GASODUCTO A LA FLORIDA | 26 de julio de 2004 |
Canute James, Kingston Trinidad y Tobago, fuente principal de abastecimiento de gas natural licuado (GNL) que se importa en Estados Unidos, planea incrementar su participación en ese mercado energético mediante un gasoducto transcaribeño conectado con la Florida. Este país de habla inglesa, 1.3 millones de habitantes, localizado frente a la costa de Venezuela, negocia un proyecto de asociación para una terminal de regasificación en el Golfo de México frente al estado de Luisiana. El proyecto coincide con la expansión de la capacidad productiva del país, que tiene ahora un valor de 3.5 mil millones de dólares de GNL, y que aumentará su volumen de exportación a 12 millones de toneladas en 2006. El país que provee 70 por ciento de las importaciones estadunidenses de GNL, está en tratos con El Paso Corporation para la construcción de un gasoducto con un costo de 3 mil millones de dólares, según ha declarado Eric Williams, ministro de Energía de Trinidad y Tobago. Willimas informó también que el gobierno está en tratos con Freeport-McMoRan Energy de Estados Unidos para la operación y previsión en una sociedad conjunta para la terminal de regasificación frente a Luisiana. El gasoducto planeado ayudaría a satisfacer la creciente demanda de gas en el sureste de Estados Unidos para alimentar estaciones de generación de electricidad. El Paso Corp., junto con AES, de Estados Unidos, y Tractabel, de Bélgica, planean llevar gas de sus terminales en Bahamas para alimentar las necesidades de la región del sureste de aquel país. Los planes presentados por las compañías de abastecimiento de energía en Florida proyectan un aumento en la capacidad instalada de generación eléctrica alimentada por gas en el estado por encima de 11 mil megavatios al terminar 2005. Esta demanda proyectada requerirá de más de 2 mil millones adicionales de pies cúbicos de gas por día. "El gasoducto de Trinidad a Florida será extensión de uno planeado por el gobierno para llevar gas a las islas francesas de Martinica y Guadalupe" precisó Williams. El proyecto es técnicamente factible, aseveró Richard Vaughan, el director de desarrollo de negocios de El Paso Corp. "Hemos realizado algunos estudios de factibilidad al respecto de este gasoducto y compartido los resultados obtenidos con el gobierno de Trinidad y Tobago", añadió. "Estaríamos dispuestos a ayudar al gobierno en este proyecto en todas las formas posibles. Obviamente que los factores políticos y la necesidad de acordar con naciones soberanas en el camino será todo un reto." Florida está a 2 mil 600 kilómetros de Trinidad y Tobago y funcionarios del gobierno han dicho que la factibilidad del gasoducto estará influida por los resultados de los estudios del posible impacto ambiental marino de la zona. Williams señaló que la regasificadora en Luisiana estará cerca de ductos de distribución de gas natural y que el proyecto incluye el almacenamiento de gas en cavernas subterráneas de sal. "La demanda en el mercado de Estados Unidos se agudiza debido a la persistente declinación natural de las reservas de gas y a la insuficiencia de terminales de regasificación." Freeport-McMoRan Energy, el socio probable en la planta de regasificación es subsidiaria de McMoRan Exploration, de Luisiana. Esta compañía busca obtener permisos para construir el Main Pass Energy Hub, una terminal de GNL en esa zona con capacidad de mil millones de pies cúbicos. Otros proyectos asociados con el gas, ubicados en Trinidad y Tobago, son también factibles, consideró el ministro Williams. "Varias compañías del sector energético buscan hacer negocios en nuestro país, y eso representa una oportunidad para establecer más terminales de regasificación en Estados Unidos y para generar una provisión segura de GNL." Guy Caruso, director de la Administración de Información del Departamento de Energía de Estados Unidos, indicó que hay varias propuestas de empresas del sector energético para construir plantas de regasificación en la costa del Golfo de México y que entre nueve y 12 terminales serán construidas antes de 2025. "La mayor restricción para empezar la construcción de las terminales de GNL es la obtención de los permisos necesarios, lo que ha sido más lento de lo previsto originalmente", explicó Caruso. Hay, no obstante, preocupación en el gobierno y en la industria de Trinidad y Tobago acerca de la posibilidad de adecuar los recursos de gas del país a una demanda en continua expansión. El consumo crecerá cuando se complete la planta de producción de GNL propiedad de Atlantic LNG que inició su actividad en 1999. Esta empresa es un consorcio compuesto por British Petroleum, British Gas, Repsol de España, Tractebel de Bélgica, y la estatal National Gas Company, de Trinidad. Trinidad y Tobago tiene 32 mil 600 miles de millones de pies cúbicos de reservas de gas probadas, probables y posibles, y reservas potenciales por 92 mil miles de millones de pies cúbicos, de acuerdo con cifras oficiales. Recursos adicionales de gas para producir GNL provienen de Venezuela, según funcionarios trinitarios. En una reciente reunión entre el primer ministro de Trinidad y Tobago, Patrick Manning, y el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, se ratificó un acuerdo entre los ministros de Energía para trabajar por un arreglo que haría que el gas de la planta Deltana Platform de la costa de Venezuela se procesara en Trinidad. La
reunión y el acuerdo de referencia indican que hay avances para
dirimir
una disputa en la que ambos países rechazaron sus respectivas
propuestas para compartir los beneficios de los yacimientos conjuntos
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