México D.F. Martes 24 de agosto de 2004
Incluye dos patrullas capaces de lanzar misiles a 37 kilómetros
Presenta la Armada equipo militar israelí para vigilar costas nacionales
JESUS ARANDA ENVIADO
Coatzacoalcos, Ver., 23 de agosto. La Armada de México ingresó ayer al grupo de fuerzas navales que cuenta con patrullas misileras, capaces de repeler agresiones de blancos enemigos y de disparar proyectiles a una distancia de 37 kilómetros.
A unos días de que la Secretaría de Marina -el 14 de septiembre próximo- presente al presidente Vicente Fox el armamento adquirido durante su gestión, cuyo objetivo principal es salvaguardar las costas nacionales de ataques terroristas en zonas estratégicas del Golfo de México (sonda de Campeche, nucleoeléctrica de Laguna Verde y Complejo Cantarell, entre otros), la Secretaría de Marina presentó las dos patrulleras misileras que aquirió en Israel por 50 millones de dólares.
En el acto, que tendrá lugar en el puerto de Veracruz, Fox conocerá los aviones E2C Hawkeye destinados a vigilar el espacio aéreo y marítimo del país con los radares y sensores de última tecnología con los que cuenta, así como las ocho patrullas interceptoras construidas en los astilleros navales de Coatzacoalcos.
Las patrullas tienen un costo 25 por ciento inferior al millón de dólares que se pagó por cada una de las 40 lanchas interceptoras suecas tipo Polaris, que fueron adquiridas en la pasada administración y que forman parte de un ambicioso plan del alto mando de contar con 100 patrullas de este tipo para fines de este sexenio.
Sin embargo, requeriría construir 50 patrullas en los próximos dos para cumplir la meta, armar un total de 60 embarcaciones para el fin de sexenio y completar las 100 unidades que se requieren para vigilar las costas nacionales.
El director del Astillero 3 de la Armada, Rafael Vázquez Feregrino, sostuvo en entrevista que el único obstáculo que hay para construir las lanchas interceptoras es la falta de presupuesto, "porque capacidad hay".
Por su parte, el teniente de fragata Gabriel Lozano explicó a bordo de la misilera, que se encuentra a unos kilómetros del Astillero 3, que la tecnología con que cuentan las embarcaciones -lo que dio lugar a la formación de la Clase Huracán-, no la tiene ningún buque con el que cuente actualmente la Armada, ya que no sólo es capaz de repeler agresiones directas y disparar misiles tipo Gabriel y Harpoone, sino que, además, le permite a la tripulación conocer la ubicación de eventuales blancos -aviones o barcos- enemigos, neutrales o amigos y con ello, prepararse para una eventual confrontación.
Con lo que respecta a la protección de las zonas estratégicas, estas embarcaciones que a simple vista parecen más pequeñas y menos imponentes que las corbetas tipo Holzinger que produce la Armada, las misileras tipo Aliya tienen capacidad de fuego suficiente para derribar cualquier objetivo que atente contra los objetivos estratégicos del país.
De acuerdo con fuentes consultadas, estas embarcaciones no se destinarán a patrullar las áreas estratégicas, sino que por su capacidad de movimiento y armamento se encontrarán en lugares claves para desplazarse a cualquier punto en el que se presuma que hace falta su presencia disusasiva o la contundencia de su respuesta.
Por esa razón, las patrullas -que fueron construidas en 1982 pero fueron readaptadas con la más moderna tecnología en la llamada "alerta temprana" y capacidad de fuego-, fueron destinadas a la Fuerza Naval del Golfo, con sede en Coatzacoalcos.
La nave desarrolla una velocidad máxima de 33 nudos -el buque más veloz de la Armada no supera los 24 nudos- y cuenta con una tripulación de 55 personas, que fueron capacitadas en Israel durante seis meses.
El pequeño espacio donde se encuentra el Centro de Información y Combate concentra en tres consolas, pantallas y computadoras tecnología de vanguardia que por primera vez está en manos de marinos mexicanos.
El oficial Lozano explicó durante la visita a la misilera -que mide 61.7 metros de largo, 7.62 metros de ancho y que es capaz de transportar un helicóptero- que debido a la capacidad de fuego de la nave, el equipo tiene una serie de candados para evitar que un misil sea disparado "accidentalmente". Por ejemplo, se requiere que una vez que está "enganchado" el objetivo, el capitán apriete un botón para continuar con la maniobra, además de que el lanzamiento del misil sólo es posible con el uso simultáneo de dos llaves, una en poder del capitán y otra del oficial encargado del armamento.
Por otra parte, en el buque escuela Cuauhtémoc arribó al mediodía de ayer al puerto de Veracruz luego de una travesía que duró 146 días y que se limitó a visitar ocho puertos de Estados Unidos y dos de Canadá, a diferencia de años anteriores en los que el buque de formación de la Armada realizaba prácticamente un viaje de circunnavegación por ocho o nueve meses.
Lo que sí ocurrió, como en años anteriores, fue que familiares y amigos novias con sus mejores galas se apostaron en el puerto para recibir a los 43 guardiamarinas que concluyeron su formación como cadetes, así como a la tripulación y oficiales de las armadas de Alemania, Brasil, Chile, Estados Unidos, Guatemala, Israel, Italia, Panamá y Uruguay que participaron también en el viaje.
Según reconocieron oficiales consultados, la razón por la que la travesía de fin de cursos fue más modesta, se debió a la falta de recursos de la dependencia, la cual en los últimos tres años ha sufrido una paulatina disminución de su presupuesto.
|