La rebelión de Yanga recrea el primer movimiento libertario de América

El teatro toma el malecón veracruzano en el Festival Internacional Afrocaribeño

La música tradicional de marimbas y sones combartió la noche con sonidos electrónicos

ANDRES T. MORALES CORRESPONSAL

Veracruz, Ver., 17 de julio. Por vez primera, el teatro ingresó al Festival Internacional Afrocaribeño y en un escenario hecho de arena y tarde costeña, la playa de Villa del Mar fue el lugar ideal para la puesta en escena de la obra La rebelión de Yanga, que cuenta la vida de uno de los pioneros del movimiento independentista en el continente americano.

También por primera vez, el malecón porteño conjugó dos noches diferentes, los sones de la marimba y la percusión tradicional con la música electrónica en los foros monumentales que presentaron la orquesta La Papaya de Panamá y Afrocaribe Electrónico, dedicado al público joven.

Acompañando los foros académicos que discuten el tema de los movimientos libertarios en América, y en especial, el homenaje a los gestores de la independencia de Haití acontecida hace 200 años y los primeros revolucionarios de la Nueva España, representados por el esclavo negro Yanga, el teatro callejero hizo su presentación de gala en el festejo afrocaribeño.

En la tradicional playa de Villa del Mar se presentó en tres funcionares diferentes la obra teatral La rebelión de Yanga, dirigida por Maria Elena López, que tuvo como marco la arena y mar veraruzanos. Los ritmos de tambores y danzas africanas arroparon el recuerdo de la tierra nativa del príncipe de los Yang-bara que de joven fue traído al Nuevo Mundo e inició el primer movimiento libertador del continente.

Con el apoyo de los alumnos de la Escuela Libre de Música del Instituto Veracruzado de Culura (Ivec) y actores aficionados, la obra narra la captura de Yanga, heredero de una de las tribus que poblaban el alto Nilo en la nación de los dincas, entre Bari y Macaras y su arribo a América a bordo de los barcos esclavistas del siglo XVI.

El príncipe Yanga, inicia su rebelión junto con otros esclavos de las haciendas azucareras de Veracruz en 1629 y funda el primer poblado libre denominado San Lorenzo de los Negros, hoy llamado oficialmente Yanga y que se localiza a 100 kilómetros del puerto de Veracruz.

En la puesta en escena de La rebelión de Yanga, además de las autoridades del Ivec que dieron un reconocimiento a los actores y directora de la obra, estuvo presente un grupo de pobladores de Yanga, que conservan los rasgos que caracterizaron a los llamados mulatos, cimarrones , bozales o ladinos durante la época colonial.

Aún hierve en la sangre el coraje de Yanga

"Lo que Yanga inició fue coraje traído de Africa que enseñó a muchos y que nos sigue hirviendo en la sangre", comentaron socarrones los invitados a la presentación.

Allí, los descendientes del príncipe Yanga conocieron, mediante la interpretación histriónica, el camino libertario que su antecesor inició hace varios siglos.

De manera paralela, en las salas del convento betlehemita que alberga al Ivec, se expone la muestra de xilografías denominada Yanga, de Marisol Celia León Martínez y en los talleres musicales se imparten cursos de percusiones y danzas de Senegal, así como de ritmos afroamericanos.

En las charlas académicas, las mesas versaron sobre la piratería en la región del Caribe y Golfo de México, y Haití, como nación precursora de la emancipación esclavista. Todo como contexto de la actividad de los esclavos negros en etapas fundamentales de los pueblos latinoamericanos.

En la noche de viernes, de nueva cuenta el Paseo del Malecón retumbó con el segundo foro musical que presentó a la orquesta panameña La Papaya, la cual para gusto de los jarochos interpretó "música movible" como algunos señalaban, acompañada por las famosas marimbas enanas, parientes de las mexicanas.

La tertulia musical fue aderezada también con la orquesta Tres Generaciones dirigida por el veracruzano Guillermo Salamanca y Chuchumbé. Anoche, el malecón jarocho se amenizó con el ritmo de Guayacán de Ayer, Merenglass y Afrocaribe Electrónico, un espectáculo sui generis dedicado al público joven que combinó los sones del caribe afromestizo con la música digital, para demostrar que la modernidad tecnológica no esta peleada con la música del pueblo, afirmaron los organizadores.