México D.F. Martes 31 de agosto de 2004
Los delegados republicanos, rodeados; el Madison
Square Garden, su único refugio
Activistas y movimientos populares mantienen las protestas
en Nueva York
Salvo algunos jaloneos, la inconformidad se manifiesta
en las calles con música y versos
JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES
Nueva York, 30 de agosto. Las manifestantes no
dejaron en paz hoy a los republicanos.
Los
delegados a la Convención Republicana no sólo despertaron
este lunes -el primer día de su festejo de cuatro días- con
las primeras planas de todos los periódicos llenos de fotos y notas
(en general positivas) sobre lo que calificaron como una de las manifestaciones
más grandes de la historia reciente de esta ciudad el domingo, sino
que fueron rodeados nuevamente por manifestantes en el transcurso del día.
Miles de manifestantes de movimientos populares de los
barrios, de los sin techo, de grupos de inmigrantes, de activistas en contra
el sida, de estudiantes y más mantuvieron una presencia constante
en las calles alrededor de la sede de la Convención, y realizaron
actos simbólicos en varios puntos de Nueva York.
"Estamos llevando a sus puertas un Nueva York que no será
visible dentro de la Convención Nacional Republicana", explicó
Jessie McDonald del grupo comunitario Mothers on the Move, durante la primera
marcha del día. El artista de rap Chuck D., líder de la Red
de Acción Hip Hop, junto con la coalición Aún nos
levantamos, organizaron una marcha de unas 3 mil personas que llegó
a una cuadra de Madison Square Garden.
Entre música africana, caribeña y latinoamericana,
y versos como "los republicanos son mis enemigos/no les des mi nombre/ni
mi apellido", se habló de las carencias de vivienda, de servicios
de salud, de educación y de empleo para millones de pobres en Estados
Unidos. Se criticó la "ocupación colonial" y se acusó
que "esta es una guerra del hombre rico", decía uno. Otro afirmó
que la única opción que deja Bush para muchos jóvenes
es "matar o ser asesinado por una guerra imperial".
En inglés y español habló uno tras
otro orador, ninguno famoso, cada uno representante de una comunidad que
sufría de pobreza, discriminación y atropellos, o que fue
encarcelada o que tiene sida bajo un gobierno que representa sólo
los intereses de "la avaricia ilimitada", que ha desatado una "plaga de
temor". En una pancarta se leía "alto a la guerra contra los jóvenes
aquí y en Najaf".
Un poco más tarde otro grupo de activistas de la
Poor Peoples Economic Human Rights Campaign se congregó en frente
de la Organización de Naciones Unidas donde realizaron un mitin.
De ahí marcharon, sin autorización policiaca, hacia Madison
Square Garden, que al inicio provocó tensión entre manifestantes
y autoridades.
Con
tambores, trompetas y consignas cruzaron el centro de Nueva York para llegar
a la Octava avenida a unas cuantas cuadras del festejo republicano, declarando
que deseaban mostrar las caras de los olvidados a los republicanos, de
los millones sin vivienda, servicios de salud y empleo adecuados. De pronto
hubo un jaloneo y la zona se inundó de policías, incluso
algunos vestidos de civil, que detuvieron la marcha. Algunos activistas
reportaron el uso de fuerza y gas lacrimógeno y el acto concluyó
con unos cuantos arrestos.
Alrededor de la ciudad, manifestantes intentaron molestar
(ellos decían, "divertirse con") a delegados republicanos cuando
llegaban a restaurantes, fiestas y otros eventos. La policía debió
escoltar a muchos delegados cuando salían de sus hoteles para pasear
por la ciudad, pero éstos sólo encontraban refugio de los
manifestantes cuando ingresaban al enorme búnker de Madison Square
Garden rodeado por miles de policías.
En Brooklyn, unas cien familias cubrieron sus techos con
enormes mantas en las que exhortaron "vota por Kerry", "derroten otra vez
a Bush", o simplemente "Kerry" para mostrar su opinión a cualquier
pasajero aéreo. En otros puntos las Abuelas contra la Guerra realizan
una vigilia por la paz frente al centro Rockefeller, mientras religiosos
se congregaron para encender velas por la paz y la esperanza, y un grupo
de Taxistas contra la Guerra mantuvieron prendidos los faros de sus vehículos
durante todo el día para "poner a la luz los engaños de Bush".
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