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México D.F. Domingo 5 de septiembre de 2004
En medio del volcán,
retrospectiva de 30 años de trabajo que se exhibe en el MUCA-CU
Juan Hidalgo aspira a registrar la belleza del cuerpo
masculino
A finales de los 60 ''emprendí una lucha para
que la gente no se asustara al ver genitales en erección'' Mi
obra no intenta excitar, aunque tampoco lo puedo prohibir, sostiene
MERRY MAC MASTERS
Al gran canario Juan Hidalgo (Las Palmas, 1927)
le gusta la pornografía, pero no en lo relativo a su trabajo personal,
ya que sostiene que la base de toda disciplina artística es la poesía.
No obstante, asegura que en caso de que el espectador encuentre "pornografía
o excitación sexual" en alguna de sus acciones fotográficas,
por ejemplo, "es problema de ellos, no mío".
Acota:
"Me gusta mucho el cuerpo del hombre y su sexo, pero esto no tiene nada
que ver con que tenga que hacer una obra provocativa. A mí no me
interesa excitar a nadie, pero tampoco lo puedo prohibir. Entonces, me
agrada mucho que se exciten bien. O sea, que lo pasen bárbaro".
La exposición En medio del volcán,
abierta en el Museo Universitario de Ciencias y Arte de Ciudad Universitaria,
por medio de los apartados Testimonios, Erótica y
Un/una más ofrece un panorama de más de tres décadas
del quehacer creativo de Juan Hidalgo, quien primero fue pianista y compositor,
luego estudió chino y japonés en Italia, fundó en
1964 el grupo conceptual ZAJ, y fue autor, antes de llegar al performance
y la acción. No por nada se dice nieto, así como hijo artístico,
de Marcel Duchamp y John Cage (lo trató muchos años hasta
su muerte), respectivamente.
Creador multidisciplinario -no le gusta el término
artista-, que emplea lenguajes y gramáticas distintas, Hidalgo ha
trabajado mucho el cuerpo masculino, porque cuando empezó el de
la mujer estaba "muy tratado". Eso está bien, pero ''la belleza
no sólo está en el cuerpo femenino", recuerda. Además,
le parecen más bellos los genitales masculinos que los femeninos.
Apunta: "Quería abrir caminos cuando empecé
en 1969, entonces emprendí una lucha para que la gente no se asustase
tanto de ver un cuerpo de hombre, sobre todo sus genitales, y en erección
también". De ese entonces es la acción fotográfica
Flor y hombre II, un políptico de doce imágenes de
un strip tease en las que el protagonista se quita una flor. Al
final de la versión en blanco y negro la flor y el sexo se unen
en un solo motivo.
En la acción fotográfica Hombre, mujer
y mano (1977), una mano -elemento recurrente en su obra- toca las mismas
partes de un cuerpo femenino y otro masculino. Otra serie, Alrededor
del... pene (1990), de 22 acciones fotográficas, incluye bimasturbaciones.
Hidalgo no realiza sus fotografías; inclusive aparece en muchas
de ellas. Sin embargo, controla la iluminación y los encuadres.
Como en el cine, es el director de la película y de la cámara.
Siempre trabaja en equipo con algún fotógrafo(a) que "seamos
amigos, que conozcan mi trabajo, entonces nos ponemos de acuerdo".
Muchas de las piezas encierren homenajes secretos a otros
creadores como el objeto encontrado y ensamblado Akelarre (1995),
alusivo a una de las pinturas negras de Goya, poblada de brujas, así
como el ambiente instalación Scriabin dixit (2002), que consta
de cinco sombrillas de rafia e igual número de escaleras de aluminio
y ventiladores, en honor de quien inventó un aparato que relacionaba
las notas musicales con diferentes colores.
Para
Hidalgo el arte siempre es político ''de alguna forma'' y aunque
le interesa luchar contra "muchas cosas", no quiere ser panfletario. La
acción fotográfica ¿Un gas más? (2003),
nació de un reportaje que vio en la televisión al inicio
del conflicto bélico en Afganistán, en donde los talibanes
probaban un gas destructivo del sistema nervioso en perros. Dueño
de muchos canes, y amante en general de los animales, le impactó.
La acción fotográfica Un pan más
(2000), muestra un bollo en una ratonera: "Si uno lo quiere sacar de allí,
le cae la trampa encima. Es lo que les pasa a los pobres. Se les ofrece
pero no se les dan".
Nada tiene que ver la España de hoy con los tiempos
de Franco en que Hidalgo empezó a trabajar. El resto del mundo,
sin embargo, sigue con rezagos. "Un aspecto que me importa mucho es la
libertad individual -apunta Hidalgo- , que uno tenga su objeto sexual y
sea aprobado tal sea cual sea. Que no haya ningún problema por las
homosexualidades, ni por las diferencias, ni los travestis, ni los transexuales.
Tenemos que ser respetados exactamente igual como respetamos los demás.
Ha habido gente que de manera impertinente me ha dicho que los homosexuales
le dan asco. Digo, a mí me da el mismo asco los heterosexuales".
La exposición En medio del volcán
se presentó a principios de año en el Museo de Arte Contemporáneo
de Oaxaca. Del Museo Universitario de Ciencias y Arte a Hidalgo no le gustó
la piscina con agua, así que llenó su superficie seca con
"basura no contaminante", que no tiene nada que ver con la muestra, pero
que crea un contraste.
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