México D.F. Sábado 4 de septiembre de 2004
El empresario, fuertemente ligado a Carlos Salinas
Claudio X. González, nuevo presidente del CEESP
El empresario Claudio X. González fue nombrado presidente del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) en sustitución de Ricardo Guajardo Touché, quien renunció al organismo para dedicarse a otras actividades. La decisión fue aceptada de manera unánime por la Comisión Ejecutiva la que ratificó en su cargo al director del CEESP, Mario Rodarte.
Claudio X. González fue asesor empresarial durante la presidencia de Carlos Salinas de Gortari. De acuerdo con analistas del sector financiero, el nombramiento del empresario le permitirá al ex presidente continuar operando desde ese ámbito para lograr sus pretensiones políticas.
Entre otros cargos que González ha ocupado está el de presidente del Consejo Mexicano de Hombres de Negocios, además de coordinador de la campaña presidencial de Carlos Salinas de Gortari; director de mercadotecnia en la campaña de Francisco Labastida Ochoa para la Presidencia de la República por el Partido Revolucionario Institucional (PRI). Participó como miembro fundador en la Unión de Empresarios para la Tecnología en la Educación (Unete).
Fue también asesor en la Coordinación de Asesores de Ernesto Zedillo. A su vez, funge como integrante del consejo directivo de Papalote Museo del Niño y del comité técnico Ver Bien para Aprender Mejor. También fue miembro del consejo editorial de la revista Líderes Mexicanos y miembro del consejo consultivo de la revista Arcana. Es miembro activo del consejo consultivo de la fundación de la Cámara de la Industria de la Radio y la Televisión.
En marzo de 2003 el también presidente de Kimberly Clark señaló que miembros del poderoso Consejo Mexicano de Hombres de Negocios apoyaban el voto en favor de Washington para la guerra contra Irak. En aquella fecha, advirtió que trasnacionales como General Electric, Unilever y la propia Kimberly Clark estarían muy decepcionadas si México votaba en contra.
González Laporte señaló entonces que "200 años de principios en política exterior no le han servido de nada a México porque los principios no se comen ni generan empleos".
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