México D.F. Domingo 18 de julio de 2004
Celso Duarte, arpista uruguayo
''Mi música no es un folclor muy puro, pero
sí virtuoso''
Con su familia se presenta hoy en el Museo del Carmen
JORGE RICARDO
El músico Celso Duarte tiene una herencia musical
de seis generaciones, 30 años fuera de su país, diez dedos
con los que toca el arpa como un virtuoso, unos binoculares para calcular
cuántos pájaros viven en un parque y unos pies para "regresar
caminando a Uruguay cuando se termine el éxito".
Originario
de Costa Mbocayaty, provincia de Villarrica, cuna del arpa uruguaya, se
ha convertido en el máximo representante de las composiciones para
solo de arpa y ensambles. Los lugares donde se presenta van desde los festivales
de música tradicional en Estados Unidos, Japón Suiza y Sudamérica,
hasta el Museo del Carmen de la Ciudad de México, donde hoy ofrecerá
un concierto junto con "La familia Duarte".
En entrevista, acompañado de su esposa, la también
música María Elena López, considera que la arpa "con
nosotros ya logró en lo comercial un lugar importante", pues durante
los últimos años ya se presenta en conciertos con mucho público.
"Nuestra música tal vez no sea un folclor muy puro,
pero sí muy virtuoso", sentencia el artista guaraní. La música
popular de ahora incorpora elementos nuevos como el bajo o la batería
y armonías como el ritmos de jazz; la tendencia que predomina es
"hacer música del mundo", tocar el repertorio de un país
con elementos de otras culturas.
Creador de melodías donde el sonido del arpa se
mezcla con los onomatopéyicos, considera que ésta transita
entre su concepción de "instrumento tocada por los ángeles,
que duerme" y los "ruidos de los fandangos", a pesar de que en los países
del primer mundo sea cada vez mayor el interés por ellas.
Las sociedades, agrega María Elena López
por su parte, se han vuelto muy frías a las manifestaciones artísticas,
por eso las competencias o conciertos "siempre se busca lo más llamativo,
porque la gente ya no se conmueve".
Celso Duarte no profundiza mucho en las imágenes
que sugiere su obra, dice, "pero a veces sí me hallo pensando desde
dónde nací y por qué tengo que estar trajinando en
ciudades tan grandes siendo mi origen tan distinto, qué hago entre
carros, pero no entiendo, a lo mejor me hace falta más edad".
Sin embargo, "a veces me pregunto por qué hasta
ya muy viejo se me ocurrió tocar con los diez dedos, ahora pienso
dejar un método para los jóvenes, pues con los diez dedos
hago un arpegio impresionante".
Todo en el artista es una búsqueda que le impone
la nostalgia, cocina platillos uruguayos: "hago mucho tiradero, pero sabor
sí tengo". Humilde, Duarte considera: "la música es como
cocinar: a veces ya existe un platillo y alguien le agrega una yerba y
le cambió un poquito el sazón, y eso es motivo para que la
prensa se interese y venga".
"Música latinoamericana" con la Familia Duarte
se presenta hoy a las 17 horas en el Museo del Carmen (Revolución
esquina Monasterio 4 y 6, San Angel).
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