Garantiza comicios transparentes y confiables, señala

Responde consejera al CEESP: el IFE, organismo indispensable

La afirmación de que el Instituto Federal Electoral (IFE) es un organismo improductivo no corresponde con la realidad mostrada por el instituto al garantizar elecciones federales libres, transparentes, legales y confiables a lo largo de 15 años en un trabajo serio y profesional, afirmó la consejera electoral Alejandra Latapí Renner, en respuesta a un documento elaborado por el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), el cual critica la pertinencia de éste.

En seis puntos, Latapí Renner advierte que la operación del instituto significa 33 centavos de cada 100 pesos del Presupuesto de Egresos de la Federación, y que el presupuesto solicitado por el IFE para 2005 es 7.8 por ciento menor al actual. Esto muestra que el instituto mantiene una política indeclinable por atender el reclamo y la exigencia social de hacer más con menos, asegura la consejera.

Latapí Renner menciona que el pasado 16 de agosto el Consejo General del IFE aprobó un proyecto de presupuesto por 6 mil 198.1 millones de pesos, cifra que representa el gasto mínimo de operación requerido para organizar el proceso electoral 2005-2006, fomentar la educación cívica a escala nacional, concluir los trabajos de redistritación y elaborar 10.6 millones de credenciales de electores, con el fin de alcanzar la meta de 69.3 millones de ciudadanos registrados en el padrón, entre otras acciones.

Señala que con los recursos que solicita el IFE para el año previo a la elección, la institución se compromete a iniciar la producción, en una primera etapa, de 5 millones 44 mil 537 documentos comiciales y un millón 19 mil materiales electorales que serán utilizados en la contienda electoral de 2006.

Del presupuesto solicitado para 2005, el IFE destinará más de 2 mil millones de pesos a prerrogativas de los partidos políticos, de acuerdo con la fórmula establecida en la ley, y mil 500 millones se canalizarán para el Registro Federal de Electores, para la elaboración de credenciales, que se han convertido en documento oficial de identificación, concluye Latapí Renner.