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México D.F. Domingo 18 de julio de 2004
ENTREVISTA/RAQUEL
TIBOL, CRITICA DE ARTE
''Quise estar alejada del mercantilismo fridamaniaco''
la tercera edicion de escrituras de frida kahlo
incluye 253 textos
El volumen reúne en secuencia cronológica
cartas, recados y confesiones que trazan un perfil fidedigno de la pintora
ELENA PONIATOWSKA /I
Raquel Tibol tiene una voz extraordinariamente joven.
Su memoria también es prodigiosa, pero todo su vigor se refleja
en esa voz que dice alegremente: ''¡Arriba los corazones y abajo
los calzones!" Con razón su editor Braulio Peralta exclama emocionado:
''Raquel es adorable".
Raquel Tibol tiene razones para estar contenta. La máxima
historiadora de arte de nuestro país (y desde luego la más
temida) acaba de publicar su libro de 474 páginas Escrituras
de Frida Kahlo, con prólogo de Antonio Alatorre, que viene a
añadirse a su ya larga lista de obras que son consulta obligatoria
para cualquiera que pretende aprender algo sobre arte, así como
sus críticas en la revista Proceso hicieron escuela a partir
de 1976. ¿Y quién no recuerda su programa Museos en el
aire, en Radio Universidad, y el de Aproximaciones en Canal
11? Desde luego, el más entrañable de sus temas es Frida
Kahlo, con quien vivió al llegar a México en mayo de 1953,
poco tiempo antes de la muerte de la pintora.
''En 1974 pude divulgar por primera vez alguna de las
numerosas cartas enviadas por Frida a su pasión juvenil: Alejandro
Gómez Arias, en el artículo 'Frida Kahlo a veinte años
de su muerte' (suplemento Diorama de la Cultura del periódico
Excélsior, 14 de julio). El lenguaje desparpajado, imaginativo,
con el corazón y la intimidad al desnudo, me llevó a suponer
que en las escrituras de Frida debería haber muchos compartimientos
muy diferentes a los contenidos en el Diario, del cual se sabe ya
que no es un registro de lo vivido, sino una serie de alegorías,
confesiones sesgadas, requiebros poéticos, lamentos, donde las expresiones
verbales y las visuales se complementan con intensidad surrealista.''
''Cuando Hayden Herrera en su trabajo mayor Frida:
una biografía de Frida Kahlo (editado en inglés en 1983
y en español en 1985) dio a conocer muchísimas cartas de
Frida a amigos y a amantes, tuve la convicción de que era necesario
reunir lo escrito por ella en una secuencia estrictamente cronológica,
fueran cartas, recados, mensajes, confesiones, recibos, corridos, solicitudes,
protestas, agradecimientos, imploraciones y otros textos más elaborados,
para obtener frutos irrecusables: una tácita autobiografía
y la ubicación de Frida Kahlo dentro de la literatura confesional
e intimista del siglo XX mexicano.''
Frida, muchacha de gran inquietud cultural
''La primera carta de Frida en la antología Escrituras
es de 1922 y se dirige a Alejandro Gómez Arias. Frida le dice: 'Bueno,
yo soy tu novia y voy a ser tu mujer, pero qué importa que le dé
un besito a otro'. Ella tiene 15 o 16 años porque el accidente sucede
en 1925, cuando tiene 18.''
-Pero Frida Kahlo se quitaba la edad...
-Sí. Hay que tener presente que en la mayoría
de los libros hasta 1981, Frida decía que había nacido en
1910 cuando nació realmente en el 7. No he logrado hasta el momento
descifrar completamente por qué lo hacía. Ella era una muchacha
de una gran inquietud cultural sobre todo en medio de dos medias hermanas
y tres hermanas, o sea, en total seis hermanas incluyendo a Frida. Las
otras hermanas no tuvieron ni la más mínima importancia cultural,
aunque Frida tuvo especial cariño por su hermana Matilde, la que
tuvo el arrojo de escaparse con su novio; eso para Frida era sensacional
y hasta la ayudó a saltar por la ventana.
Cristina Kahlo, tontísima
-¿No era Cristina la preferida?
-Frida
decía que Cristina era tontísima, y en las cartas lo escribe,
pero como sólo las separaron 11 meses siempre anduvieron juntas.
