Mientras, la dirección del STC está preocupada por "acomodar a sus amigos"

Aumentan los delitos en instalaciones del Metro, alertan trabajadores

Integrantes de agrupaciones sindicales independientes señalan diversas irregularidades

LAURA GOMEZ FLORES

Las estaciones del Metro se han convertido en una ciudad subterránea, donde se ofrecen por igual mercancías diversas, se pide dinero por cantar o hacerla de fakir, se enganchan clientes en busca de drogas o placer, o se cometen ilícitos como robo, abuso sexual y hasta violación, como sucedió hace una semana en la estación Pantitlán.

La respuesta de las autoridades del Sistema de Transporte Colectivo (STC), encabezadas por Florencia Serranía Soto, ha sido el silencio ante la opinión pública y la amenaza a los trabajadores que se atreven a hablar de las arbitrariedades, como el cambio de turno o de centro laboral, así como de la eliminación del pago de productividad, denunció personal de vigilancia, taquillas, conducción y administrativo.

Agrupados en organizaciones ajenas al Sindicato Nacional de Trabajadores del STC-Metro, dirigido por Fernando Espino Arévalo, como la Asociación Sindical de Trabajadores del Metro, el Sindicato Democrático Independiente y la Red de Taquillas, señalaron que dichos problemas ya habían sido controlados, pero han "florecido en esta gestión, preocupada en ampliar la estructura burocrática para acomodar a sus amigos".

Señalaron que de 127 unidades administrativas se incrementaron a 181, lo cual ha derivado en un aumento del gasto corriente, el despido de personal con experiencia, la cancelación de cargos directivos, pese cumplir con el perfil técnico, y un incremento "mísero, de 5 por ciento", al salario de los 12 mil 500 empleados del organismo, que equivale a seis pesos diarios, apenas suficientes para adquirir tres boletos del Metro.

Durante el Foro Laboral Sindical, realizado en el Club de Periodistas, dijeron que la falta de coordinación con la policía preventiva y de facultades de los vigilantes del STC para detener a infractores provocó que hace unos días los involucrados en la violación de dos mujeres en Pantitlán no fueran detenidos y se escabulleran en los andenes del paradero. Además, la "invasión" de ambulantes en las 175 estaciones de la red es aprovechada para cometer delitos como robo de carteras y monederos y otros objetos de valor, principalmente en las estaciones Hidalgo, Bellas Artes, Pino Suárez y San Lázaro, sobre todo durante las denominadas "horas pico".

Leonel Cataño Rosas, secretario de Prensa de la Asociación Sindical, precisó que se trata de mafias que se han armado para amedrentar al cuerpo de vigilantes. Aseveró que el encargado de Seguridad del Metro, Mario Alberto Izazola, "no mantiene ninguna coordinación con los elementos de las policías Auxiliar y Preventiva, encargados de detener a los infractores fuera o dentro de las instalaciones, respectivamente, lo cual permite que actúen con total impunidad.