México D.F. Lunes 6 de septiembre de 2004
Siguen vigentes sus demandas, subraya Neil Harvey
La zapatista, rebelión inconclusa: experto
El autor de La lucha por la tierra y la democracia destaca que el EZLN ofrece opciones ante el fracaso de los planes oficiales
JAVIER MOLINA
San Cristobal de Las Casas, Chis. La zapatista es una rebelión inconclusa, en tanto siguen las demandas, afirma Neil Harvey, autor del libro La rebelión en Chiapas. La lucha por la tierra y la democracia (Ediciones Era), ''pero creo que están encontrando otras formas de expresión; en primer lugar la construcción de la autonomía: los Caracoles, por ejemplo''.
El entrevistado aborda la situación que se vive en el estado: una crisis económica muy fuerte y un alto nivel de desempleo.
''Se habla de las migraciones, de la búsqueda de trabajo en Estados Unidos, un fenómeno que en Chiapas es relativamente nuevo, en cuanto a la cantidad de personas que están saliendo, que han sido muchas en los últimos 10 años.
''Pero la migración no puede ser la solución para el estado -sostiene-. El estado tiene que crear empleo aquí, y eso requiere el apoyo de las organizaciones de productores. Creo que sigue siendo vigente la demanda de mayor participación en cualquier plan de desarrollo, en general es una demanda de campesinos -zapatistas o no-, porque hay demasiados ejemplos de programas fracasados, que han fallado precisamente porque no están negociando, concertando con la gente local; cuáles son sus necesidades y sus problemas de trabajo.''
El investigador considera que los cambios políticos en la entidad se recibieron con mucha esperanza: ''Se pensaba que con la alternancia en el poder iba a mejorar la situación, pero no ha pasado así, y creo que también hay como cierta desesperanza ahora que la gente no ve en los partidos políticos actuales la solución a sus problemas. Entonces la lucha por la democracia en Chiapas tiene que tomar también en cuenta las limitaciones de este sistema de representación, y ahí está la opción zapatista que mencionamos antes. Estas elecciones (las municipales que vienen en octubre) van a ser importantes para ver hasta qué punto los partidos tienen todavía esa legitimidad entre la población''.
Asimismo considera que en el país también hay este sentimiento ''de que el cambio que llegó en 2000; no ha satisfecho las esperanzas de una situación diferente". Y afirma, contundente: ''Sí, es la continuidad de un proyecto que empezó en 1982, pero, simplemente, con otro partido al frente. El problema es que los otros partidos no están dando una salida tampoco, por eso creo que el abstencionismo en el estado de Chiapas va a ser alto. Y eso es grave, porque vamos a tener gobernantes con una votación en términos reales muy baja, y eso afecta su legitimidad, su capacidad de gobernar con legitimidad''.
Participante en el coloquio internacional Chiapas: diez años después, Neil Harvey plantea ''que todos esos representantes de los partidos debieron estar en este coloquio para escuchar, para que no estén dormidos, porque aquí se dieron muchos datos de la situación que viene en los próximos años: queremos ver qué hacen los políticos, finalmente son los que definen las políticas públicas''.
Estima que los zapatistas apenas llevan un año con los Caracoles, que falta tiempo para evaluarlos, pero afirma: ''quieren crear alternativas para que la gente no se vaya con los polleros. Y bueno, había que estar pendientes de la capacidad que tienen para convencer a la gente de que no se vaya, qué van a hacer para que la gente se quede. Pero ese es el reto de todos los actores, no solamente de los zapatistas''.
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