese beneficio, tardará
varios días, al menos una semana, tiempo que los inculpados deberán
permanecer en la prisión preventiva.
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