México D.F. Sábado 11 de septiembre de 2004
Les preocupan denuncias de que varios secuestradores
debían haber estado presos
Piden 7 diputados aclarar la versión oficial
sobre la tragedia en Beslán
Expertos rusos desestiman supuesta amenaza de muerte
contra el presidente Putin
JUAN PABLO DUCH CORRESPONSAL
Moscu, 10 de septiembre. Por su cuenta y riesgo,
siete diputados de la Duma solicitaron este viernes a los titulares de
la procuraduría, el Ministerio del Interior y el FSB (antigua KGB)
responder algunas preguntas que siembran dudas sobre la versión
oficial de la tragedia de Beslán, en el sentido de "ajustar" detalles
para eximir de toda culpa a las dependencias encargadas de velar por la
seguridad de los rusos.
Estos diputados, que no son de oposición al Kremlin
y conocen desde dentro el sistema de seguridad de Rusia, por haber trabajado
en él casi todos, no se plantean polemizar sobre cuestiones técnicas
acerca del equipamiento o la ubicación de los efectivos que participaron
en la operación de rescate.
Tampoco
cuestionan la afirmación de las autoridades de que la matanza fue
ordenada por "el terrorismo internacional que ataca a Rusia", igual que
les tiene sin cuidado si había "nueve árabes y un negro"
o todos los atacantes eran originarios del Cáucaso del Norte.
Les preocupan, y mucho, las denuncias aparecidas en la
prensa local de que varios miembros del comando de secuestradores tendrían
que haber estado en la cárcel cuando ocurrió la toma
de la escuela.
Es el caso de al menos cinco de los 12 secuestradores
cuyos restos han sido identificados hasta el momento, del total de 29 cadáveres
atribuidos por la procuraduría a integrantes del comando.
La trayectoria de estos cinco que en fecha reciente pasaron
por la cárcel -tres chechenos, un ingush y un norosetio-, está
ampliamente documentada por varios periódicos rusos.
Falta sólo determinar quién, cuándo
y por qué tomó la decisión de dejarlos en libertad,
asunto nada secundario a la luz de los cargos formulados en su contra desde
mucho antes de la tragedia de Beslán.
El procurador general, Vladimir Ustinov, al presentar
los avances de la investigación al presidente Vladimir Putin, en
escena que mereció amplia cobertura por la televisión del
Estado, reforzó sus conclusiones con datos adjudicados al único
detenido, el checheno Nur-Pasha Kulayev.
La prensa asegura que, todavía en 2001, Nur-Pasha
Kulayev fue detenido por el servicio secreto ruso, que le incriminó,
entre otros cargos, ser miembro del aparato logístico del grupo
radical de Shamil Basayev y haber asesinado a varios militares rusos.
Se volvió a tener noticia de Kulayev hasta que
la televisión rusa lo presentó como único integrante
del comando de secuestradores detenido, aunque el periódico Vremia
Novostiei pudo averiguar en estos días que el año pasado,
a pesar de las graves delitos que le imputaban, ya estaba libre y fijó
su residencia en Ingushetia.
Para encontrar respuesta a cómo logró salir
de la cárcel Nur-Pasha Kulayev y aclarar muchas otras dudas, el
grupo de diputados propondrá a sus colegas, al inaugurarse el nuevo
periodo de sesiones, el próximo 22 de septiembre, crear una comisión
parlamentaria que investigue la tragedia de Beslán.
Indagación propia
Sin embargo, existen serias dudas de que la mayoría
oficialista de la Duma apoye la iniciativa, toda vez que el presidente
Putin dio hoy su visto bueno para que el Consejo de la Federación,
la Cámara alta del Parlamento local, realice una investigación
propia.
Al ofrecer al líder de los senadores, Serguei Mironov,
que tendrán acceso a cualquier información que soliciten
a las dependencias del Ejecutivo, Putin expresó: "todos estamos
interesados en obtener un cuadro, completo y objetivo, sobre los sucesos
trágicos del secuestro de rehenes en Beslán".
Aun con el apoyo dado al Senado, no hay elementos para
suponer que el mandatario ruso cambió de opinión y ahora
favorece una investigación pública. Por lo pronto, no mencionó
la conveniencia de incluir en la instancia senatorial a diputados de la
Duma, donde la oposición tiene presencia, por más limitada
que sea, ni muchos menos de crear una comisión independiente, que
incorporara también a reconocidos personajes de ámbitos ajenos
al gubernamental.
La diferencia es sustancial. El Consejo de la Federación
está formado por seguidores incondicionales de Putin, ya que sus
miembros, en lugar de ser elegidos por la población, son designados
por las autoridades regionales con el invariable visto bueno del Kremlin.
Por otro lado, aunque son conscientes de que siempre es
alto el riesgo de un atentado contra un jefe de Estado que tiene en su
territorio un conflicto armado que dura ya 10 años, expertos rusos
restaron importancia a la supuesta amenaza de muerte contra Putin, lanzada
hoy desde una página web por las llamadas "Brigadas de Islambouli",
las mismas que reivindicaron los atentados contra dos aviones de pasajeros
rusos.
Serguei Goncharov, presidente de la asociación
de veteranos del grupo Alfa, las unidades de asalto antiterrorista del
FSB, opinó al respecto: "parece ser el enésimo recurso para
atraer atención de gente que inunda Internet con declaraciones y
se atribuye cualquier atentado terrorista en cualquier rincón del
mundo".
|