México D.F. Martes 17 de agosto de 2004
Reconocen junto con los panistas la labor de
Gertz Manero al frente de la SSP
Gobernadores de oposición reprueban bajos salarios
de policías
JESUS ARANDA
Al darse a conocer un primer balance del programa emergente
de seguridad pública, gobernadores de los estados de filiación
priísta y perredista cuestionaron que la estrategia para combatir
la inseguridad pública no tome en cuenta la saturación de
las prisiones del interior del país, y que tampoco se tomen cuenta
aspectos "estructurales", como los bajos salarios de los policías
y que éstos carezcan de seguro de vida y de gastos médicos
mayores.
Los
ejecutivos estatales mencionaron que la lucha contra la delincuencia debe
tomar en cuenta que 90 por ciento de los delitos son del fuero común
y el resto de "alto impacto", de competencia federal, situación
que debe tomarse en cuenta al distribuir los recursos respectivos.
Durante la 16 sesión del Consejo Nacional de Seguridad
Pública (CNSP) -que encabezó el presidente Vicente Fox-,
en la que el secretario de Seguridad Pública federal, Ramón
Martín Huerta, participó en calidad de secretario técnico
del organismo, los gobernadores de partidos de oposición coincidieron,
sin embargo, con sus pares provenientes de Acción Nacional en reconocer
la labor desarrollada por Alejandro Gertz Manero al frente de la SSP.
El gobernador de Chiapas, Pablo Salazar Mendiguchía,
destacó que se ha "satanizado" el gasto corriente en sectores tan
importantes como seguridad, salud y educación. Dijo que en seguridad
los estados no tienen "margen de maniobra" para incrementar los salarios
de policías y personal encargado de la procuración de justicia.
Comentó que existe una tendencia para que los recursos
para la seguridad vayan directamente a infraestructura -como adquisición
de patrullas, equipo de comunicación y armas-, pero se deja de lado
el factor humano. "Exigimos mayores resultados contra la delincuencia,
pero difícilmente se les puede exigir que arriesguen la vida y cumplan
con su deber cuando ganan -al menos en Chiapas- un máximo de 5 mil
200 pesos mensuales."
José Murat, gobernador de Oaxaca, añadió
que el problema de la seguridad es estructural y pasa necesariamente por
los salarios y prestaciones de policías, jueces y agentes del Ministerio
Público. Sin embargo, sostuvo que ello es consecuencia de la falta
de empleos y los problemas de salud y educación que enfrenta la
sociedad, que inciden en el aumento de la delincuencia.
Miguel Alemán, gobernador de Veracruz, propuso
de plano la reforma al artículo 45 de la Ley de Coordinación
Fiscal, que contempla, entre otras cosas, que los recursos extraordinarios
que reciban los estados, derivados del Programa Nacional de Seguridad Pública,
tienen el carácter de "no regularizables" para los presupuestos
de egresos de la Federación en ejercicios subsecuentes, de manera
que "las responsabilidades laborales que deriven de tales recursos estarán
a cargo de los propios estados. Es decir, si una entidad decide mejorar
sueldos o incrementar el número de efectivos -que entraría
en la esfera del gasto corriente-, no lo puede hacer con base en recursos
adicionales, simplemente porque no tendría cómo hacer frente
a esos gastos el año próximo". Alemán cuestionó
el que dichos recursos deban destinarse únicamente a los rubros
que establezca el CNSP.
Eduardo Bours, gobernador de Sonora, habló de la
saturación de los penales, situación que se agudiza en su
entidad porque 73 por ciento son reos acusados de delitos federales y el
resto por delitos comunes. "Necesitamos -se dirigió al presidente
Fox- reubicar a toda esta gente, porque tenemos un hacinamiento que supera
125 por ciento en nuestros penales."
Ricardo Monreal, gobernador de Zacatecas, se sumó
a esta inquietud, además de llamar la atención sobre los
menores infractores, quienes cada vez incurren en más delitos relacionados
con el tráfico de drogas y la delincuencia organizada.
Al encuentro asistieron representantes de la sociedad
civil, quienes apoyaron la idea oficial de tener voz y voto en el CNSP.
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