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México D.F. Domingo 5 de septiembre de 2004
Desde este fin de semana y durante 38 días
se realizará la bienal de este género
Celebran en Sevilla el esplendor internacional que
vive el flamenco
Entre los 117 espectáculos programados se esperan
las actuaciones de Antonio Canales, Rafael Amargo, Paco de Lucía
y Tomatito, entre otros También habrá teatro, pintura,
cine y fotografía
ARMANDO G. TEJEDA CORRESPONSAL
Madrid, 4 de septiembre. Para celebrar el "esplendor"
y el "reconocimiento internacional" que por primera vez goza el arte flamenco
en sus largos siglos de historia, la ciudad de Sevilla está convertida
desde este sábado en un ir y venir de artistas, de músicos
virtuosos con su guitarra, su violin o sus zapatillas de baile a cuestas.
Este año es relevante porque además se cumple el 25 aniversario
de la Bienal de Flamenco de Sevilla, que en su edición número
13 aspira a intensificar el diálogo y la promoción de los
artistas de este polifacético arte, tanto de las figuras más
reconocidas como de las jóvenes promesas.
La
Bienal de Flamenco presenta así un programa ambicioso y sin duda
el más completo de su historia, lo que significa que en 38 días
de festival se representarán 117 actuaciones de las tendencias más
diversas, entre los que podemos citar la recreación de los antiguos
festivales de verano que evocarán los bailarines Remedios Amaya,
Rancapino, Juan la del Revuelo, Jesús Heredia, Raúl Montesinos
y Melchora en el acto de apertura, en el teatro al aire libre de Las Lanzas.
O las actuaciones de los cantaores y bailaores más esperados de
la bienal por su importancia en el arte flamenco actual: Antonio Canales,
Carmen Amaya, Rafael Amargo, Tomatito, Paco de Lucía, Miguel Poveda
y Eva Yerbabuena, entre otros.
Pero este festival, que se celebra cada dos años
y que sirve de escaparate internacional para los artistas flamencos, también
reúne otras expresiones "laterales o colaterales", como la pintura,
la fotografía, el cine y el teatro, que desde las ópticas
más diversas se han interesado durante siglos por esta manifestación
artística de honda tradición popular. Recuérdense
las obras de Goya, Picasso o Miró; los textos clásicos de
Lope de Vega, Calderón de la Barca o Francisco Quevedo, o las aportaciones
de creadores más recientes, como García Lorca, Delibes o
Juan Goytisolo.
Un encuentro para todos
La bienal aspira a ser un foro público de debate
y diálogo entre los que forman la gruesa "comunidad flamenca", desde
los puristas y ortodoxos que reniegan de la mezcla y la transformación
de su música y baile, hasta los impulsores de las nuevas corrientes
y escuelas en torno al flamenco.
Manuel Copete, director de la bienal, explicó a
La Jornada que "en el encuentro tienen cabida todos; tanto el joven
que necesita un espectáculo para consagrarse, como los artistas
consolidados, que muchas veces presentan sus nuevas líneas de trabajo,
por ejemplo la que presentará Jesús Meneses este año,
que por primera vez cantará a Fray Luis de León y San Juan
de la Cruz acompañado de una Orquesta de Cámara.
Entre las actuaciones y exposiciones de la bienal también
destacan obras de teatro que reinterpretan textos ya clásicos de
la realidad flamenca y de su grupo social más emblemático,
que no el único: el pueblo gitano. Entre las obras dramáticas
podemos citar Bodas de sangre, del poeta granadino Federico García
Lorca, quien escudriñó como nadie las esencias más
íntimas del arte flamenco y de los portadores de sus misterios y
tradiciones. Pero las obras clásicas convivirán con propuestas
novedosas, como la representación de Alicia en el país
de las maravillas, que montó la compañía sevillana
Los Ulen, o con el homenaje a Rafael Alberti y a sus poemas en el exilio,
que se invocarán desde el cante, el toque y el baile.
La bienal también servirá para los promotores
y amantes del flamenco de todo el mundo, pues este arte, que hace sólo
unos años estaba marginado y oculto, ha irrumpido en el escenario
internacional convirtiéndose en una manifestación artística
que cautiva y emociona tanto en Japón, Europa, América Latina
o Estados Unidos.
Primera bienal sin Antonio Gadés
El 25 aniversario de la Bienal de Flamenco de Sevilla
estará, de alguna manera, de luto. Una de las figuras más
importantes y transgresoras de las últimas décadas, un bailarín
que rompió los cánones más rígidos de la tradición
para mezclarlos o reinterpretarlos desde su genialidad irrepetible, Antonio
Gadés, murió hace sólo unos meses después de
una larga y dolorosa enfermedad.
Gadés, un maestro tanto de la danza como del compromiso
político y la solidaridad, descansa en su tierra más querida,
Cuba, donde decidió que se trasladaran sus cenizas después
de muerto. Este referente de los jóvenes valores de la danza no
estará en la bienal de forma física, pero su arte y sus enseñanzas
sí lo harán, tanto a través de sus discipulos como
de los diversos homenajes que se harán el próximo año,
si no hay objeción de la Fundación Gades, pues cabe recordar
que el propio artista siempre criticó y rehuyó de este tipo
de actos in memoriam.
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