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México D.F. Domingo 18 de julio de 2004
Cancún: desaseo político
En
el municipio de Benito Juárez, Quintana Roo, donde se ubica Cancún,
se vive una crisis política marcada por la quiebra en las arcas
públicas, las disputas entre facciones del Partido Verde Ecologista
de México, que tiene en sus manos el ayuntamiento, las maniobras
del gobierno estatal, encabezado por el priísta Joaquín Hendricks,
para provocar la asfixia financiera del municipio, y el desaseo en la actuación
del Congreso local al intervenir en el conflicto.
El viernes pasado, mientras en Benito Juárez un
grupo de manifestantes integrado por taxistas, trabajadores municipales
y de diversos sindicatos de la Confederación de Trabajadores de
México se manifestaban violentamente a las puertas de la sede del
ayuntamiento, el presidente de la Comisión Permanente del Congreso
local, Javier Zetina González, recibía las renuncias de 11
de los 15 regidores; horas después, con el aval de los diputados
de PRI, PVEM y Convergencia, decretaba la desaparición de poderes
en el municipio y daba posesión a un concejo ciudadano encabezado
por la pevemista Marisol Avila, en sustitución de Juan Ignacio García
Zalvidea, alcalde desde abril de 2002.
El edil depuesto es acusado por sus correligionarios -una
vez más, el PVEM demuestra su inconsistencia como partido político-,
por el PRI y Convergencia, de haber provocado el colapso de las arcas públicas
por una mala administración, razón por la cual se habían
presentado demandas de juicio político en su contra, que hasta ahora
no han procedido. Sin embargo, García Zalvidea responsabiliza al
gobierno estatal de esa situación y acusa a Hendricks Díaz
de haberle escamoteado y retrasado la entrega de recursos estatales y federales
con el fin de entorpecer su administración y sabotear sus aspiraciones
electorales para contender por la gubernatura en 2005. El ayuntamiento
enfrenta deudas a proveedores por casi 200 millones de pesos, rezagos en
servicios por 600 millones, una cantidad que equivale a la mitad del presupuesto
municipal del presente año. Además, en días recientes,
trabajadores sindicalizados que exigen el pago de fondos de ahorro y otras
prestaciones habían amenazado con realizar una huelga, lo cual es
un indicio de las graves consecuencias para la estabilidad social que podría
provocar tal escamoteo motivado por rivalidades políticas. Sin duda,
los órganos de fiscalización deberán determinar si
ha habido malos manejos y, de ser el caso, emitir las sanciones correspondientes,
pero esta revisión no deberá estar contaminada por intereses
políticos. Si, como lo denuncia el grupo encabezado por Marisol
Avila, ha habido irregularidades en la administración local, no
basta con remplazar al presidente municipal para que éstas se esclarezcan.
Por otro lado, la actuación del Ejecutivo y el
Legislativo estatales ante esta crisis ha evidenciado que existen intereses
oscuros en la alianza de pevemistas y priístas para decretar la
desaparición de poderes en Cancún. Por ejemplo, los integrantes
del nuevo concejo ciudadano fueron invitados directamente por Hendricks
horas antes de que se concretaran las renuncias de los regidores, lo que
convierte al gobernador en el elector de ese ayuntamiento sustituto. Si
las partes en conflicto persisten en la confrontación y los golpes
bajos, la situación podría derivar en un conflicto mayor.
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