México D.F. Martes 24 de agosto de 2004
Se espera una de las mayores movilizaciones
de protesta en la historia estadunidense
Activistas preparan bienvenida a la Convención
Republicana en NY
En el programa, megamarcha para el día 29 y jornada
de desobediencia civil el 31
Violencia y caos beneficiarían a Bush; expertos
no descartan la presencia de provocadores
DAVID BROOKS Y JIM CASON CORRESPONSALES
Nueva
York y Washington, 23 de agosto. Campanas de alerta, calzones de mujeres
con consignas, versos, cabaret político, música, títeres
y decenas -tal vez cientos- de miles de manifestantes antiguerra, pro derechos
civiles, ambientalistas, defensores de los derechos de migrantes, mujeres,
la comunidad gay, preparan lo que podría ser una de las mayores
movilizaciones de protesta en la historia de este país para dar
la "bienvenida" al presidente George W. Bush y la Convención Nacional
Republicana.
Esta semana, "jinetes" en "bici-caballos" bajarán
por la avenida Lexington en una reactuación de la alerta por la
llegada de las fuerzas inglesas para reprimir el movimiento de independencia
de Estados Unidos, pero esta vez el coro será: "ahí vienen
los republicanos, ahí vienen los republicanos".
Las actividades de protesta han iniciado ya, con foros
de "historiadores contra la guerra" y reuniones para activistas, talleres
de capacitación en tácticas de desobediencia civil no violenta,
cursos sobre derechos legales, exhibiciones artísticas contra la
guerra, y conferencias de prensa de agrupaciones ambientalistas, defensores
de inmigrantes, organizaciones de solidaridad internacional, sindicatos
y estudiantes informando sobre las decenas de actividades, manifestaciones
y marchas que comenzarán desde hoy en Nueva York y culminarán
la semana de la convención Republicana entre el 30 de agosto y el
3 de septiembre.
El día antes del inicio de la convención,
el 29 de agosto, se ha citado a una megamarcha de protesta en donde se
esperan por lo menos 250 mil participantes convocados por la coalición
anti guerra United for Peace & Justice. A pesar de que el gobierno
municipal encabezado por el alcalde republicano Michael Bloomberg, anfitrión
de la convención de su partido, ha rehusado aprobar un permiso para
el mitin programado en el Parque Central al concluir la marcha (que sí
cuenta con permiso de las autoridades), por el momento una gran parte de
los participantes acudirá con o sin autorización al parque.
Habrá
otras grandes manifestaciones y marchas en los días siguientes:
organizaciones de inmigrantes, los sin techo, los activistas contra el
sida, los promotores de reformas penales y de derechos de los jóvenes
celebrarán dos marchas y mítines el lunes. Habrá eventos
como un "círculo de esperanza" donde se espera que con veladoras,
miles iluminen un círculo alrededor de la ciudad.
En un cementerio se leerán uno por uno los nombres
de los muertos en la guerra en Irak, tanto los iraquíes como los
estadunidenses y otros.
También se ha programado un día de "desobediencia
civil masiva no violenta" denominada A31(para el 31 de agosto) en
la cual jóvenes de todas partes, empleando tácticas y formas
de organización hechas famosas en Seattle, realizaran acciones de
protesta por toda la ciudad, incluyendo una "muerte masiva", por la que
cientos o más se tirarán al suelo para simbolizar los muertos
por la guerra. "Rechazamos el temor como una forma de control social y
abrazamos la verdad en su lugar. Tomaremos un espacio en donde crear nuestra
visión de seguridad real y la democracia verdadera, en contraste
directo con la promoción de guerra y construcción de imperios
de la convención Nacional Republicana. Ocuparemos este espacio de
manera no violenta con nuestros cuerpos, nuestra valentía, nuestra
briosa creatividad, nuestro espíritu indomable y la solidaridad",
declaran en un comunicado los organizadores de A31, señalando
que será una toma -o muchas- de espacios públicos. "Actuaremos
-añaden- en la rica tradición de los anteriores movimientos
sociales que emplearon la resistencia no violenta para desafiar a la injusticia".
La organización de familias de víctimas
del 11 de septiembre por la paz (September 11th Families por Peaceful Tomorrows)
concluirá su Caminata de Piedra desde Boston (sede de la
convención Demócrata) a Nueva York para entregar su piedra
de mil 400 libras que conmemora a los civiles desconocidos muertos en la
guerra a Strawberry Fields, el monumento a John Lennon en el Parque Central.
