México D.F. Martes 24 de agosto de 2004
Gilberto Gil: izquierda y derecha no caben en la cultura
La diversidad cobra nuevo sentido, dice el cantante, compositor y ministro brasileño
ANGEL VARGAS
De visita en México, donde participa en la segunda Reunión de Ministros y Altas Autoridades de Cultura, cuyas actividades llegan hoy a su fin en el Centro Nacional de las Artes, el cantante y compositor brasileño Gilberto Gil ofrece una entrevista a La Jornada en la que reflexiona sobre el sentido social de la cultura para el desarrollo de los pueblos.
Entre otros aspectos, como principal funcionario de ese rubro en su país natal, sostiene que la cultura de nuestra época está definida por grandes paradojas. Acaso la más importante sea, considera, la que tiene que ver con que la humanidad vive el peor momento de su historia, pero al mismo tiempo el mejor, el más resplandeciente.
El peor, explica, a causa de las políticas del neoliberalismo, y el mejor porque, como nunca, los pueblos tienen hoy conciencia de su situación y, a partir de ello, comienzan a luchar.
"Así es la cultura de nuestros tiempos. Esto es la era de Acuario o el reino del Espíritu Santo, para decirlo con otras palabras", indica.
Otro de los rubros que destacan de la conversación con el artista-político de 61 años, quien desde hace año y medio es titular del Ministerio de Cultura de Brasil, resulta de su convicción de que la política no puede continuar dividida en dos grandes bloques: derecha e izquierda, mucho menos en términos de cultura.
"Un filósofo francés, cuyo nombre no recuerdo ahora, dijo que no existen gobiernos de izquierda y cito esto porque, por ejemplo, hay gobiernos como el de Australia, que es considerado de derecha, pero en lo que concierne a su política cultural y la defensa de los intereses y la diversidad cultural, así como de sus posibilidades productivas y comerciales en el mundo, está a la extrema izquierda. Tiene una legislación, un poder regulatorio de sus industrias nacionales como no hay otro en el mundo.
"Tampoco podemos hablar ahora de un gobierno de izquierda en Francia, aunque después de tantos años de cohabitación política, la cuestión cultural, la protección y la política cultural son nacionalistas, enmarcado esto dentro de una filosofía de apoyo y de concertación con los países en desarrollo.
"Entonces, creo que aunque en otros sectores -industriales y comerciales, por ejemplo- no se tenga un activismo tan de izquierda, en las cuestiones culturales tenemos hoy, prácticamente en todo el mundo, una posición enfocada hacia un nuevo paradigma, dirigido hacia la comprensión generalizada del valor de la diversidad cultural y de las dimensiones regionales y locales de la cultura.
"No podemos hablar de izquierda ni de derecha. Si lo hiciéramos tendríamos que hablar de que a la derecha están todos los que continúan pugnando por un liberalismo abierto, de libre comercio; y del otro lado, de la izquierda, aquellos que quieren la diversidad cultural, la regulación internacional de protección a las dimensiones locales. Esto es algo que no se da en términos reales de manera tajante. No puedo entonces creer en esa separación."
-ƑCuál es ese nuevo paradigma por el que pugnan los países del mundo, sin olvidar que priva una política neoliberal que, entre otros aspectos, busca la uniformidad cultural planetaria?
-Lo que quiero decir es que 10 años atrás no había contestación a ese concepto. Todo incumbía al mercado. Los gobiernos no tenían más papel ni acción. Todos los intentos de los gobiernos de hacer algo para proteger su cultura eran tachados. Ahora no. Ahora tenemos un gran conjunto de naciones que ya no responde a los dictados de ese neoliberalismo sin fronteras.
-ƑCuál es, en su opinión, el sentido social de la cultura?
-Parto del principio de que todo es cultura, excepto la naturaleza. Todas las formas de aprovechamiento de la naturaleza y de las fuerzas humanas -la intelectualidad, la espiritualidad-, eso es cultura. Toda obra humana desemboca en lenguajes variados: literario, visual, conceptual, corporal, simbólico, de los varios tipos de arte, de ciencia y de técnica.
