México D.F. Martes 14 de septiembre de 2004
Países en riesgo por los altos precios del petróleo
Las economías asiáticas
que se industrializan con rapidez son las más vulnerables a un periodo
sostenido de energéticos caros
Malasia y Tailandia, con grandes sectores de tecnología
de información, consumen 80% más crudo que el promedio mundial
Economist Intelligence Unit/The Economist
Las economías asiáticas que se industrializan
con rapidez son las más vulnerables a un periodo sostenido de altos
precios petroleros, según el análisis de The Economist Intelligence
Unit. Utilizando datos de consumo petrolero y cifras del PIB, calculamos
la intensidad petrolera (gasto en hidrocarburos) de las principales economías
para juzgar el impacto potencial de mayores precios del crudo sobre el
crecimiento económico. China e India, dos de las economías
de mayor crecimiento en el mundo, son muy intensivas en petróleo,
aunque se han vuelto menos vulnerables con el tiempo.
En los 30 años pasados, toda desaceleración
económica global pronunciada se ha visto acompañada por un
agudo incremento en los precios del petróleo (1973-74, 1979-80,
2000-01). Ahora que el precio del crudo ligero estadunidense llegó
a casi 50 dólares por barril en agosto, y el Brent, el europeo
de referencia, estuvo en un promedio de 35 dólares por barril en
2004, hemos intentado identificar las economías que enfrentan significativo
riesgo macroeconómico si los precios del petróleo se mantienen
en niveles altos por un periodo sostenido.
Pese
al riesgo que plantean, los precios actuales del petróleo no son
especialmente altos si se ajustan a la inflación. El precio tendría
que estar en un promedio de 80 dólares por barril para ser equivalente
a los casi 40 dólares alcanzados en 1980. Incluso en tal caso, la
reducción de la intensidad petrolera ocurrida entre las economías
más desarrolladas en las dos décadas pasadas haría
que un precio equivalente al nivel de 1980 fuera menos dañino a
la economía mundial de lo que fue en ese tiempo.
El actual aumento de precios ha sido impulsado en gran
medida por la creciente demanda; las alteraciones de los setentas fueron
efecto de súbitas interrupciones de la oferta. El crecimiento económico
de Estados Unidos y de China, mayor de lo previsto, ha sido la causa principal
del alza en el consumo mundial.
The Economist Intelligence Unit cree que el alto nivel
de demanda persistirá a mediano plazo. En el periodo que va hasta
2008, prevemos que el consumo anual se elevará en promedio en 2
millones de barriles por día. Estos factores sugieren que los precios
se mantendrán elevados durante cierto tiempo.
Riesgo por el uso intensivo del crudo
Las economías asiáticas, excepto Japón,
son sumamente intensivas en petróleo y muchas enfrentan considerable
riesgo si los altos precios mundiales se mantienen. China e India consumen
cada una más de 1.5 millones de barriles por cada mil mdd de su
PIB, casi el doble del promedio mundial de 799 mil 372 barriles. Si bien
los sectores de servicios se expanden en ambos países, el desarrollo
industrial continúa creciendo a un ritmo formidable (sobre todo
en China), lo cual dispara niveles de demanda imprevistos que han sido
intrínsecos al actual ''choque" global. Si bien 70% de la demanda
energética de China se cubre con carbón, la demanda de petróleo
se incrementará en un ambiente en el que se prevé que el
PIB aumentará en términos reales en alrededor de 8% anual
a mediano plazo. El consumo se verá impulsado no sólo por
la producción industrial, sino también por la demanda derivada
de un auge sin precedente en las ventas de vehículos de motor (que
subieron 70% en 2003).
Este continuo crecimiento acelerado, combinado con políticas
gubernamentales sin efectos (los impuestos y regulaciones no ofrecen incentivos
importantes a la conservación, y las presiones políticas
impiden la rápida modernización industrial), sugiere que
los niveles de intensidad petrolera no se reducirán con rapidez
a corto plazo. Nuestro análisis confirma que los dos países
son ahora más intensivos en petróleo que en 2003, si bien
han reducido su intensidad en las dos décadas pasadas.
Factores atenuantes
India y China están conscientes de su dependencia
petrolera y han dado pasos para mitigar los efectos de los precios altos.
