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México D.F. Martes 14 de septiembre de 2004
La democracia socialista
Hay señales de un cambio
de estilo de gobierno, pero no de largo alcance
Economist Intelligence Unit /The Economist
Después de asumir las principales posiciones políticas
en 2002-03, el secretario general del Partido Comunista Chino (PCC) y presidente
del Estado, Hu Jintao, y el primer ministro Wen Jiabao, han tenido cierto
éxito en consolidar su autoridad en meses recientes. Sin embargo,
aún les queda camino por recorrer para desplazar a los partidarios
del predecesor de Hu, Jiang Zemin, como facción dominante en el
gobierno del país. Al mismo tiempo, la transición de la economía,
desde la planeación central hasta la conducción del mercado,
continuará presentando retos que pueden dividir a los líderes
en los próximos dos años. Un ejemplo es el actual sobrecalentamiento
de ciertos sectores en la economía. Wen ha respondido con medidas
administrativas encaminadas a reducir el crecimiento del crédito
y la inversión. Algunos informes han sugerido que estos esfuerzos
han encontrado una oposición de vehemencia poco usual en funcionarios
locales. Estadísticas recientes sugieren que el gobierno central
logra imponer su voluntad, pero no termina allí el reto para Wen:
aún tiene enfrente la tarea de llevar a cabo una desaceleración
gradual de la economía, evitando un aterrizaje brusco que incrementaría
su impopularidad entre algunos grupos de interés.
Un drástico aletargamiento económico también
conllevaría el riesgo de revivir el descontento social que el reciente
incremento en el PIB ha ayudado a mitigar. Los incidentes de agitación
social siguen siendo comunes en las zonas rurales, aunque con frecuencia
no se informe de ellos, y las protestas laborales de 2002 en el noreste
fueron probablemente las más numerosas en varias décadas.
En el otro extremo de la escala, el crecimiento económico de años
recientes ha producido una clase media cada vez más exigente en
las ciudades y poblados más ricos. Este panorama, y un deseo de
diferenciar su régimen del de Jiang, impulsan a Hu a emprender una
limitada apertura política. Las conclusiones de las reuniones de
alto nivel del PCC se han dado a conocer al público; un accidente
naval ocurrido el año pasado -que en otros tiempos habría
permanecido en secreto- se reportó en la prensa; Hu ha hecho un
llamado a la expansión de la ''democracia socialista'', y en la
Constitución se ha incluido la protección a los derechos
humanos.
Con todo, estas innovaciones deben verse como señal
de un cambio de estilo de gobierno más que como el lanzamiento de
reformas políticas de largo alcance. Hu no tiene planes de debilitar
el poder del PCC introduciendo un sistema político pluralista, como
ilustran las medidas adoptadas para fortalecer al partido, a la vez que
pretende hacerlo aparecer menos aislado. A fines de 2003 el gobierno atajó
lo que parecía ser un debate relativamente abierto en los medios
sobre temas como la reforma constitucional, y en junio pasado detuvo a
un médico militar jubilado, Jiang Yanyong, que había demandado
reabrir el caso de la matanza de Tiananmen.
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