México D.F. Domingo 18 de julio de 2004
Cristina del Castillo extiende Casa Matriz
a otro foro
Lamentable, que se valore a una mujer sólo si
es madre
ARTURO GARCIA HERNANDEZ
Por amor al teatro. Porque nada se compara a la experiencia
viva y palpable de actores y público frente a frente. Por la emoción
irrepetible de cada función. Porque un país sin teatro es
un país sin cultura. Porque no todo puede ser Big Brother
o La Academia. Porque entretiene y ayuda a conocerse. Por estas
y otras razones, Cristina del Castillo persiste en hacer teatro. Lo ha
hecho de manera intermitente durante 30 años. Casi siempre contra
viento y marea.
Actualmente
la actriz produce y protagoniza la obra Casa Matriz, comedia de
la argentina Diana Raznovich que plantea una reflexión crítica
y desmitificadora sobre la maternidad.
Es la historia de una mujer joven que el día de
su cumpleaños contrata los servicios de una empresa, Casa Matriz
SA de CV, que alquila madres al gusto. La clienta contrata siete progenitoras
sustitutas, representativas de otras tantas formas de ser madre.
Además del humor de la obra, de lo reveladora que
resulta, Del Castillo señala otro aspecto: "Es una reflexión
desde nosotras mismas. Aunque la sociedad argentina tiene sus particularidades,
también tienen puntos en común con México. Entonces
no es una obra que viene desde Europa o Nueva York a decir cómo
somos, sino que las latinoamericanas mismas lo estamos diciendo".
Explica la actriz: "En México y otros países
lo que más se valora de una mujer, y muchas veces lo único
que se valora, es que sea madre. Puedes ser una gran intelectual o una
científica y, bueno, está bien, pero si dices que vas a ser
madre, todo se mueve a tu alrededor. Ser madre te coloca en el mundo".
La actriz hace notar que incluso para una mujer que no
tiene la obsesión de la maternidad, llega un momento en que el reloj
biológico la pone ante la disyuntiva.
Del Castillo fue madre a los 30 años, luego de
varios años de debatirse en el dilema entre serlo o no: "Podía
no haberlo sido pero quise serlo, decidí serlo, para bien. Pero
también es cierto que un hijo es un enorme obstáculo, te
corta la posibilidad de proyecto, hay esta enorme absorción de energía,
de inteligencia, de dinero, pero también es un enorme motor".
Entonces, "después de ser madre, la siguiente gran
pregunta es cómo serlo. Porque además tienes que ser la madre
perfecta y vienen a decirnos: 'tú quisiste ser madre, ahora cumples,
ahora lo haces bien: tus hijos tienen que tener los dientes perfectos,
los pies perfectos, la mente perfecta, el deporte, el idioma'. Hay madres
inteligentes, preparadas, que se la pasan ocupadas con sus hijos dejando
atrás sus cosas, sus proyectos".
Amante como es del teatro, cuando sale de viaje la actriz
acude a ver cuanta obra puede en las ciudades que visita. Así descubrió
Casa Matriz durante un viaje a Ecuador. De inmediato quedó
atrapada: se hablaba con humor e inteligencia de un tema que le era cercano:
las preocupaciones, angustias, dudas, que ella misma experimentaba respecto
de la maternidad.
Por la manera en que aborda la cuestión, Cristina
del Castillo decidió traer Casa Matriz a escenarios mexicanos:
"Es una obra inteligente y profunda. Me parece además que sacude
muchísimas cosas".
(Casa Matriz se presenta todos los miércoles
en la Planta de Luz, de Plaza Loreto, y continúa haciendo temporada
en el foro Ana María Hernández (Pacífico 181, Coyoacán,
a una cuadra de Miguel Angel de Quevedo). Las funciones aquí son
sábados, a las 19 y 21 horas, y domingos, a las 18 horas. Teléfono
56 58 97 44).
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