México D.F. Viernes 17 de septiembre de 2004
Al Qaeda, intacta en Afganistán y con
18 mil afiliados: Instituto de Estudios Estratégicos
Peligro de guerra civil en Irak, advierte informe secreto
de EU
Otros análisis del espionaje constatan el fracaso
de la campaña de Bush "contra el terrorismo"
Admite Dick Cheney que tal vez la democracia iraquí
no llegue tan rápido como se esperaba
JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES
Washington y Nueva York, 16 de septiembre. Un informe
secreto preparado por las agencias de inteligencia de Es-tados Unidos para
el presidente George W. Bush, concluye que la situación en Irak
podría deteriorarse en una guerra civil y aun en el mejor de los
casos el país ocupado permanecerá inestable por un largo
periodo de tiempo, confirmando con ello una serie de informes que se han
revelado a lo largo de este mes de que la llamada "guerra contra el terrorismo"
está fracasando.
Tres años después de los atentados en Estados
Unidos del 11 de septiembre de 2001, hay malas noticias en casi todos los
frentes de esta "guerra", mientras el Pentágono reconoció
que hay áreas enormes de Irak que no están bajo el control
de las fuerzas de Estados Unidos o de sus aliados.
El
New York Times reporta que un capo militar ligado a Al Qaeda
es ahora el principal actor político en Afganistán y el Instituto
Internacional de Estudios Estratégicos en Londres informa que el
liderazgo de la red fundamentalista está intacto y cuenta con 18
mil afiliados, mientras que "el reclutamiento (a sus filas) se está
acelerando a cuenta de Irak".
Richard Lugar, senador republicano y presidente del Comité
de Relaciones Exteriores de la Cámara alta, caracterizó recientemente
la situación en Irak como "exasperante". El senador Chuck Hagel,
también del partido del presidente, comentó al New York
Times que "está más allá de lamentable, más
allá de ser vergonzoso. Ahora está en la zona de ser peligroso".
Bush continúa caracterizando positivamente su guerra
contra el "terrorismo", al declarar hoy que en Irak "la libertad está
en marcha", pero la Casa Blanca reconoció que el mandatario fue
informado personalmente de las conclusiones del informe de inteligencia
de 50 cuartillas (llamado oficialmente National Intelligence Estimate)
sobre Irak, la primera evaluación plena elaborada por las agencias
de inteligencia estadunidenses desde poco antes de la invasión al
país árabe.
Esta evaluación, elaborada en julio antes de la
reciente intensificación de ataques en Irak, ofrece tres escenarios
para Irak a lo largo de los próximos 15 meses.
El peor, según el periódico The New York
Times, que obtuvo las conclusiones, es que estallará una guerra
civil. El mejor escenario es "un Irak cuya estabilidad permanecerá
tenue en términos políticos, económicos y de seguridad".
La revelación de este informe de inteligencia entregado
a la presidencia llega sólo días después de que el
secretario de Defensa, Do-nald Rumsfeld, admitió que áreas
enteras de Irak ya no están bajo el control de las fuerzas de seguridad
de Estados Unidos ni de las tropas del gobierno interino.
Según funcionarios del Pentágono, las fuerzas
de ocupación no tienen control sobre Fallujah, Ra-madi y Najaf -ciudades
con cientos de miles de habitantes- y sólo pueden operar parcial
y esporádicamente en por lo menos una tercera parte de la capital
Bagdad.
Rumsfeld, en conferencia de prensa, reconoció que
las fuerzas de seguridad del gobierno interino no podrán retomar
estas ciudades por lo menos hasta finales de este año, un mes antes
de las elecciones nacionales programadas.
Oficiales iraquíes informaron recientemente a un
periódico británico que los comandantes estadunidenses dijeron
que no intentarán recuperar el control de estas ciudades hasta después
de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, en noviembre.
Mientras, el primer ministro de Afganistán, Hamid
Karzai, sobrevivió este jueves a otro atentado, pero funcionarios
estadunidenses conceden que existe allí un resurgimiento de las
guerrillas de los talibanes y de Al Qaeda.
La invasión estadunidense que derroco al régimen
talibán resultó en la captura de alrededor de 70 por ciento
del liderazgo de Al Qaeda y la instalación de un go-bierno interino
pro Washington encabezado por Karzai.
Pero ahora los funcionarios es-tadunidenses han tenido
que reconocer que uno de los más beneficiados por la invasión
de Afganistán es Abdul Rasul Sayyaf, identificado por el New
York Times co-mo "capo militar notorio y fundamentalista salvaje
que en los años 80 y 90 sirvió de mentor y protector principal
de Khalid Shaikh Mohammed, cerebro detrás de los atentados del 11
de septiembre" de 2001 en Estados Unidos.
Según lo anterior, este hombre es la autoridad
de mayor influencia en el país, y que hasta Karzai, el hombre de
Washington, está buscando el endoso de Sayyaf pa-ra las elecciones
próximas.
Cansancio y bajas costosas
Estados Unidos tiene actualmente unas 20 mil tropas en
Afganistán y 135 mil en Irak, pero un nuevo informe oficial dice
que el Pentágono no podrá mantenerlas sin obligar a soldados
de la reserva militar a aceptar periodos de servicio más prolongados.
Por otro lado, hay cada vez más inquietud sobre
el costo hu-mano de esta guerra. El Pentágono reconoció la
semana pasada que más de mil soldados estadunidenses han fallecido
en Irak, además de que otros 7 mil han sido heridos en combate.
Pero la agencia Upi reporta que otros 17 mil uniformados
han sido evacuados de Irak y Afganistán por heridas no relacionadas
con los combates.
Lo que preocupa a algunos analistas políticos en
Washington es que la situación de seguridad en Irak ha empeorado
desde que se elaboró la evaluación de inteligencia en julio
anterior.
En sólo estos últimos cuatro días
más de 400 personas han muerto, y este jueves dos ciudadanos estadunidenses
y un inglés fueron secuestrados.
Estos retrocesos en la guerra en Irak ha provocado que
nada menos que el propio vicepresidente Dick Cheney -tal vez la figura
de mayor rango en favor de la guerra contra el terror- haya tenido que
advertir hoy que la "democracia" tal vez no llegaría tan rápido
como se esperaba en Irak.
"Estas no son tareas fáciles. Son tareas muy difíciles",
afirmó Cheney en un discurso pronunciado en Nuevo México.
"No debe-ríamos sorprendernos si hay topes en el camino. Los habrá".
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