El ex secretario Pescador Osuna considera necesario consultar a especialistas

Con su reforma para secundarias, vuelve SEP a prácticas del pasado

Es inapropiado omitir la enseñanza de las culturas prehispánicas, asevera

CLAUDIA HERRERA BELTRAN

La Secretaría de Educación Pública (SEP) incurrió en las prácticas del pasado al anunciar la reforma de la enseñanza secundaria "sin haber contado con suficiente respaldo ni consenso" de especialistas y maestros, consideró el ex secretario de Educación Pública, José Angel Pescador Osuna.

Señaló que las autoridades educativas tienen que abrir un debate amplio y considerar la postura del magisterio y de organismos como el Consejo de Participación Social en Educación, o de lo contrario será difícil sacar adelante la reforma sin que haya conflictos.

Con la experiencia de haber enfrentado situaciones similares en 1982, por la edición de una serie de monografías de los estados de la República, y en 1992, con la polémica que suscitaron los libros de historia para primaria que finalmente fueron cambiados, Pescador aseguró que "vale la pena escuchar a la sociedad".

En torno a la decisión de la SEP de eliminar la enseñanza de la historia anterior al siglo XV, explicó que no es lo más apropiado, pues es un tema con significado importante para los mexicanos y que además ha recobrado importancia en el mundo.

"No podemos sacrificar unidades y contenidos, porque entender muy bien qué son las culturas mesoamericanas es entender nuestro origen, qué nos digan una razón pedagógica y metodológica por la cual se hizo este ajuste", afirmó en entrevista con este diario.

En opinión de Pescador Osuna, quien actualmente forma parte del Consejo Técnico del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), hay tiempo suficiente para concluir una reforma de secundaria con el consenso de la sociedad.

"En mi paso por la SEP viví muchos casos de este tipo, y lo que nos dio mejores resultados fue cuando consultamos a todos los maestros", afirmó.

Dijo que el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación tiene que ser consultado en cuanto a las implicaciones laborales, pero permanecer al margen de los aspectos educativos.

Señaló que la asignatura de historia merece una discusión amplia, sobre todo con los antecedentes de polémicas similares que han ocurrido en México.

Y se refirió a la controversia que provocó el libro de historia en el gobierno salinista. "Yo era subsecretario y me tocó platicar con todos los grupos, encontramos que los textos tenían errores tipográficos, pero lo que más criticaba la gente era la forma de ver la historia, como encapsulada. Finalmente los libros se modificaron y quedaron muy bien".

La reducción de materias y contenidos, explicó, es la tendencia internacional, pero debe aplicarse con cuidado. "No se trata sólo de ver la reducción de horas, sino de cómo embonan éstas con las unidades curriculares y con la primaria y el bachillerato".

Explicó que la dependencia está en tiempo de poner en práctica una reforma, sólo es cuestión de que tome en cuenta la opinión de especialistas, instituciones y expertos en la elaboración de libros de educación básica.

"La SEP ha incurrido en una práctica que fue común en el pasado y que debería modificarse en la época del cambio, y consensar estas propuestas con los grupos más interesados", afirmó.