México D.F. Lunes 6 de septiembre de 2004
Se construyó para cumplir el ordenamiento
de un juez que prohibía obras en el lugar
Inaugura López Obrador vía alterna en
el paraje El Encino
Parte del río de Tacubaya es propiedad de Federico
Escobedo, dueño del terreno
El vecino indeseable de Santa Fe mantiene demandas
contra cinco empresas colindantes
ANGEL BOLAÑOZ SANCHEZ
A
unos cuantos metros del cercado de malla ciclónica que separa el
predio El Encino de la vialidad alterna construida para dar acceso y servicios
al Hospital ABC y que tuvo que ser implementada para cumplir con el ordenamiento
de un juez que prohibió las obras en el citado terreno, que será
inaugurada este lunes por el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Andrés
Manuel López Obrador, se escucha el ruido inconfundible del agua
al correr.
Es el ramal sur del río Tacubaya, entubado hace
más de 20 años para evitar inundaciones en esta parte de
la ciudad, afluente del que hoy dan cuenta dos lumbreras cuya circunferencia
de tabiques rojos sobresale de la tierra y desde donde se ve el torrente
de agua a unos ocho metros de profundidad.
Para el Gobierno de la ciudad resulta inexplicable cómo
es que la superficie de lo que fue el lecho del río, que por ley
es propiedad de la nación, pertenece hoy a un particular, Federico
Escobedo Garduño, y que según planos históricos y
fotografías aéreas que posee la oficina de Servicios Metropolitanos
(Servimet), corría a lo largo de una buena parte del predio de El
Encino.
Pero además, existe la convicción, entre
quienes estudian el caso, de que la fracción norte de El Encino,
donde se interrumpió la construcción de la prolongación
de la avenida Vasco de Quiroga, no pertenece a Escobedo, quien aprovechó
el decreto expropiatorio que emitió en 2000 el GDF en el que erróneamente
se hace pasar como parte de El Encino, para reclamarla como de su propiedad.
Incluso consideran que tampoco la fracción de la
parte sur, donde se interrumpió la construcción de la avenida
Carlos Graef Fernández, que obligó al GDF a construir una
vialidad alterna, debió expropiarse por ser un camino de servidumbre
que posteriormente sirvió como eje y derecho de vía de la
antigua carretera Coral-Tinajas.
Esto, sin contar que indebidamente Escobedo vendió
a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, para la construcción
de la autopista México-Toluca, derechos de vía del tranvía
Tacubaya-La Venta que operó hasta mediados del siglo pasado.
Dicho tranvía funcionaba solamente los sábados,
domingos y días festivos, según información del Sistema
de Transportes Eléctricos (STE) del mismo Gobierno capitalino. Partía
de la Alameda de Tacubaya para llevar a los paseantes a La Venta, en el
Desierto de los Leones.
Solamente la operaban los tranviarios más experimentados
debido a la peligrosidad de sus subidas y bajadas pronunciadas y el servicio
se suspendió luego de un accidente en la década de los años
50.
Escobedo Garduño, refieren funcionarios del GDF,
es el vecino indeseable de Santa Fe, pues no sólo denunció
al jefe de Gobierno capitalino, sino que interpuso demandas contra más
de cinco empresarios cuyas propiedades colindan con su terreno y al igual
que la administración capitalina, que tuvo que desembolsar 12 millones
de pesos para la construcción de la vía alterna, han tenido
que hacer inversiones millonarias para estabilizar los taludes en sus propiedades
sin tocar El Encino.
A un costado de lo que sería la avenida Carlos
Graef se construye un edificio de la empresa Office Depot, a quien Escobedo
derribó deliberadamente el talud con una fosa de agua que construyó
en la parte alta del terreno. Entre las empresas demandadas por Escobedo
se encuentran la inmobiliaria Demet y las automotrices Volvo, Jaguar y
Land Rover.
Aspecto del camino cuya construcción fue detenida
por órdenes de un juez y de la vialidad alterna que se tuvo que
realizar en el paraje El Encino ante la prohibición para construir
en el lugar. La vialidad será inaugurada hoy por el jefe de Gobierno
capitalino, Andrés Manuel López Obrador FOTOS ALFREDO
DOMINGUEZ Y CARLOS CISNEROS
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