Además, las tasas estelares de crecimiento de ambos países
y la diversificación de sus economías, reducen el riesgo
macroeconómico al que los exponen los altos niveles de intensidad
petrolera. Incluso, si los precios del crudo se mantienen en los actuales
niveles, ambos países podrían lograr menor crecimiento.
En mucho mayor riesgo están las economías
asiáticas más pequeñas que dependen de las exportaciones.
Las que tienen grandes sectores de tecnología de información
(TI) son sorprendentemente intensivas en petróleo. Tailandia y Malasia
consumen más de 1.4 millones de barriles por cada mil mdd de PIB,
80% más que el promedio mundial; Filipinas, con 1.1 millones, no
va muy atrás. Corea del Sur tiene uno de los niveles más
altos de intensidad petrolera entre los países en desarrollo, con
casi 1.1 millones de barriles por cada mil mdd de PIB, sobre todo por su
rápida industrialización y por una floreciente economía
basada en exportaciones e impulsada por la industria pesada.
Mejores resultados en EU
Estados Unidos es el mayor consumidor mundial de petróleo;
utiliza tres veces más que China, que viene en segundo lugar. Aun
así es mucho menos intensivo en petróleo que hace 20 años,
y por tanto está en menor riesgo ante los altos precios del crudo.
Su intensidad petrolera ha bajado más de 40% desde 1980 y más
de 12% desde 1995, lo cual puede atribuirse a las iniciativas de ahorro
de petróleo tomadas durante y después de la crisis energética
de los setentas.
Impresionante ha sido la creciente eficiencia de combustible
de los automóviles: entre 1973 y finales de los noventas, la distancia
promedio recorrida por unidad de gasolina aumentó casi 60%. Sin
embargo, la creciente popularidad de los vehículos deportivos utilitarios
grandes en años recientes ha detenido las ganancias en eficiencia
de combustible. También los cambios de combustible han sido un factor:
Estados Unidos ha hecho mucho mayor uso del gas natural, que ahora representa
25% de la oferta de energía en el país.
América Latina
Venezuela, México y Ecuador consumen petróleo
a más del doble de la tasa anual promedio por unidad de PIB. Como
exportadores de crudo, los tres están protegidos en buena medida
del impacto de los precios. La intensidad petrolera en el resto de AL está
cerca del promedio mundial. La región en conjunto está menos
industrializada que el este de Asia, y aún se basa en gran medida
en actividades menos intensivas en petróleo, como la agricultura
y la extracción de recursos. Brasil, la economía más
avanzada del subcontinente, está situado casi a la mitad de la clasificación
de intensidad, lo cual sugiere que no corre grave riesgo. Ha reducido su
intensidad en más de 4% desde nuestro análisis de 2001, logro
significativo si se considera tanto la fragilidad de su economía
como los incrementos de alta intensidad experimentados a finales de los
noventas.
Países importadores
La alta intensidad petrolera no es un problema grave para
los países que producen todo el petróleo que consumen. En
cambio, los que son intensivos en petróleo y dependen de las importaciones
están en mayor riesgo. Si bien EU es con mucho el mayor importador
mundial, está ligeramente debajo del promedio mundial en intensidad
petrolera, lo cual modera el impacto de los precios. China, Corea del Sur
e India son también importadores, pero tienen niveles altos de intensidad;
por tanto, están en mayor riesgo. Tailandia y Turquía también
son vulnerables.
Alternativas al petróleo
Con los altos precios del petróleo, las fuentes
alternativas de energía se vuelven cada vez más atractivas.
Según EIU, el gas natural será la fuente primaria de mayor
crecimiento en los próximos 20 años y desplazará al
carbón del segundo lugar mundial como combustible. Estados Unidos
ha reducido su dependencia petrolera con el uso del gas natural y lo mismo
hacen muchos países desarrollados, sobre todo en la producción
de electricidad.
Para muchas naciones de alto consumo energético,
el carbón es una alternativa viable, pues las reservas están
distribuidas de manera más o menos pareja en el mundo. Su oferta
es más confiable que la del petróleo y el gas y su precio
es menos susceptible de fluctuaciones. La demanda de carbón se incrementa,
sobre todo en las naciones en desarrollo. Los avances en la tecnología
del carbón también harán que aumente su empleo.
Traducción de textos: Jorge Anaya
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