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México D.F. Sábado 11 de septiembre de 2004
Cada 24 horas llegan 200 migrantes que van a EU
Países centroamericanos analizan posición sobre uso de balas de goma
ALMA E. MUÑOZ
Los embajadores de Guatemala, Honduras y El Salvador manifestaron, en entrevistas por separado, que existe la posibilidad de que sus gobiernos se inconformen por el uso de balas de goma si alguno de sus connacionales resulta afectado por la medida aplicada en la frontera norte de México. Manuel Arturo Soto Aguirre, de Guatemala, cuestionó: "si están ilegalmente en el territorio estadunidense tienen derecho a deportarlos, Ƒpara qué quieren las balas de goma? Es algo que a mí, personalmente, no me cuadra".
Datos proporcionados por los diplomáticos señalan que cada 24 horas llegan a México unos 200 centroamericanos, principalmente de esos países, y todos los días parten hacia la frontera con Estados Unidos unas 700 personas, mientras que el Instituto Nacional de Migración deportó en 2003 a 180 mil indocumentados, 90 por ciento de ellos, centroamericanos.
René Becerra Zelaya, representante de Honduras, consideró que la medida tomada por los gobiernos de Estados Unidos y México atenta contra "todos los latinoamericanos" que pretenden llegar a la nación estadunidense a través de su vecino del sur. Los de mi país, dijo, representan el segundo lugar, después de los guatemaltecos, en ser repatriados por las autoridades mexicanas. "Obviamente son muy pocos los que logran pasar la frontera. Pero estamos conscientes de que este método también es un problema para nuestros compatriotas y vamos, en su momento, a fijar la posición oficial de mi gobierno".
Los tres embajadores entrevistados negaron haber recibido, hasta ahora, datos que documenten daños a la integridad física de alguno de sus compatriotas por el uso de las balas de goma, pero reconocieron que tratarían el asunto con las naciones involucradas, en caso de que alguno resultara afectado.
Soto Aguirre, quien presentó sus credenciales diplomáticas al gobierno de México el pasado 18 de agosto y hasta ayer llegó a la embajada de Guatemala, refirió que el tema de la migración no debe ser exclusivo de un gobierno. "Es un tema internacional y hay que verlo en su dimensión correcta. Estados Unidos debe colaborar con nuestros países para mitigar este problema".
Acabo de leer, recordó, que este negocio ilícito de tráfico de personas significa siete billones de dólares a nivel mundial. "Nuestra preocupación es que los derechos humanos de los guatemaltecos sean protegidos. Creo que es cuestión de empezar a hablarlo con autoridades mexicanas para poder llegar a consensos. Es muy complejo el tema, pero es cuestión de buena voluntad para buscar las soluciones", sobre todo cuando, aceptó, no hay distingo sobre el origen de los inmigrantes.
Finalmente, Francisco Imendia, embajador de El Salvador, la tercera nación que, según los reportes oficiales, recibe mayor número de deportados, consideró que todo aquel que atraviesa la frontera con Estados Unidos de manera ilegal es "vulnerable" para ser recibido con balas de goma.
Como país, El Salvador también se preocupa por sus migrantes. "Tan es así que el nuevo gobierno incorporó en su gabinete el viceministerio de atención a los salvadoreños en el exterior". Hay 175 millones de personas que actualmente no viven en sus países; entonces, dijo, el tema es "de mucha relevancia para todas aquellas naciones que tenemos importantes poblaciones en distintos lugares. Nosotros tenemos cerca de 2.5 millones de compatriotas viviendo en el exterior, especialmente en Los Angeles, producto de la diáspora de los años 80".
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