México D.F. Martes 27 de julio de 2004
El compromiso, evitar el fracaso de 2000; "que
esta vez se cuente cada voto": Al Gore
Apostamos por un país de oportunidades compartidas,
no por la división: Clinton
En Boston todos mencionan el tema de Irak; nadie se
atreve a sugerir una posible retirada
JIM CASON Y DAVID BROOKS ENVIADOS
Boston, 26 de julio. El Partido Demócrata
comenzó su convención celebrando la historia triunfante de
sus ex presidentes y comprometiéndose a no repetir el fracaso de
2000, cuando el candidato Al Gore ganó el voto popular pero perdió
la elección después de un conflictivo y nunca comprobado
conteo en Florida.
Pero la estrella hoy fue el ex presidente Bill Clinton,
quien se llevó ovaciones de pie de los delegados al hablar, en su
estilo de reverendo sureño, de lo que está en juego en esta
elección.
"Los
demócratas y los republicanos tienen ideas muy diferentes entre
las opciones que deberíamos tomar, enraizadas en perspectivas fundamentalmente
diferentes sobre cómo deberíamos enfrentar nuestos desafíos
comunes en casa y cómo deberíamos desempeñar nuestro
papel en el mundo. Los demócratas quieren construir una América
(sic) de responsabilidades compartidas y oportunidades compartidas... Los
republicanos creen en una América administrada por la gente correcta,
su gente".
Su retórica infectó a su fiel público,
que veía con gran nostalgia al último ganador. Clinton fue
presentado por su esposa, la senadora Hillary Clinton, quien también
recibió una gran ovación.
Clinton esbozó las grandes diferencias entre Bush
y Kerry: "Aquellos que creen que el papel del gobierno es concentrar la
riqueza en las manos de aquellos que abrazan sus perspectivas políticas
y sociales... necesitan un Estados Unidos dividido, nosotros no".
El gobierno de Bush, subrayó, opta por la acción
unilateral, mientras Kerry ofrece un regreso a la política del gobierno
de Clinton de "mayor cooperación global". Destacó las diferencias
en política ambiental, desarme, educación, salud, niños
y más, con una cadencia que lograba incitar a las filas de los militantes
demócratas, generó ovación tras ovación que
culminó en casi un éxtasis. Era obvio que no pocos deseaban
que se enmendara la Constitución para permitir que Clinton fuera
el candidato presidencial una vez más.
Se dice que los asesores de Kerry programaron la presentación
de Clinton y su esposa esta noche, lo más distante posible de la
aparición de Kerry ante esta convención el jueves, para asegurar
que el ex presidente no vaya a opacar al candidato del partido.
Como parte del acuerdo con el actual aspirante, Clinton
saldrá de Boston el martes, pero durante su estancia aquí
goza de un trato de estrella de rock. Cuando sale de su hotel o llega a
un restaurante, las mujeres corren para verlo y colas de gente lo espera
en todos los actos públicos.
Kerry, el equivalente a un valium
Esto revela un grave problema para los demócratas,
ya que Kerry, en comparación con el ex presidente, es tieso, no
tiene el mismo carisma natural, y no provoca la misma reacción entre
la gente. No es por nada que la revista The Economist describió
esta semana a Kerry como "el equivalente político a un valium".
En parte por esto, los estrategas de Kerry están
buscando generar una imagen heroica de su candidato, para intentar darle
un brillo particular. Por eso, hay varios veteranos militares amigos de
Kerry que ofrecerán testimonios y elogios de la valentía
y honor del candidato presidencial. "Nuestro objetivo es mostrar el lado
personal del senador Kerry; su carácter, su servicio en Vietnam,
sus cualidades de liderazgo", afirmó el gobernador y presidente
de esta Convención Nacional Demócrata, Bill Richardson, esta
mañana en entrevistas con los medios.
Pero es el fantasma del triunfo electoral aunque derrota
política de 2000 el que marcó este primer día de la
Convención. Ese tema desplaza casi a todos los demás, implícita
y explícitamente, y cada vez que se habla de unidad, de promoción
del voto, de asegurar el triunfo, se está hablando de la defensa
del voto.
Todos aquí son testigos del fin del mito de la
democracia estadunidense de que "cada voto cuenta", ya que no se contaron
todos en 2000. No sólo eso, sino que los demócratas fracasaron
en defender su voto, y su triunfo. Esta noche, Al Gore, y muchos más,
reiteraron que harán todo para que eso no se repita.
"Créanme: cada voto cuenta", declaró desde
el podio Gore, víctima de la caída del sistema electoral
en 2000. "Aseguremos esta vez que se cuente cada voto". Y bromeó:
"ya conocen ese viejo dicho: ganas algunas, pierdes algunas; pero hay también
esa tercera categoría poco conocida..."