Por el embarazo de su madre de Cristina, Frida tuvo que ser amamantada
por una nana, de ahí que el tema de la nodriza aparezca en su pintura
de manera alegórica y mítica. Con Cristina hubo mucha relación,
inclusive duró poco el enojo de Frida con su hermana cuando Diego
tuvo una aventura con ella.
-¿Fue muy corta la aventura?
-No tan corta. A Diego le gustaban los cuerpos bonitos
y evidentemente Frida después del accidente era un cuerpo lacerado,
brutalmente lacerado, y Cristina estaba intacta, era blanquita, suavecita,
de modo que Frida sufre, se desconcierta un poco, ya que ella hubiera querido
estar en el lugar de su hermana.
''Esto ocurre en 1933 y hay un poema de Frida a quien
sería uno de sus grandes amores, un estupendo fotógrafo:
Nicholas Muray, a quien Frida conoció en Nueva York cuando acompañó
a Diego a pintar en el Rockefeller Center. El primer escrito que le manda
a Muray es de 1931 y quién sabe quién le ayudó a escribirlo
en húngaro. Ya en 1933, Diego y Frida habían acordado vivir
cada quién por su lado pero el hecho de que Cristina, su hermana,
fuera la nueva amante de Diego y que ambas pertenecieran a un hogar con
una madre muy persignada, muy católica y analfabeta, hizo que la
infidelidad de Diego lastimara mucho a Frida.
''El jueves 18 de octubre de 1934 les escribe a ella y
a Bertram Wolfe, biógrafo de Diego Rivera:
''En primer lugar es una pena doble, si así puedo
explicarla. Uds. mejor que nadie saben lo que Diego significa para mí
en todos los sentidos, y luego, del otro lado, ella era la hermana que
yo quise más y que yo traté de ayudar en cuanto estuvo en
mis manos, así es que la situación se complicó en
una forma espantosa y sigue peor cada día."
''Cuando publiqué las notas que Frida me dictó
para su biografía en el suplemento cultural de Novedades,
la madre y las hermanas le cayeron encima, pero el enojo fue fugaz. Volvieron
a ser amigas. Ya para 1935 Frida había tenido una aventura con Isamu
Noguchi, pero antes la tuvo con uno que vivía en Villalongín,
tú lo debes de saber, Elena, porque tú lo entrevistaste.''
-Nacho Aguirre.
-Con Nacho Aguirre, que era muy ingenuo y creía
que él era el amor de la vida de Frida, pensaba que era la primera
vez que Frida le ponía los cuernos a Diego. ¡Ay pobrecito
iluso! ¿Y quién le ayuda a Frida a buscar a Nacho y pasarle
cartitas? ¡Pues Cristina! De modo que eran enredos que ahí
se las arreglaban.
Durante casi 20 años no se habló de Frida
Kahlo
-¿Pero tú sientes que este afán que
sigue habiendo por la fridamanía se debe en parte también
a los escritos que has recogido y completan la pintura de Frida?
-Frida permanece en el anonimato cultural casi dos décadas.
Muere en 1954 y en 1956, en la galería de Lola Alvarez Bravo, los
pintores le organizan un homenaje y acude Diego de la manita de Lola Olmedo,
aunque ya se había casado con Emma Hurtado. En ese momento aparece
el llamado Diario de Frida, que no es un diario, son escritos poéticos,
lo más surrealista que ha hecho Frida, y siempre echaré dos
lagrimitas por la cantidad de alteraciones que sufrió: se le arrancaron
páginas, se le agregaron otras imitando a Frida; un verdadero crimen
cultural.
''En ese homenaje de 1956, los amigos de Frida trajeron
su Diario y Rosaura Revueltas hizo una lectura muy emotiva de algunas
páginas, pero en los años que siguieron casi no se mencionó
a Frida ni se hicieron exposiciones de su obra. De pronto Raúl Flores
Guerrero, un crítico con gran talento que murió muy joven,
en 1961, sacó en la colección de arte de la UNAM el libro
Cinco pintores, y dedicó uno de los capítulos a Frida.
Aunque él no la conoció directamente logró reunir
un material valioso. Cada año yo publicaba alguna nota o artículo
recordándola en su aniversario o su onomástico.''
