México D.F. Sábado 11 de septiembre de 2004
Parientes de víctimas condenan elaboración
de armas con materiales del WTC
El tercer aniversario del 11-S reaviva debate
de pacifistas y belicistas en EU
George W. Bush logra capitalizar los ataques para avanzar
en la carrera por la relección
JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES
Washington y Nueva York, 10 de septiembre. El Pentágono
anunció esta semana que 24 toneladas de hierro de los escombros
del World Trade Center, destruido en los atentados del 11 de septiembre,
serán empleados en la construcción de un buque de guerra
de más de mil millones de dólares, pero algunos familiares
de las víctimas de las Torres Gemelas que se oponen a la guerra
"en su nombre" sostienen que la mejor forma de conmemorar ese día
trágico sería concretar la paz, no la fabricación
de más instrumentos de muerte.
El tercer aniversario de los atentados revive un profundo
debate político en este país. Por un lado, George W. Bush
y su equipo tratarán de apropiárselo como un símbolo
que podría llevarlos al triunfo en las elecciones presidenciales
de noviembre, mientras los opositores intentan cambiar el significado bélico
del hecho. Todos buscan la forma "apropiada" de recordarlo, unos con armas,
otros con palomas.
La
marina estadunidense anunció que tres buques de guerra serán
bautizados en honor de las víctimas de los atentados, y políticos
de ambos partidos se apresuran a nombrar todo tipo de cosas para conmemorar
los ataques. Así, el Congreso ya declaró que el 11 de septiembre
es oficialmente "Día de los Patriotas".
Este sábado a las 8:46 de la mañana -hora
en que el primer avión se estrelló contra el World Trade
Center- el presidente Bush y otros guardarán un minuto de silencio
en la Casa Blanca.
A lo largo de todo el país se celebrarán
actos oficiales y semioficiales, gran parte de los cuales estarán
cubiertos, empapados, de fervor patriótico y en casi todos se entonará
el himno nacional y otras canciones patrióticas, incluso en la llamada
"zona cero", donde se ubicaban las torres.
La Cámara baja aprobó una resolución
marcando el tercer aniversario, pero 16 de los 435 representantes federales
votaron contra la medida, ya que sugiere que los atentados del 11 de septiembre
estaban vinculados de alguna manera con Irak, lo cual es rechazado aun
por la propia CIA.
Por su parte, parientes de las víctimas de los
ataques parecían estar más atentos a los errores cometidos
por la inteligencia, los cuales permitieron los atentados, y a promover
que se implementen las recomendaciones de la comisión sobre el 11-S
hechas contra los deseos de Bush.
También han expresado su disgusto por el uso del
aniversario para avanzar las carreras de políticos electos. Algunos
familiares de las victimas acudirán al sitio de los atentados en
Nueva York para leer de nuevo los nombres de los fallecidos, uno por uno.
Otro grupo de parientes de muertos por los ataques pidieron que estos aniversarios
se celebren con acciones voluntarias para mejorar comunidades.
Otra pequeña organización, Familias del
11 de septiembre para un futuro pacífico, condenó el uso
de materiales del World Trade Center para construir buques de guerra, por
lo cual instaron al gobierno y al país a "participar plenamente
en la comunidad global al respetar los tratados internacionales, endosando
y participando en el Tribunal Penal Internacional, apegarse a la Carta
de Naciones Unidas y acordar en palabra y acción con los preceptos
del derecho internacional".
Pero las horribles imágenes de los atentados, de
la gente que se aventaba desde las ventanas y el número de muertos
continúan grabados en la memoria colectiva. Eso ofrece una herramienta
que políticos de ambos partidos no han podido resistir en utilizar
para sus intereses, aunque insistiendo siempre en que hacerlo sería
vergonzante.
El 11 de septiembre de 2001 sigue siendo un momento definitorio
para el ámbito político de este país, en particular
para la presidencia de Bush. Su partido, el Republicano, dedicó
toda una noche de su convención a finales de agosto al tema, y vinculando
los atentados con la invasión de Irak.
El presidente, cuyo grado de apoyo en las encuestas se
había desplomado estos últimos meses, aparentemente ha logrado
usar el 11 de septiembre para resucitar su fortuna política.
El Washington Post reportó hoy que, en gran
medida por el enfoque sobre el 11 de septiembre y la guerra contra el "terrorismo",
los niveles de aprobación del presidente han mejorado considerablemente
esta última semana, a menos de dos meses de distancia de las elecciones.
Este viernes una mayoría de los votantes probables asevera que optará
por Bush sobre John Kerry en la próxima elección.
Aunque la situación en el terreno propio de la
guerra se deteriora, el candidato Bush sigue proclamando triunfos en la
lucha contra el "terrorismo". En Afganistán hay indicios de serios
retrocesos, mientras el Pentágono reconoció esta semana que
áreas enormes de Irak no están bajo su control, sino que
siguen en manos de su enemigo.
En el frente doméstico Bush está por ser
el primer presidente en casi un siglo en concluir su periodo con una pérdida
neta de empleos en el país. A pesar de todo esto, el enfoque que
su campaña ha hecho sobre el 11 de septiembre ha resucitado el apoyo
electoral al mandatario.
Ese enfoque también ha dañado la candidatura
de Kerry: el sondeo del Washington Post registró que la porción
de los encuestados con una opinión favorable de Kerry se redujo
de 51 por ciento en agosto a sólo 36 por ciento ahora.
Los atentados también permanecen como la justificación
para la invasión de Irak, aun cuando casi todos los políticos
y expertos reconocen que Irak no tenía nada que ver con el 11-S.
Hace dos meses las encuestas registraban que una mayoría
de la población pensaba que la guerra en Irak era un error, pero
ahora, después de la convención del Partido Republicano y
una tormenta de propaganda electoral, solo 45 por ciento piensa de esa
manera.
La aprobación a la llamada "guerra contra el terrorismo"
se ha elevado a su nivel más alto desde marzo de 2002.
La Casa Blanca entiende que en casi cada ciudad, pueblo
y comunidad del país se realizarán actos para conmemorar
los atentados este sábado, y espera que éstos continuen nutriendo
el apoyo electoral para Bush.
Pero apostar a que el 11-S y la guerra contra el
terrorismo lograrán hacer relegir al presidente podría costar
mucho. Simpatizantes de Kerry señalan que en la pasada elección
presidencial el entonces candidato Bush se encontraba 10 puntos por debajo
de su contrincante precisamente en estas fechas.
O sea, el 11 de septiembre no necesariamente garantiza
nada el 2 de noviembre, pero por el momento no se puede negar que algunos
aniversarios sí se tratan más del futuro que de recordar
el pasado.
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