Eduardo Martínez Cantero

¿A quién no le gusta satisfacerse y complacer a su pareja cuando de tener sexo se trata? Sin duda, la mayoría de las respuestas a esta pregunta son afirmativas. En la actualidad existen en el mercado cualquier cantidad de productos que ofrecen la máxima potencia sexual o eliminar problemas de salud, como la disfunción eréctil. Algunos se venden sin receta médica: suplementos alimenticios, geles vigorizantes, aerosoles estimulantes o afrodisiacos encapsulados; y los que se adquieren por prescripción médica.

Pfizer fue la primera farmaceútica que lanzó al mercado la pastilla azul Viagra, hasta entonces (1998) era la única opción, sin embargo, los competidores no podían quedarse atrás y desarrollaron alternativas para el público. Así, nacieron Cialis, de los laboratorios Lilly Icos, y Levitra, de Bayer y GlaxoSmithkline.

No era para menos: en un informe presentado por la Asociación Americana de Urología se calcula que en todo el mundo existen 152 millones de personas con disfunción eréctil. En entrevista, Diego Ayala, Gerente de Mercadotecnia de Pfizer, México comentó cómo enfrentó la trasnacional la llegada de estos productos al mercado.

­Primero que todo les dimos la bienvenida ­expresó Ayala­; se trata de un mercado mal diagnosticado y poco tratado. Existen en México 4.5 millones de hombres que tienen algún grado de disfunción eréctil y en este momento son tratados apenas 250 mil. La entrada de Cialis y Levitra en el mercado ha favorecido aún más el interés por la mejora de la vida sexual y la productividad. Están ayudando a la expansión del mercado.

­¿Qué porcentaje de las ventas totales de Pfizer representa Viagra?

­En México tenemos ventas de Viagra por 42 millones de dólares, de los 480 millones totales que vende Pfizer anualmente.

­¿Cuánto cuesta Viagra en la farmacia?

­Los precios de Viagra son muy similares a los de la competencia. Una pastilla de 50 mg cuesta 150 pesos, y una de 100 mg vale 230 pesos.

­¿No es un precio elevado por una tableta de Viagra?

­Es el precio que está dentro del mercado de estos productos; es el precio que tiene todo el costo de investigación y desarrollo del producto para los laboratorios que contamos con patente. Finalmente fueron 12 años desde el descubrimiento del mecanismo de acción, desarrollo de los estudios clínicos, encontrar la dosis correcta; esto hace que los precios respondan a todo el costo de investigación y su colocación en el mercado.

­Tomando en cuenta el precio, ¿quiénes pueden consumirlo?

­El segmento de la población A, B, C y C+, representado por hombres de poder adquisitivo medio alto y alto; sin embargo, para favorecer a los otros segmentos de la población logramos la inclusión de Viagra en el cuadro básico de medicamentos. Entonces está disponible en el IMSS y el ISSSTE. De los que tienen poder adquisitivo calculamos que 1.4 millones de personas pueden comprar medicamentos de esta clase.

La guerra por el mercado de la disfunción eréctil apenas empieza. Pfizer está por lanzar una campaña para "vender algo más allá de la función genital; se trata de una mejora de la vida sexual de la gente". La campaña incluye los aspectos de pareja, familiares y laborales.

­¿Cuál es el impacto que tienen estas campañas económicamente hablando?

­Quiero compartir con La Jornada el impacto económico que tienen este tipo de campañas en cuanto a la productividad del país. Hombres entre 40 y 50 años de edad, económicamente activos, sufren en silencio el problema de la disfunción eréctil y eso se ve reflejado en la productividad de ellos y de sus empresas.

­¿Puede mencionar un caso en particular?

­Sabemos que 34 por ciento de los pacientes con disfunción eréctil son diabéticos; estamos hablando de 2 millones de personas. Este cálculo nos puede llevar a que haya un impacto, conforme a un estudio económico que estamos realizando, de 0.2 por ciento en el PIB del país, incluso puede alcanzar el uno por ciento; todo como consecuencia de lo duro que significa vivir con el problema de la disfunción eréctil §