Las chicanas lanzaron a Frida
''De pronto nuestros libros empezaron a resonar, y fueron
las chicanas las primeras en lanzar públicamente a Frida por los
años 70: hicieron aretitos de Frida, collares, camisetas y reuniones
para hablar de ella, aunque casi no conocían su pintura. Un cartelista
chicano, talentosísimo, Rupert García, hizo carteles basados
en la pintura de Frida. Era un serígrafo de primer nivel y esos
carteles hicieron ruido en Estados Unidos. Además editó una
bibliografía de Frida en 1983 con 181 entradas; 22 eran mías
y no estaban completas.
''Dentro del movimiento chicano había un sector
feminista muy radical que tenía conexión con las feministas
de Nueva York, de modo que entre las feministas de Estados Unidos empieza
a sonar el teléfono directo. Una gente cercana al movimiento era
Hayden Herrera, quien decide hacer su tesis doctoral sobre Frida. Cuando
surgió el interés por Frida, se empezó a usar mi material
de artículos, de notas en revistas, sin darme crédito. Entonces
yo dije: '¡Papas! Lo que voy a hacer es juntar mi material y sacar
mi librito', y saqué en 1977, en Ediciones de Cultura Popular, Frida
Kahlo, crónicas, testimonios y aproximaciones, que se tradujo
al alemán y se lanzó en Francfort en 1980, pero evidentemente
no tiene comparación con el estudio sistemático de Hayden
Herrera. Ella obtiene mucho material, entrevista a los amigos sobrevivientes
de Frida, en fin, hace un trabajo sistemático como suelen hacerlo
los estadunidenses. Ese libro es el que causa la fridamanía.
El libro de Hayden Herrera conoce gran éxito porque presenta
a un personaje que no existía en la literatura internacional ni
en la historia del arte, pese a que dos feministas, Karen Petersen y J.J.
Wilson, habían hecho en 1976 su historia de las mujeres artistas,
de la antigüedad hasta el presente. La Frida de Hayden venía
a ponerle luces de otro tipo a esta historia y despertó un enorme
entusiasmo. Las primeras que solicitaron la obra de Frida fueron las feministas
alemanas.''
La de Marcela Fernández Violante, la mejor película
-¿Tú crees que la película de Paul
Leduc, con Ofelia Medina, y la de Salma Hayek, hacen justicia a la vida
y a la obra de Frida Kahlo?
-La
primera película que se hizo sobre Frida fue la de Marcela Fernández
Violante; es cortita. Y perfecta, no tiene pierde; es una mirada interesada,
sensible, a la cultura y a la vida de Frida. Yo tengo muchas reservas con
la película de Paul Leduc, porque hay cosas que no pueden perdonarse,
como la de pintar con el marco puesto. ¡Quien anda en los estudios
de pintores sabe que esto es imposible! Las escenas en las que Frida se
mueve entre cuadros a medio pintar y ya enmarcados son ridículas.
Esto sucedió porque Lola Olmedo no permitió sacar las telas
de sus marcos. La segunda razón de mi rechazo es la forma en que
describe Leduc a la Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios (LEAR).
-¿Por qué?
-La LEAR, en la etapa cardenista, es la agrupación
que reúne a arquitectos, escultores, pintores, escritores, periodistas;
lo mejorcito del universo progresista e izquierdista de México,
un grupo social avanzado ¿Y qué hace Paul Leduc? Pone en
un patio de vecindad unas mesitas de cantina, y ahí están
todos los de la LEAR, borrachos, discutiendo, y esto intelectualmente es
imperdonable. Otro asunto que no se puede relatar como lo hace Leduc es
el de Siqueiros recién llegado de la guerra civil de España
corriendo a informarle a Diego y a Frida sobre Trotsky, cosa absurda porque
cuando Siqueiros regresa de España Rivera acaba de separarse de
los trotskistas, aunque siga siendo trotskoide. Es muy turbia la relación
de Rivera con el trotskismo, pero no quiero desviarme por ahí.
Cada quien se apropia de Frida como quiere
''El último boleto que ha salido (yo digo que es
un boleto shaloniano) es que Frida hablaba yidish. Su padre era de ascendencia
judaica pero no practicó ninguna religión tradicional ni
estuvo involucrado para nada con la comunidad judía en México.
