México D.F. Martes 14 de septiembre de 2004
Se trata de la concentración de autoridad
más grande desde los tiempos de Stalin
Anuncia Putin drásticas reformas que otorgan
mayor poder al Ejecutivo
La intención, "fortalecer la unidad nacional
para vencer el terrorismo": el mandatario ruso
Antes de fin de año pretende instalar un "sistema
unificado de subordinación" al Kremlin
JUAN PABLO DUCH CORRESPONSAL
Moscu, 13 de septiembre. Tras proclamar su intención
de "fortalecer la unidad nacional como condición indispensable para
vencer el terrorismo", el presidente Vladimir Putin anunció este
lunes una drástica reforma del sistema federativo y de la legislación
electoral, que en la práctica se va a traducir en la mayor concentración
de poder en manos del Ejecutivo en la historia de Rusia, desde los tiempos
dictatoriales de José Stalin.
Putin anticipó, en reunión extraordinaria
del Gabinete en pleno y los titulares de las 89 entidades federativas de
Rusia, las medidas que, antes de que finalice este año, se propone
instrumentar para crear "un sistema unificado de subordinación"
al Kremlin.
Dos
son los grandes ejes de esta reforma: imponer en cada región al
dirigente que mejor convenga a los intereses de la élite gobernante
en Moscú y asegurar que el Ejecutivo siga sin tener contrapeso alguno
en el Legislativo.
Para conseguir lo primero, el mandatario ruso decidió
suprimir la elección por sufragio universal y directo de los jefes
del Poder Ejecutivo -llamados aquí genéricamente "gobernadores"-
de las repúblicas autónomas, territorios, regiones y dos
ciudades con rango federal, Moscú y San Petersburgo, que integran
la Federación Rusa.
"Los más altos dirigentes de las entidades de la
Federación deben ser electos por las respectivas asambleas legislativas,
a propuesta del jefe del Ejecutivo", de la misma manera que se integra
el Gobierno, indicó Putin.
En otras palabras, ahora el Kremlin de facto nombra
a los gobernadores en algunas regiones, pero en los cinco años que
lleva Putin al frente del país no ha podido someter a los más
influyentes caciques regionales que hacen y deshacen en sus feudos.
Al entrar en vigor la reforma, de jure el presidente
será el único que pueda postular a los gobernantes de todas
las regiones, dejando a las correspondientes asambleas legislativas la
alternativa de ratificar al candidato del Kremlin o, si lo rechazan tres
veces, de ser disueltas por el Ejecutivo federal.
Las asambleas legislativas de las entidades federativas
acabarán formándose a imagen y semejanza de la Duma, que
Putin también propuso hoy integrar de un nuevo modo que, a juicio
de la oposición, otorga amplias ventajas al partido oficialista
y cierra las puertas a los candidatos independientes.
En concreto, el presidente quiere que los miembros de
la Cámara de Diputados sean elegidos únicamente por el principio
de representación proporcional, con base en listas de partido, eliminándose
los distritos uninominales de votación directa, que actualmente
equivalen a la mitad de los escaños de la Duma.
Los opositores al Kremlin consideran que este cambio en
la legislación electoral, en un país que carece de pluripartidismo
verdadero, busca facilitar la manipulación y el fraude que denuncian
como prácticas habituales en el recuento de votos por listas de
partido.
Para mitigar estas críticas, Putin ofreció
establecer una llamada Cámara Social, todavía amorfa y sin
funciones definidas, que el presidente ruso se imagina como una instancia
idónea para canalizar las inquietudes de los ciudadanos y para ejercer
control sobre las dependencias federales.
Todo esto se hace como parte de "la lucha contra el terrorismo"
que Putin calificó de "tarea que debe ser prioridad para toda la
nación", junto con el reforzamiento de las dependencias encargadas
de la seguridad nacional.
"Tenemos que articular en Rusia un sistema de seguridad
nacional (...) que permita anticiparse a los terroristas y aniquilarlos
en sus madrigueras, y si la situación lo requiere, alcanzarlos también
en el exterior", dijo Putin y ratificó en sus cargos a los responsables
del Interior, Defensa y el FSB (antiguo KGB), a quienes la prensa local
critica por la tragedia de Beslán.
Putin "removió" sólo a su representante
personal en el Cáucaso del Norte, Vladimir Yakovlev, a quien puso
al frente del Ministerio de Desarrollo Regional, que incorporó mediante
decreto al organigrama del gobierno.
En el lugar de Yakovlev, Putin designó a Dmitri
Kozak, uno de sus colaboradores más cercanos, quien encabezará
una Comisión Federal para el Cáucaso del Norte, creada hoy
para coordinar "las dependencias federales" en esa región "estratégicamente
importante para Rusia".
No cabe duda que la Duma, con diputados oficialistas que
en su actual composición tienen mayoría calificada de dos
tercios, y el Consejo de la Federación, la Cámara alta cuyos
miembros son designados por las regiones con el visto bueno de Moscú
y no elegidos por la población, están en condiciones de sacar
adelante cualquier iniciativa del Kremlin.
El
problema de esta reforma no es reunir votos parlamentarios que sobran,
sino llevarla a cabo sin tener que modificar la Constitución, porque
en opinión de reconocidos juristas los planteamientos de Putin violan
varios artículos de la misma y, en especial, restringen el derecho
de los rusos a elegir y ser elegidos.
Existe el antecedente del territorio de Altai, cuya asamblea
legislativa quiso elegir a su gobernador en tiempos de Boris Yeltsin y,
al impedirselo Moscú, recurrió a la Corte Constitucional.
El fallo de esta instancia suprema, el 18 de enero de
1996, establece: el mecanismo mediante el cual un Parlamento local ratifica
al dirigente de una región "limita el derecho de los ciudadanos
a participar en los asuntos del Estado, en particular, el derecho de elegir
al jefe del Poder Ejecutivo de su territorio".
Pero todo eso, finalmente, tiene remedio legal, aunque
se lleve más tiempo. Lo que está más difícil
es doblegar la resistencia de los caciques regionales, y aunque las medidas
se vienen preparando desde hace meses, la oposición coincide en
señalar que el Kremlin encontró en la tragedia de Beslán
un argumento adicional para impulsar esta reforma.
Tampoco es posible prever la eficacia de imponer a todos
los líderes regionales, a la luz de los resultados negativos que
se tienen con los generales Murat Ziazikov, en Ingushetia, y Alu Aljanov,
en Chechenia, los ejemplos más elocuentes de esta política
que se pretende extender a toda Rusia.
El Kremlin denota prisa en introducir los cambios, aunque
se supone que los gobernadores ya electos tendrían que cumplir sus
mandatos, como también la actual Duma, por lo cual muchos estarían
entregando la oficina dentro de tres años y medio.
En principio, los líderes regionales no tendrían
que irse antes, a menos que la "lucha contra el terrorismo" sirva de coyuntura
para forzar un borrón y cuenta nueva, igual que la reforma estaría
pensada para el sucesor de Putin, salvo que un Legislativo supeditado por
completo al Kremlin invoque la misma razón para pedir al presidente,
en 2008, que permanezca al frente de Rusia.
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