''En la vida sólo hay naturaleza, estética y lenguaje. Entonces, por principio todo es cultura. Aunque, como el universo es tan amplio y tan ancho, el hombre tuvo que dedicarse a varias actividades y producir diferentes cosas, de lo que se desprendió una división del concepto cultura para cada expresión humana.
-Pero, Ƒcuál es su sentido social desde las perspectivas de desarrollo humano y de políticas de Estado?
-Se concibe cada vez más ampliamente la dimensión cultural. La cultura rebasa la vida de las personas. Si tenemos un automóvil, una casa o un aparato electrodoméstico es algo concebido para el bienestar, y ésa es también la función de la cultura: procurar dar satisfacción al cuerpo y al espíritu.
''La lucha contra la pobreza y la inclusión social no se emprenden como un fin per se, como tampoco el comercio ni las inversiones son una finalidad. La finalidad debe ser la felicidad humana.''
-ƑAunque se diga que ahora existen más infelices que nunca?
-Por eso necesitamos trabajar. Por eso es que existen ministerios de cultura, de trabajo, de justicia; por eso es que hay instituciones para que la sociedad humana sea más armónica y más feliz.
''Las políticas culturales, al igual que las de industria, comercio, trabajo y medio ambiente, entre otras, buscan esa meta. Es para la redención, por así decirlo, de la vida humana; para alcanzar una calidad de vida mejor.''
-ƑNo es eso una utopía?
-ƑUtopía? Si no tenemos en el horizonte la búsqueda de una sociedad humana mejor, Ƒpor qué hemos de seguir luchando y trabajando?, Ƒcuál será, entonces, el sentido de que haga arte, música o labor gubernamental? ƑPor qué y para qué trabajamos? Es un hecho espiritual, para buscar estar mejor, por el bienestar en el mundo. Eso no es utopía, es una labor diaria.
''No es cuestión de esperanza ni de creencia. Es inmanencia. Es cómo la vida pasa por nosotros.
''La mejor convivencia entre pueblos no es por ideología, ni creencia ni esperanza; es por un impulso orgánico natural.
''Aquí se desprende una pregunta: Ƒcómo lidiar con eso? Y allí es cuando toca jugar su papel a la cultura, mediante sus diversas vertientes: humana, política, cívica, técnica, científica, afectiva.
''No es cuestión de creencia, reitero. Si lo creemos o no, de igual forma la vida demanda eso. Por eso existen la política, la diplomacia y la guerra. Esta, en el fondo, es un empuje de desarrollo; šsí! de desarrollo de dejar pasar la vida. Es la regulación natural entre los extremos. El concepto del justo medio está en la igual posibilidad de los extremos. De eso trata toda la cuestión cultural humana.''
-ƑEquilibrio, cuando la supuesta búsqueda del desarrollo humano ha hecho de esta época la más inhumana de la historia?
-Esa es la gran paradoja. Vivimos la peor época de la humanidad, pero también el mejor momento de la historia. Y digo que es el mejor porque tenemos conciencia de él, porque ya podemos hablar de una necesidad, de una voluntad, no sólo de las conciencias, sino de una voluntad de la vida.
-El presidente Lula da Silva dijo que haría todo lo posible para acabar con el hambre en Brasil. ƑCómo aplica usted ese desafío como ministro de cultura?
-Es un proceso, un trabajo continuo, una marcha hacia el horizonte para conquistarlo. Eso es lo que ha expuesto nuestro Presidente y de lo que continúa tratando de convencer a otros gobiernos. Como encargado de la cultura de mi país, llevo esas palabras al mismo terreno.
''Si queremos evitar que no se acabe con nuestra diversidad cultural, como trata de hacerlo el neoliberalismo, debemos actuar en sentido contrario, con leyes, actitudes y proyectos.
-ƑTodo esto significa entonces que tiene esperanza en el hoy y el futuro de la humanidad?
-No. No tengo esperanza. Yo trabajo.
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