Diego ilustró un libro en yidish del poeta Berliner, quien escribió
sobre México. De repente él pronunciaba algunas palabras
en yidish, pero Frida, cero. En Tel Aviv salió toda una página
sobre la cultura judaica de Frida. ¡Qué absurdo!
-La película de Salma, Raquel...
-La película de Salma Hayek es tan brutalmente
torpe, tan tonta, con escenas imperdonables. Sabemos que Diego y Frida
se casaron en 1929 y no fueron a celebrar su matrimonio al humilde departamento
de Tina Modotti, ¿o has encontrado algún documento al respecto?
-No, ninguno.
-No hay. ¿Por qué entonces ponerlo en la
película para mostrar algunos vestidos old fashion y añadir
una escena lésbica temprana? Es inverosímil la celebración
de la boda en el estudio de Tina Modotti, quien ya estaba avisada de que
la expulsarían de México porque venía la represión
callista contra todos los militantes de izquierda. De pronto Tina, con
un vestido escotado, se echa un tango con Frida, quien no podía
moverse. ¡Qué escena tan molesta! ¡Esa es una cochinada!
Humana, estética e históricamente es basura. También
la escena de fornicación de Frida y Alejandro Gómez Arias
en plena preparatoria es totalmente absurda, ni uno ni otro tendrían
una relación sexual entre los arcos de San Ildefonso; eso es molesto,
es desagradable. Lo que más me molestó es que Hayden Herrera,
a quien respeto a pesar de los errores circunstanciales que cometió
en su estudio, se haya comercializado al grado de aceptar que la última
edición de su libro lleve en la portada a Salma Hayek como Frida
Kahlo. Por lo visto Hayden se emborrachó de éxito mercantil.
-Pero te parece bueno el libro de Hayden...
-Yo escribí un largo análisis de su libro
para La Jornada. Hay un cuadro de Frida que se llama La novia
que se espanta al ver la vida abierta; es una muñequita que
se asoma a una papaya abierta como si fuera el sexo de mujer. El análisis
yo lo titulé: La biógrafa que se espanta al ver la vida
abierta. Por cierto, mi segundo libro, de 1983, se llama Frida Kahlo,
una vida abierta.
-¿Y tú crees que las 27 operaciones de Frida
influyeron en su pintura?
-Claro, yo que sólo estoy operada de las lumbares
y ando con un bastoncito sé lo que es el dolor, y 27 operaciones
son muchas. Además, la traumatología antes de la Segunda
Guerra Mundial no era lo que es hoy, sino terriblemente primitiva, y más
en la Cruz Roja. Se le hicieron operaciones brutales. Cuando se pusieron
de moda los injertos de columna, a Frida se le pudrió una vértebra
en la columna. Algunas escritoras por ahí dicen que Frida se hacía
operar para que le tuvieran conmiseración, ahí sí
me dan ganas de cachetearlas. Tal cosa no debe ser admitida de ninguna
manera.
En la universidad me refugié del mercantilismo
''La idea del libro fue mía, y se llama Escrituras
de Frida Kahlo. Le dije a Marco Antonio Campo, entonces director de
publicaciones de la Coordinación de Humanidades de la UNAM, donde
se publicó la nueva edición de mi libro Frida Kahlo, una
vida abierta, que hiciéramos una antología de cartas,
corridos, poemas, recibos, puestos cronológicamente y con sus notas
aclaratorias. Después de la primera edición seguí
consiguiendo material y para la segunda ya había 20 por ciento más.
De pronto me llamó Plaza y Janés (yo que me había
refugiado en la universidad para mantenerme alejada del mercantilismo fridamaniaco,
nada que ver con la mercantilización de la figura de Frida) y acepté
publicar el libro en su editorial, porque la universidad tiene una distribución
limitada. Plaza y Janés me dijo: 'Queremos la difusión mundial'.
La tercera edición tiene más material: 253 escritos. Antonio
Alatorre, que es una autoridad, me dijo: 'Creo que Frida Kahlo es una buena
escritora, merece estar en un lugar muy especial en la literatura del siglo
XX', y me preparó un prólogo que me hice pipí. Realmente
es muy bueno el prólogo de Antonio Alatorre, y muy sincero, muy
auténtico. El escrito más temprano es uno literario que apareció
en El Universal Ilustrado en 1922.''
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