Gore y otros políticos también hablaron
esta noche de la guerra en Irak y los problemas del gobierno de George
W. Bush en ese conflicto. "Estados Unidos ha enajenado a sus aliados, decepcionado
a sus aliados y de forma inadvertida gratificado a sus enemigos al proclamar
una estrategia confusa y preocupante de guerra preventiva", declaró
el ex presidente Jimmy Carter. "Con nuestros aliados desunidos -agregó-,
el mundo resentido con nosotros, y Medio Oriente en llamas, necesitamos
que John Kerry restaure vida a la guerra global contra el terrorismo".
El tema de seguridad nacional es uno de los más
importantes para los demócratas esta semana y, por primera vez,
el partido tiene un caucus de los veteranos de guerra. El ex senador
Max Cleland, veterano y quien perdió ambas piernas en Vietnam, expresó
hoy durante la reunión de veteranos lo que muchos piensan de Bush:
"No evitas por todos los medios necesarios la guerra de tu generación
y después ordenas (enviar) tropas a Irak como presidente. No generas
una guerra de tiros y cierras los hospitales para veteranos".
Los demócratas saben bien que uno de los flancos
más vulnerables de Bush es el tema de Irak, y hoy casi todos los
oradores aprovecharon la oportunidad para atacar esa política y
subrayar que Kerry sabe hacer la guerra y "asegurar la paz" mejor que el
actual presidente. Este será tema constante a lo largo de esta semana.
En política exterior, algunos políticos
que subieron al podio y estrategas de Kerry que circulan por los pasillos
junto con estrellas políticas y del mundo de los espectáculos
(se pudo ver a John Cusack, Richard Dreyfuss, Jesse Jackson, Janeane Garafolo,
Los Lobos, entre otros) ofrecieron la "visión" del candidato.
En torno a América Latina, el representante federal
Robert Menéndez enfatizó que Kerry buscaría armar
puentes hacia la región y promover una cooperación más
amplia y profunda basada en el respeto. Los estrategas ofrecen una visión
de mayor multilateralismo y rescatar la confianza perdida de Estados Unidos
ante la comunidad internacional. Pero nadie de su equipo se atreve a declarar
algo sobre un retiro de Irak o de los costos humanos de la llamada guerra
contra el "terrorismo".
Encuentro bilingüe y multicolor en la Convención
Sufragio latino, el factor crítico en estados clave como Florida
JIM CASON Y DAVID BROOKS ENVIADOS
Boston, 26 de julio. Aquí también se habla español.
Desde el presidente del Partido Demócrata hasta el de la Convención Nacional, y con diferentes acentos, los políticos latinos de todos los niveles -gobernadores, legisladores, funcionarios municipales- el sector electoral de mayor crecimiento en el país hizo acto de presencia la primera noche de esta convención.
El representante federal Robert Menéndez fue el primero en este acto nacional en mencionar el tema migratorio al declarar desde el podio que "es el Partido Demócrata el que está luchando para asegurar.... que los inmigrantes que trabajan duro tengan un camino hacia la legalización".
Hoy hablaron figuras como Antonio Villarraigosa, ex candidato a la alcaldía de Los Angeles e integrante del concilio de esa ciudad, la representante federal Hilda Solís, la vicepresidenta de la central obrera AFL-CIO Linda Chávez Thompson, la supervisora del condado de Los Angeles Gloria Molina y, tal vez el político latino de mayor presencia nacional ahora, el gobernador de Nuevo México Bill Richardson, quien es el maestro de ceremonias de esta convención.
No es casualidad. Los demócratas saben que los latinos podrían ser el factor crítico en estados claves como Florida, California, Nuevo México, Illinois y Arizona en esta elección. El partido ha invertido una suma sin precedente en publicidad en castellano. Hasta el propio John Kerry ha intentado aprender algunas frases en ese idioma.
Pero no sólo los latinos fueron cultivados esta noche. El espectáculo político ofreció un arco iris de sectores en la imagen que transmitió desde este teatro. Con representantes de discapacitados, mujeres, negros, asiáticos, trabajadores y más -las bases tradicionales de este partido-, se pintó lo que insistieron es la cara real de este país.
Y estos sectores podrían entregarle el triunfo a Kerry, si logra movilizarlos. Los estrategas saben que los sectores minoritarios son los que menos votan, y que el voto está dividido. Se dice y se repite que Bush necesita por lo menos 40 por ciento del voto latino para ganar la elección este año (obtuvo 35 por ciento en 2000), y el reto de Kerry es negarle eso al obtener más de 60 por ciento de ese voto. Algo parecido sucede con los hogares de agremiados sindicales, donde más de un tercio votó por Bush la vez pasada.
Uno de los objetivos de esta Convención es asegurar que cada uno de estos sectores se sientan esenciales para el futuro del partido. Aunque los dos candidatos presidenciales son millonarios anglos y güeros, necesitan a todos los que menos se les parezcan para ganar.
Un delegado de Florida, vestido de Tío Sam, durante un receso de la sesión de la convención nacional demócrata FOTO REUTERS
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