REBOZO LUTO DE AROMA

CON ESTE NOMBRE es conocida una prenda femenina, que significa un verdadero lujo. Se elabora en Tenancingo, estado de México. En la actualidad sólo existe un creador que teje este tipo de rebozo; el señor Fidencio Segura García, quien tiene 85 años.

HASTA PRINCIPIOS DEL SIGLO pasado el rebozo luto de aroma se utilizo también como atuendo ceremonial, pues con él se amortajaba a las difuntas. Buen número de mujeres en la población posee y atesora este tipo de rebozo; lo usan durante la Semana Santa y en otras celebraciones. El hilo blanco de algodón mercerizado es la materia prima básica para el tejido de rebozos finos.

LAS MADEJAS DE HILO miden unos 70 centímetros de largo, atadas por pares, se remojan en agua con jabón, se sacan y se pisan para quitarles el exceso de agua y se dejan en reposo por un día. Para que los hilos queden alineados, las madejas se azotan contra una laja de piedra 20 veces por cada extremo, después se exprimen torciéndolas y se ponen al sol para que sequen.

DOS DIAS MAS tarde en un cazo con agua hirviente se ha preparado el colorante; en botes separados se vierte la tinta caliente al mismo nivel en cada uno para que las madejas absorban el color negro de manera uniforme. Se sumergen en los botes y después de unos minutos se vacían la tinta y las madejas en el cazo para que continuen impregnándose por unos minutos.

LAS MADEJAS se sacan del agua caliente y se enjuagan con agua fría exprimiéndolas unas seis veces hasta que el escurrido sea casi transparente. Dos días después se ha preparado una infusión con frutos secos del arbol de cascalote (Caesalpinia coriaria), que contienen altas concentraciones de taninos y producen un tinte negro, en el que se sumergen las madejas para darles un nuevo cocimiento. El árbol es originario de México y prospera en el estado de Guerrero. El fruto del cascalote se emplea para teñir, pues el color y el lustre que produce es durable.
 
 

EL REFINO

LAS MADEJAS se sacan, se tuercen para exprimirlas y se secan al sol. Una tercera tinta negra se ha elaborado en una olla de barro enterrada; sólo sobresale el cuello para que mantenga una temperatura constante y no reciba luz, cuando menos por un mes. La tinta se prepara con agua, vinagre, cáscara de plátano manzano y pedacería de fierro.

LAS MADEJAS SE SUMERGEN en una mezcla, en frío, de agua y "tinta de fierro" se dejan reposando por dos días. Previamente se ha hervido "pazcle" (heno o paxtli Tillandsia unsenoides) que se muele en metate pasándolo tres o cuatro veces hasta formar una pasta espesa, que se diluye en agua y se deposita en el cazo donde se tiñe. Esta operación quita todo mal olor al hilo.

HASTA AQUI LAS OPERACIONES tuvieron como fin lograr un color negro brillante y permanente del hilo. El olor, que dura aunque se lave repetidas veces la prenda, se obtiene cociendo el hilo en agua con romero, pericón, pétalos de rosas de "castilla", hojas y cáscaras secas de naranja, semillas de alhucema (espliego), canela, clavo, pimienta y anís a esta acción se le llama "refino". Antes de proceder a tejer el rebozo las madejas se impregnan en una solución ligera de almidón y se secan al sol.

CASCALOTE EN NAHUATl = nacazcul que quiere decir oreja retorcida, en alusión al fruto que tiene esta forma.

El tejido del rebozo luto de aroma, actividad casi en extinción, cumple un papel ceremonial y de atesoramiento. Para su manufactura requiere un proceso sui generis que se realiza en Tenancingo, estado de México.

Gracias a Osiris Segura Flores, Beatriz Garcés Gómez y Melesio Bautista Jardón por su información.
Grafica Marco Buenrostro


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