México D.F. Domingo 18 de julio de 2004
Combi de la ruta 105 provocó carambola
el 21 de junio; resultaron heridas 11 personas
Funcionarios de Nezahualcóyotl evitaron que
un conductor supuestamente ebrio pisara la cárcel
La madre de un joven que tuvo 14 fracturas denuncia
la complicidad del MP y del médico legista
RENE RAMON CORRESPONSAL
Nezahualcoyotl, Mex., 17 de julio. A pesar de que
durante más de 23 días Rosa María Velasco fue vejada,
humillada e ignorada por los agentes del Ministerio Público de Nezahualcóyotl
y del Hospital de Traumatología de La Villa, del Distrito Federal,
pudo recabar pruebas suficientes para comprobar que en un accidente de
tránsito en que su hijo resultó con 14 fracturas hubo complicidad
entre varios funcionarios para que el conductor responsable del percance
no pisara la cárcel.
La madrugada del lunes 21 de junio le avisaron a Rosa
María Velasco Zaragoza -de 48 años, vecina de la colonia
El Sol de esta localidad- que su hijo José Israel Díaz Velasco,
de 28 años, había sufrido un accidente y que estaba en la
Cruz Roja La Perla.
De
acuerdo con la averiguación NEZA/III/4489/04, iniciada por Elfego
Alpízar González, antes de las 23 horas del domingo, una
combi de la ruta 105 se impactó en la parte trasera de una camioneta
de pasajeros y provocó una carambola con otros tres autos, en la
que 11 personas resultaron lesionadas.
José Israel Díaz Velasco, de 28 años,
quedó prensado entre los hierros retorcidos del vehículo
del transporte público en que viajaba. Rescatistas partieron la
unidad para sacarlo, y de acuerdo con el parte médico del Hospital
de Traumatología de La Villa, presentó fracturas expuestas
en tibia y peroné, pelvis, muñeca, fémur y rodilla,
en total 14.
Según Rosa María, las irregularidades en
la integración de la averiguación previa fueron inmediatas,
"con la clara intención de favorecer a Roberto Roldán Xingu",
conductor de la combi matrícula 50JXP, número económico
160 de la ruta 105, con derrotero del Metro Pantitlán a la colonia
El Sol.
Entre las anomalías están que la médico
legista Dolores Guzmán Vicuña certificó con ligereza
las lesiones. En su parte médico asentó que José Israel
presentaba "fractura no expuesta de tibia y peroné izquierdo", lesiones
"que por su naturaleza no ponen en peligro su vida", cuando en realidad
estaba con contusiones múltiples, refirió.
Comentó que al chofer nunca se le practicó
el examen de orina, a pesar de que fue el único de los tres conductores
involucrados en el choque que presentó aliento alcohólico.
"Seis de los 11 lesionados lo señalaron como único responsable
del accidente".
Además, el perito Raúl Ochoa Hernández
determinó que las causas del accidente fue "la falta de precaución"
del conductor de la combi, pero no realizó una inspección
mecánica de la unidad, pese a que Roberto Roldán Xingu declaró
que se había quedado sin frenos.
También en la averiguación previa quedó
asentado que el chofer era afecto a las bebidas alcohólicas y se
contradijo, pues según dijo trabaja de las 14 horas a las 24 horas,
pero el día de los hechos señaló que se tomó
una michelada "muy de mañana, ya después me fui a
trabajar", cuando en realidad su turno es vespertino.
En su indagación, Rosa María Velasco encontró
que las anomalías siguieron con Romualdo Arzate Olascoaga, titular
de la Fiscalía Especial para Combatir los Delitos relacionados con
el Transporte, con sede en Nezahualcóyotl, pues a pesar de que había
36 constancias ministeriales, "en ninguna de ellas se solicitó al
Ministerio Público en turno adscrito al Hospital de Traumatología
de La Villa la declaración de José Israel, ni el parte médico,
porque sabían que contradecían los dictámenes de la
Procuraduría de Justicia estatal".
La denunciante sostiene que hubo complicidad entre gente
de la ruta 105 y el agente del Ministerio Público en turno, la médico
legista y el perito de Nezahualcóyotl, para evitar que al conductor
se le aplicara el artículo 238 por el delito de lesiones, el cual
establece que se agrava la penalidad cuando éstas provoquen una
incapacidad permanente.
De acuerdo con el Código Penal vigente en el estado
de México, en su artículo 196, que habla de la penalidad
al conducir en estado de ebriedad: "Si se trata de conductores de vehículos
de transporte público se duplica la sanción económica
y penal, imponiéndosele de dos a cuatro años de prisión
y de 30 a 200 días de multa y suspensión de su licencia por
un año".
Señaló que en el hospital de la ciudad de
México no quisieron levantar denuncia alguna, y en lugar de apoyarla,
la agente del Ministerio Público en turno la regañó
porque su hijo tiene tatuajes en su cuerpo.
Este es el segundo caso documentado, en menos de cuatro
meses, donde la víctima pone en entredicho al Ministerio Público,
médico legista y perito en turno adscritos a la agencia de Nezahualcóyotl
y Chimalhuacán de la Procuraduría General de Justicia del
Estado de México, quienes presuntamente alteran pruebas, omiten
testimonios y abusan de su autoridad.
En marzo pasado, Luisa Ortega Escobar investigó
por su propia cuenta durante tres meses, tiempo durante el cual encontró
los elementos para demostrar que su hijo, Ernesto Garduño Ortega,
fue asesinado y no se suicidó, como aseguraba el agente del Ministerio
Público en turno de Chimalhuacán.
De ese hecho, la Procuraduría General de la República
(PGR), bajo la averiguación previa PGR/NEZA/46/04-2, investiga actualmente
al médico forense Antonio Pilón Vargas y a Luis Angel Ceja
Pérez, perito en criminalística de campo, así como
a José Manuel Ocaña González, agente del Ministerio
Público de la mesa de responsabilidades, y al Ministerio Público
en turno, que iniciaron las actas NEZA/MR/194/03 y CHIM/I/5812/03 por hechos
ocurridos en diciembre pasado en Chimalhuacán, donde se presume
que policías municipales asesinaron a Ernesto Garduño. El
procurador de Justicia estatal, Alfonso Navarrete Prida, fue notificado
del caso y ordenó el inicio de la averiguación REL/TOL/DR/I/242/04,
ante la Dirección de Responsabilidades, para investigar a los funcionarios
de las agencias ministeriales que tomaron conocimiento de este caso.
|