Habrá acciones de grupos de mujeres, ambientalistas,
defensores del derecho al aborto, y de libertades civiles por toda la ciudad.
Al igual, el Bowery Poetry Club abrirá sus puertas las 24 horas
durante la convención para ofrecer refugio con versos y canto ante
las fuerzas represoras, y otros clubes y cafés progresistas también
han programado acciones culturales.
Habrá "intervenciones artísticas", donde
se cambia el sentido de lemas publicitarios o señales de tránsito
para ofrecer mensajes políticos, y también habrá murales
y posters, y todo tipo de propaganda "creativa" para dar la bienvenida
a los republicanos.
Un grupo de unos 30 poetas leerá poemas durante
la semana de la convención, como forma de protesta contra cuatro
años más de un gobierno de Bush. Los versos son contra la
guerra, contra las políticas de Bush, y -dicen- contra el miedo.
Entre los participantes está la feminista progresista
Katha Pollit, el poeta de origen indio pero residente en Brooklyn Vijay
Seshadri y Marie Ponsot de 83 años. La lectura será en la
Iglesia de San Marcos en el Village, donde también viven los fantasmas
de poetas como William Carlos Williams, W.G. Auden y Allen Ginsburg.
Seguramente la policía no tendrá que ser
desplegada contra los poetas, aunque durante meses se ha preparado para
controlar la "bienvenida" programada por el arco iris de manifestantes.
La semana pasada las autoridades ofrecieron algo así
como un desfile de moda para mostrar los nuevos equipos adquiridos por
los guardianes de la seguridad pública, incluyendo versiones de
uniformes diseñados para controlar motines estrenados en lugares
como Seattle y en Washington.
Se habla de preparativos para el arresto de unos mil activistas
cada día durante la convención, y advertencias contra cualquiera
que contemple acciones "violentas" e "ilegales", a la vez que se asegura
a activistas "pacíficos" respeto a sus derechos de asociación
y libre expresión. Incluso, el alcalde Bloomberg ofreció
una tarjeta de descuentos en restaurantes para toda persona que llega a
protestar "pacíficamente" a Nueva York como acto de generosidad
y buen anfitrión. "Es difícil protestar con un estomago vació",
dijo en conferencia de prensa e invitó a los manifestantes bien
portados a gozar de la ciudad y sus derechos.
Pero nadie puede pronosticar qué sucederá,
y hasta los propios "izquierdistas" están preocupados por las acciones
potencialmente extremistas de algunos manifestantes. Durante las últimas
semanas se han intensificado los debates entre diversos sectores activistas
progresistas sobre las tácticas de protesta, y algunos han señalado
que si se provoca la represión policiaca esto podría intimidar
a muchos a participar en las acciones, o que podría opacar el "mensaje"
de crítica y protesta transmitido por los medios si la foto es sólo
de gas lacrimógeno y "anarquistas" vestidos de negro.
De hecho, Todd Gitlin, un participante en las protestas
de los años 60 y autor de un libro sobre ese periodo, y John Passacantando,
director de Greenpeace de Estados Unidos, advirtieron en un artículo
en The Nation sobre los peligros de los activistas que sólo buscan
provocar enfrentamientos con las autoridades.
Imágenes de "caos" en las calles y de actos dramáticos
de "furia", indican, podría beneficiar a Bush y los republicanos
si esa es la imagen principal de las protestas trasmitidas por los medios
al resto del país. "La gente imparcial puede entender la oposición
dignificada aun si está en desacuerdo con ella. La rabia en las
calles es otra cosa", algo que sólo beneficiará a los republicanos.
"Violencia y caos en las calles funciona en ventaja a Bush", agregan, y
señalan que no se puede descartar que las autoridades y/o políticos
republicanos utilicen provocadores para promover esa imagen.
Tras sostener que los que desean generar enfrentamientos
son más bien "opositores" a la causa, insisten en que "si, mientras
todo el mundo observa, los amotinadores secuestran la protesta, las buenas
intenciones de millones serán canceladas por las acciones de unos
cuantos".
Pero anarquistas y otros señalan que la destrucción
y represión, por guerras, redadas, anulación de derechos
y desastre ecológico a nivel mundial, son precisamente a lo que
se oponen y que no es hora de "portarse bien" ante las fuerzas reunidas
en la Convención Republicana. Insisten en que la rabia y la furia
ante estas políticas es precisamente lo que se debe expresar, y
que la violencia nunca se origina desde los activistas, sino por las autoridades.
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