México D.F. Lunes 6 de septiembre de 2004
Los contribuyentes no tienen por qué
financiar el almacenamiento de libros, expresa
Debe el FCE trabajar con eficacia y transparencia:
Consuelo Sáizar
La directora del sello indica que en 2003 se vendió
más de 95% de los volúmenes producidos La editorial estatal
celebra este mes su 70 aniversario; hoy, ceremonia oficial
ERICKA MONTAÑO GARFIAS
El contribuyente mexicano no va a seguir financiando la
ineficacia, la corrupción ni el almacenamiento de libros, por ello
el Fondo de Cultura Económica (FCE) tiene que hacer las cosas de
manera eficaz, transparente y con enorme cuidado en la operación,
subraya Consuelo Sáizar, directora de esa editorial estatal, que
este mes celebra su 70 aniversario.
Sáizar llegó a la dirección del FCE
en mayo de 2002, como sucesora de Gonzalo Celorio. En 2001 el sello produjo
2 millones 405 mil ejemplares y vendió un millón 991 mil.
Al cierre de 2002 aumentó al doble, y para 2003 fue de 4 millones
992 mil 289 ejemplares, de los cuales se vendieron 4 millones 772 mil,
95.5 por ciento de los volúmenes producidos.
''El
año pasado prácticamente le dimos la vuelta al inventario'',
señala la funcionaria en entrevista exclusiva con La Jornada,
en la que rechaza de manera tajante la posible privatización del
FCE.
Lo que existe del gobierno federal "es la decisión
de que el FCE siga perteneciendo al Estado mexicano. De eso no hay duda
alguna", afirma la editora, quien hace un balance positivo de los 27 meses
que lleva al frente de la institución que "se ha erigido en el gran
bastión latinoamericano frente a los grandes corporativos editoriales
internacionales"
Al llegar "nos encontramos mucho trabajo por hacer. Las
principales aportaciones han sido mejorar la distribución, dar oportunidad
a editores muy jóvenes, aprovechar de manera eficiente los recursos
económicos que el Estado nos proporciona y consolidar un equipo
de profesionales".
El trabajo en ''la principal editorial de estado a escala
mundial'' está encaminado "a consolidar la enorme trayectoria de
un catálogo formidable, aprender a trabajar con nuevas tecnologías,
servir a los lectores que viven en Estados Unidos y desean conocer escritores
hispanoamericanos, consolidar la red internacional y apoyar la creación
de jóvenes escritores, investigadores e historiadores".
Al igual que las editoriales independientes, al FCE no
lo mueve la rentabilidad "y eso es una gran ventaja. Por eso se ha podido
constituir un catálogo formidable. Aquí se tiene que publicar
al canon, a los que deben ser conocidos por el lector.
''Con base en un enorme rigor en la selección de
títulos debemos competir con las mismas herramientas comerciales
que manejan los grandes grupos editoriales internacionales. No podemos
estar atados de manos, tenemos que competir respetando la tradición
editorial".
Para Joaquín Díez-Canedo, gerente editorial
del FCE, los retos que enfrenta la institución ''se enmarcan en
esta permanente tensión entre ruptura y tradición. El principal
(desafío) es seguir siendo el fondo, pero para ello hay que hacer
las cosas de otra manera y esto tiene que ver con una mayor pertinencia
en las publicaciones y eso se relaciona con la capacidad de la que se dote
el fondo para pulsar los intereses de un público amplio. Los intereses
de coyuntura y las aportaciones permanentes no están del todo divorciadas,
habría que buscar los puentes que los relacionan", y si bien el
sello tiene la ventaja que implica no hacer rentables sus inversiones de
manera inmediata ''sí tiene la necesidad de no quitar el dedo del
renglón en esto de la cultura en un sentido más amplio'',
agrega.
Aun cuando en la editorial se avanza en temas como la
distribución a escala internacional, el manejo de nuevas tecnologías
-el próximo lunes se pone en marcha un nuevo portal en Internet-,
la creación de nuevos lectores, y la consolidación de la
librería Rosario Castellanos, en la ciudad de México, y un
Centro Cultural en la capital colombiana, el fondo enfrenta problemas.
El principal de ellos es la burocracia. Al respecto Sáizar
señala que se trata de una normatividad complicada. El FCE trabajó
hasta 1997 como sociedad anónima y a partir de ese año es
un organismo público descentralizado. ''Para muchos de los escritores
y proveedores es un laberinto burocrático verdaderamente desafiante
para la paciencia''. En este aspecto coincide Díez-Canedo.
Otros temas a solucionar son la articulación de
las filiales en distintos países, cuestión que, indica Sáizar,
tiene ''algunos cortocircuitos'', además de mayor apoyo a la producción
editorial de Latinoamérica "no sólo a las filiales, sino
a universidades y editoriales pequeñas que tienen problemas con
la distribución''.
Díez-Canedo, a su vez, menciona como aspecto a
cuidar el equilibrio entre las colecciones y la capacidad para ocuparse
de la promoción y distribución de cada uno de los libros
que ahí se publican.
Así las cosas, en el FCE está de plácemes
por su aniversario. El viernes, día del cumpleaños, se sortearon
12 millones de pesos de la Lotería Nacional, que emitió un
billete conmemorativo, y este lunes se realizará la ceremonia oficial
con la asistencia del presidente Vicente Fox y la titular del Consejo Nacional
para la Cultura y las Artes, Sari Bermúdez, entre otros funcionarios.
|