México D.F. Martes 31 de agosto de 2004
En Nueva York todo está decidido; sólo
se definen estrategias para vender bien la marca Bush
Autoelogios a la sombra del 11-S en la Convención
Republicana
Proyectar la imagen de un partido moderado, tarea de
los oradores del día: Giuliani y McCain
El presidente intenta reformular la guerra contra el
terrorismo y admite que "no está ganando"
DAVID BROOKS Y JIM CASON CORRESPONSALES
Nueva
York, 30 de agosto. Atrincherados en un Madison Square Garden convertido
en búnker para asegurarse contra amenazas "terroristas" y de manifestantes,
los republicanos comenzaron su festejo de cuatro días con autoelogios
de cómo enfrentaron el 11 de septiembre y sus secuelas.
De hecho, cuando se seleccionó a Nueva York para
celebrar la convención hace más de un año, la idea
era regresar bajo la sombra de las Torres Gemelas con un George W. Bush
como triunfante comandante en jefe en Irak, Afganistán y encabezando
la gran lucha del bien contra los "ejes del mal".
Pero la realidad ha obligado a cambiar un poco el tono
del programa, de hecho, de intentar transformar el inevitable tema de la
guerra de Irak en algo que tenga que ver con ambigüedades como "valores",
"liderazgo" y "cualidades" del presidente.
Esta noche comenzó este esfuerzo al ofrecer el
podio nacional a figuras como un alcalde "heroico" y a un "heroico" veterano
de guerra. Con ello, se buscó subrayar el tema del heroísmo
republicano frente a los atentados del 11 de septiembre y la lucha contra
la gran amenaza mundial con el mensaje para las cámaras de televisión:
es un mundo que necesita un liderazgo firme y constante.
"En tiempos de peligro, como los que ahora estamos, los
estadunidenses deben colocar el liderazgo en el centro de su decisión"
sobre quién debería ser el próximo presidente, declaró
esta noche ante la convención el ex alcalde de Nueva York Rudolph
Giuliani.
Esta figura política, según las encuestas
más recientes, es una de las más populares en Estados Unidos
con niveles de aprobación mucho más altos que los del propio
presidente Bush. Giuliani fue seleccionado como uno de dos oradores principales
esta noche, junto con el senador John McCain.
Con tanta atención al "heroísmo" del candidato
demócrata John Kerry cuando fue soldado en Vietnam, el papel de
McCain fue presentar otro héroe -y preso durante cinco años
en ese país asiático- de esa misma guerra. Esta noche McCain
elogió a Bush como líder: "ha sido probado y se ha elevado
para el reto más importante de nuestros tiempos, y lo saludo. Saludo
su determinación para hacer de este mundo un lugar mejor, más
seguro y más libre". También fue McCain quien tuvo la difícil
tarea de justificar la guerra en Irak y a la vez calificó al director
Michael Moore de ser "un ci-neasta solapado".
La otra tarea de Giuliani y McCain esta noche era ofrecer
una imagen del partido más moderada y con un alcance más
amplio que lo que proyecta Bush. Esto forma parte de una estrategia enfocada
en obtener el voto "indeciso" centrista que los sabios han declarado como
la clave para la elección general en noviembre.
Si uno desea saber cuáles son los estados claves
en esta elección -donde aún no está pronosticada la
intención de voto de los indecisos que acabará determinando
el resultado final-, sólo debería observar la ubicación
de las delegaciones estatales a la convención en esta arena deportiva.
No es accidental que a las delegaciones de estados como Ohio, Pennsylvania
y Missouri les hayan sido asignados los mejores lugares de la arena.
Por otro lado, Bush y su gente intentan reformular el
debate político sobre la guerra contra el terrorismo para intentar
esquivar la crítica de que Estados Unidos no está "ganando"
esta nueva batalla. Cuando hoy un periodista le preguntó a Bush
si pensaba que ganaría la guerra contra el terrorismo, el presidente
respondió: "no creo que se pueda ganar. Pero creo que se pueden
crear condiciones para que aquellos que usan el terrorismo como herramienta
sean menos aceptables en partes del mundo".
No fue accidental que el mismo día que comenzó
la convención Bush declarara que la guerra contra el terrorismo
no es ganable. O sea, al expresarlo así, no puede ser acusado de
haber fracasado y a la vez puede enmarcar el tema en un contexto que lo
beneficia políticamente.
Pero fuera del alcance de las cámaras de televisión,
dentro de la convención hay una división marcada entre las
figuras republicanas que presentarán una imagen moderada ante el
electorado nacional y las filas fieles y conservadoras claves para el futuro
político de Bush. El Wall Street Journal informó hoy
que tal vez no haya un sector más importante para Bush que la derecha
cristiana. Por lo tanto, las "estrellas" presentadas en el podio no lo
son para un amplio sector activista del partido.
Las estrellas para un amplio sector conservador de los
delegados son figuras como el líder evangélico ultraconservador
Je-rry Falwell, el activista antiaborto radical Randal Terry, quien ha
apoyado el asesinato de médicos que se atreven a practicar el aborto
y el comentarista conservador y ex candidato presidencial Pat Buchanan.
Hace cuatro años una de las estrellas de esta noche, McCain, dijo
que Falwell era "malévolo" y "una fuerza corruptora dentro del Partido
Republicano".
Pero hoy Falwell dijo que no le importa que gente como
McCain, Giuliani y otras figuras republicanas moderadas sean destacadas
en el programa de la convención y que favorezcan el derecho al aborto
y los derechos gay, contrarios a la gran base de cristianos evangélicos.
