México D.F. Domingo 12 de septiembre de 2004
Cierra la posibilidad de transmitir los conocimientos
a los pueblos originales
Ratifica el Estado su desdén por usos y costumbres
de los indígenas
Desde 1999 las autoridades bloquean el uso de plantas
medicinales, aseguran afectados
Después aprobó una ley de derechos y cultura
indígenas ajenos al derecho a la autonomía
ALMA E. MUÑOZ
Tras la negativa de la Secretaría de Educación
Pública a incorporar como carrera la medicina tradicional en la
primera escuela intercultural de México, el Consejo Popular de San
Pedro Atlapulco, perteneciente al Congreso Nacional Indígena, estableció
que una vez más, el Estado demuestra su desdén hacia los
usos y costumbres de los indígenas.
Primero,
recordó, la Secretaría de Salud "intentó desde 1999
prohibirnos el uso de plantas medicinales como árnica, ajenjo, belladona,
epazote, perejil y otros"; después aprobó una ley de derechos
y cultura indígenas que no responde al derecho de autonomía
de las comunidades y, ahora, nos cierra la posibilidad de transmitir los
conocimientos que demuestren que los indígenas no somos únicamente
folclore.
No se dan cuenta, manifestó el Consejo Popular
Ñahñú, "que organiza foros a escala nacional en defensa
de la medicina tradicional, que atentan contra las comunidades más
marginadas del país, donde no hay otra forma de atención,
que por medio de sus propios curanderos".
En vías de celebrar un encuentro más, resaltaron
su deseo por proteger y defender sus tierras, territorios y conocimientos
para impedir que la modernidad, investigación, exploración
o prospección de los recursos naturales, acaben con ellos como es
el avance de los productos transgénicos.
Esta comunidad, junto con representantes del pueblo mayo,
interpusieron en 2002 recursos de amparo para frenar la aplicación
de la Ley de Derechos y Cultura Indígenas en sus territorios, así
como en contra de la prohibición de la Secretaría de Salud;
acciones judiciales que hasta el momento, según les responden en
juzgados de distrito, continúan en trámite. En el último
caso, el acto reclamado es "por no estar fundado ni motivado el decreto
de 1999 y no respetarse el derecho de consulta a las comunidades".
El Consejo Popular Ñahñú lamentó
que los académicos insistan en descalificar los métodos de
la terapéutica tradicional, mientras el gobierno mexicano se quedó
callado cuando en Estados Unidos se patentó el uso de las plantas
gobernadora (el antibiótico natural más fuerte) y hoja de
guayabo (purificador de sangre y remedio contra la amibiasis), con base
en bibliografía del Instituto Mexicano del Seguro Social y el ahora
extinto Instituto Nacional Indigenista. Especialmente, porque no se puede
registrar algo que es de conocimiento a escala popular.
Con todo y que la Secretaría de Salud cuenta con
una dirección de medicina tradicional y desarrollo intercultural,
mediante la cual se inició un proceso de "sensibilización-capacitación
del personal de salud", y se "fomentan estrategias de coordinación"
entre esta práctica ancestrales y la alópata para "buscar
una relación intercultural complementaria", los indígenas
protestan porque "se promueva la cultura popular como mero folclore, no
como parte viva de una cultura cargada de significado y de usos y costumbres".
Recordaron que son las parteras el sector más molestado, siendo
que son ellas quienes atienden a las mujeres en aquellas zonas que, por
su lejanía y dispersión, no cuentan con servicios de salud
gubernamentales.
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