México D.F. Sábado 4 de septiembre de 2004
Mediante las Afore destinan mas de 74 mil millones
de pesos a industrias: Consar
Los trabajadores se convierten en financieros del sector
empresarial
El crédito bancario a la actividad productiva
se mantiene en tasas negativas, afirma
ROBERTO GONZALEZ AMADOR
En una situación que no deja de tener su tono paradójico,
los trabajadores mexicanos, mediante el ahorro obligatorio en el sistema
de pensiones, se convirtieron en una de las principales fuentes de financiamiento
de los empresarios del país, de los mismos que pugnan por reformar
las leyes que regulan las relaciones laborales con el propósito
de disminuir los derechos de los empleados.
Mientras el crédito bancario a la actividad productiva
se mantiene con tasas de desempeño negativo, a la fecha 74 mil 545.2
millones de pesos de recursos de los trabajadores depositados en el sistema
de pensiones privado, que surgió por las reformas al Seguro Social
en 1997, han sido canalizados a financiar actividades empresariales, aunque
con una tasa de rendimiento menor a la que cobraría el sistema financiero
tradicional por esos préstamos, de acuerdo con información
de la Comisión Nacional de Ahorro para el Retiro (Consar) y el Banco
de México.
El gobierno federal y organizaciones de representación
empresarial, así como grupos bancarios que operan en México
y organismos financieros internacionales, han insistido en los tres años
recientes en que una reforma para "flexibilizar" el mercado laboral en
México es indispensable para elevar la capacidad de competencia
de la economía nacional frente a las de otras naciones.
Un proyecto al respecto se encuentra en el Congreso, aunque
no está firmado por el Ejecutivo federal. Sin embargo, el proceso
para elaborar ese documento fue conducido por la Secretaría del
Trabajo y Previsión Social.
Para los grupos empresariales, una reforma laboral tendría
sentido si se elimina la contratación colectiva y se basan las relaciones
de trabajo en contratos individuales; si se permite a las partes la libre
definición de la jornada laboral y se deja a "los mercados" la libre
determinación de los salarios.
En esos círculos empresariales se plantea suprimir
las indemnizaciones al trabajador cuando es despedido, así como
el reparto de utilidades y las contribuciones patronales a la vivienda,
entre otras propuestas.
Mientras por un lado existen proyectos para reducir los
derechos laborales, por el otro el ahorro obligatorio de los trabajadores
se ha convertido en una fuente importante, y creciente, de financiamiento
a los empresarios en México. Y, debido a una reforma legal aprobada
a inicios de este año, pronto financiarán también
a empresas extranjeras.
En uno de los anexos del cuarto Informe de Gobierno del
presidente Vicente Fox Quesada, datos atribuidos a la Consar señalan
que el ahorro para el retiro en México, al cierre de junio de 2004,
ascendió a 781 mil 773.2 millones de pesos. Esta cifra muestra un
incremento anual de 10.3 por ciento en términos reales -descontado
el efecto de la inflación- y es equivalente a 10.6 por ciento del
producto interno bruto (PIB).
Estos recursos están depositados en las Administradoras
de Fondos para el Retiro (Afore), entidades privadas -y en casi todos los
casos, filiales de un grupo financiero- creadas a partir de la reforma
al Seguro Social de 1997 para gestionar el ahorro obligatorio de los trabajadores
destinado a los fondos de pensión.
Cada Afore, a su vez, tiene una o varias Sociedades de
Inversión Especializadas en Fondos para el Retiro (Siefore), que
es la entidad encargada de manera directa de invertir los recursos en instrumentos
financieros en el mercado local.
Para junio pasado, de acuerdo con los datos contenidos
en el anexo del Informe presidencial, el valor de la cartera de inversión
de las Siefore fue de 423 mil 769.6 millones de pesos, cantidad superior
en 13.2 por ciento respecto al mismo mes del año anterior.
De estos recursos, 82.8 por ciento está invertido
en títulos del gobierno federal, es decir, han sido empleados para
financiar al sector público; mientras, 17.2 por ciento restante
está depositado en instrumentos no gubernamentales. Este último
porcentaje "representó una inversión de 74 mil 545.2 millones
de pesos, que fueron canalizados a diversos sectores para apoyar el financiamiento
de proyectos productivos", indica el documento.
El rendimiento pagado por las Siefore a los trabajadores,
en términos promedio desde julio de 1997 a la fecha, ha sido de
7.93 puntos arriba de la inflación. Este premio es superior al que
ofrecen los instrumentos de ahorro tradicionales, pero es menor al que
hubieran tenido que pagar los receptores del financiamiento si en vez de
captarlo por las Siefore lo hubieran buscado mediante mecanismos tradicionales.
Al tiempo que más recursos de los trabajadores
han sido empleados para financiar a las empresas, el crédito de
la banca tradicional al sector productivo se mantiene en terreno negativo,
en una tendencia que ya se extiende desde 1995. En julio pasado, este renglón
mostró una tasa anual negativa de 1.8 por ciento, de acuerdo con
el Banco de México.
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