"Siempre que haya un candidato provida y pro familia en la fórmula
no nos molesta. Y eso es lo que tenemos con George W. Bush".
Los fundamentalistas, satisfechos
O sea, según gente como Falwell, toda esa imagen
moderada que el partido proyectará desde el podio ante la nación
no significa nada, ya que los ultraconservadores fundamentalistas están
satisfechos de que Bush sea uno de ellos.
Así, con los colores patrióticos inundando
la gran arena de Madison Square Garden, arrancó hoy este evento
-igual que su contraparte demócrata- una mezcla de gran teatro,
espectáculo publicitario, fiesta para los fieles, feria para los
negocios, y política a la estadunidense. Nada se decide aquí,
ya está acordado todo. Aquí, lo único que importa
es la imagen de la marca que está a la venta y la estrategia es
cómo convencer a un segmento minoritario pero suficiente del electorado
de que la marca Bush es mejor que la marca Kerry.
Hoy, la Convención comenzó el proceso formal
de coronar a Bush como candidato presidencial con un voto para "renominar"
al mandatario. El proceso culminará el jueves cuando Bush llegue
aquí para "aceptar" la nominación de su partido a fin de
buscar otro periodo de cuatro años en la Casa Blanca.
Los delegados republicanos, rodeados; el Madison
Square Garden, su único refugio
Activistas y movimientos populares mantienen las protestas
en Nueva York
Salvo algunos jaloneos, la inconformidad se manifiesta
en las calles con música y versos
JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES
Nueva York, 30 de agosto. Las manifestantes no
dejaron en paz hoy a los republicanos.
Los
delegados a la Convención Republicana no sólo despertaron
este lunes -el primer día de su festejo de cuatro días- con
las primeras planas de todos los periódicos llenos de fotos y notas
(en general positivas) sobre lo que calificaron como una de las manifestaciones
más grandes de la historia reciente de esta ciudad el domingo, sino
que fueron rodeados nuevamente por manifestantes en el transcurso del día.
Miles de manifestantes de movimientos populares de los
barrios, de los sin techo, de grupos de inmigrantes, de activistas en contra
el sida, de estudiantes y más mantuvieron una presencia constante
en las calles alrededor de la sede de la Convención, y realizaron
actos simbólicos en varios puntos de Nueva York.
"Estamos llevando a sus puertas un Nueva York que no será
visible dentro de la Convención Nacional Republicana", explicó
Jessie McDonald del grupo comunitario Mothers on the Move, durante la primera
marcha del día. El artista de rap Chuck D., líder de la Red
de Acción Hip Hop, junto con la coalición Aún nos
levantamos, organizaron una marcha de unas 3 mil personas que llegó
a una cuadra de Madison Square Garden.
Entre música africana, caribeña y latinoamericana,
y versos como "los republicanos son mis enemigos/no les des mi nombre/ni
mi apellido", se habló de las carencias de vivienda, de servicios
de salud, de educación y de empleo para millones de pobres en Estados
Unidos. Se criticó la "ocupación colonial" y se acusó
que "esta es una guerra del hombre rico", decía uno. Otro afirmó
que la única opción que deja Bush para muchos jóvenes
es "matar o ser asesinado por una guerra imperial".
En inglés y español habló uno tras
otro orador, ninguno famoso, cada uno representante de una comunidad que
sufría de pobreza, discriminación y atropellos, o que fue
encarcelada o que tiene sida bajo un gobierno que representa sólo
los intereses de "la avaricia ilimitada", que ha desatado una "plaga de
temor". En una pancarta se leía "alto a la guerra contra los jóvenes
aquí y en Najaf".
Un poco más tarde otro grupo de activistas de la
Poor Peoples Economic Human Rights Campaign se congregó en frente
de la Organización de Naciones Unidas donde realizaron un mitin.
De ahí marcharon, sin autorización policiaca, hacia Madison
Square Garden, que al inicio provocó tensión entre manifestantes
y autoridades.
Con
tambores, trompetas y consignas cruzaron el centro de Nueva York para llegar
a la Octava avenida a unas cuantas cuadras del festejo republicano, declarando
que deseaban mostrar las caras de los olvidados a los republicanos, de
los millones sin vivienda, servicios de salud y empleo adecuados. De pronto
hubo un jaloneo y la zona se inundó de policías, incluso
algunos vestidos de civil, que detuvieron la marcha. Algunos activistas
reportaron el uso de fuerza y gas lacrimógeno y el acto concluyó
con unos cuantos arrestos.
Alrededor de la ciudad, manifestantes intentaron molestar
(ellos decían, "divertirse con") a delegados republicanos cuando
llegaban a restaurantes, fiestas y otros eventos. La policía debió
escoltar a muchos delegados cuando salían de sus hoteles para pasear
por la ciudad, pero éstos sólo encontraban refugio de los
manifestantes cuando ingresaban al enorme búnker de Madison Square
Garden rodeado por miles de policías.
En Brooklyn, unas cien familias cubrieron sus techos con
enormes mantas en las que exhortaron "vota por Kerry", "derroten otra vez
a Bush", o simplemente "Kerry" para mostrar su opinión a cualquier
pasajero aéreo. En otros puntos las Abuelas contra la Guerra realizan
una vigilia por la paz frente al centro Rockefeller, mientras religiosos
se congregaron para encender velas por la paz y la esperanza, y un grupo
de Taxistas contra la Guerra mantuvieron prendidos los faros de sus vehículos
durante todo el día para "poner a la luz los engaños de Bush".
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