FLOC obtiene el contrato colectivo de 8 mil 500 migrantes en Carolina del Norte

Sindicato de EU logra representación legal de trabajadores agrarios mexicanos

El gremio buscará que en México se eliminen abusos del programa de jornaleros huéspedes

JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES

Washington y Nueva York, 16 de septiembre. Después de más de cinco años de organización y un boicot nacional, un sindicato anunció la firma de un acuerdo con granjeros y enlatadores para representar a más de 8 mil trabajadores mexicanos con residencia legal en Carolina del Norte, lo que resultará en un logro gremial histórico en ese estado: el primer sindicato de jornaleros inmigrantes legales y un avance sin precedente en la lucha laboral binacional.

El Comité de Organización de Trabajadores Agrarios (Farm Labor Organizing Committee o FLOC, por sus siglas en inglés) anunció el acuerdo con la Asociación de Granjeros de Carolina del Norte, donde los aproximadamente mil productores que contratan mediante el programa de trabajadores huéspedes a unos 8 mil 500 inmigrantes cada año -casi todos de México- reconocerán al sindicato como representante legal de los agremiados.

"Esto establece el primer programa de trabajadores huéspedes sindicalizados en la historia de Estados Unidos", afirmó Baldemar Velásquez, presidente de FLOC, desde Carolina del Norte en entrevista telefónica con La Jornada. Asimismo, dijo, "representa el contrato colectivo más grande en la historia de Carolina del Norte", ya que ese estado ha sido uno de los más hostiles contra los sindicatos.

FLOC informó que unos 2 mil 500 trabajadores ya se han registrado como integrantes del gremio, pero no podían funcionar como sindicato formal hasta el acuerdo anunciado ayer, y esperan afiliar rápidamente a miles más.

El acuerdo, dijo Velásquez, redunda en que FLOC ahora será "el primer sindicato estadunidense en representar a trabajadores mexicanos". El acuerdo permite que el sindicato supervise el proceso de reclutación de los trabajadores huéspedes, conocidos como H2-A, en México y ofrecerles membresía en el sindicato. "Con ello, llegarán a Estados Unidos ya sindicalizados". Además, el acuerdo anulará la famosa lista negra que se utilizaba para intimidar y castigar a trabajadores, ya que la Asociación de Granjeros de Carolina del Norte rehusaba renovar contratos a trabajadores que no cumplían con sus condiciones o se quejaban. El acuerdo permite que FLOC establezca un sistema de antigüedad para trabajadores huéspedes, garantizando así el empleo a los jornaleros, y que no sean arbitrariamente amenazados; además, el acuerdo explícitamente acepta la reintegración de trabajadores que han sido excluidos del programa.

"También podremos ahora limpiar algunas de las prácticas corruptas que han usado los reclutadores en los pueblos de México, cosas como cobrarle a cada trabajador mil o mil 500 dólares sólo por el privilegio de ser colocados en una lista para ser considerados para el programa de trabajador huésped", comentó Velásquez.

El líder sindical señaló que el acuerdo permitirá que los trabajadores cuenten con voz, "algo que jamás han tenido", para defender sus derechos laborales. El acuerdo es fruto de una campaña de organización lanzada hace años, junto con un boicot nacional emprendido contra la empresa empacadora de pepinos Mt. Olive desde hace cinco años. Esa empresa, como parte de este acuerdo, elevará 10 por ciento, a lo largo de tres años, el precio que paga a los granjeros por el producto, y parte de esa alza será traducida en un incremento de salario para los jornaleros en las granjas.

Así, FLOC logró romper, usando la misma estrategia empleada en Ohio y Michigan, el argumento de que los granjeros no podían pagar más porque la empresa que compra el producto establecía el precio, y el argumento de la compañía de que no le correspondía negociar cuestiones laborales, ya que eso era asunto de los granjeros con sus jornaleros. Por lo tanto la negociación fue, como en el caso de los jornaleros de tomate en Ohio con la empresa Campbells, enfocada en presionar tanto a la firma compradora como a los granjeros.

Sin embargo, el acuerdo es más que sólo económico, ya que logra el reconocimiento del sindicato como voz de los trabajadores en asunto de salud, mejora de condiciones laborales y de resolución de quejas.

Los componentes del acuerdo de no discriminación en el reclutamiento de trabajadores, un proceso de quejas en tres etapas y la presencia autorizada del sindicato en los campos laborales de las granjas ofrecen por primera vez un plan para proteger los derechos de estos trabajadores, a la vez que la implementación del acuerdo en México será supervisado por oficiales del sindicato para presionar al gobierno mexicano a que enfrente las prácticas corruptas que hay en torno al proceso de reclutamiento de estos trabajadores.

Aunque este acuerdo inicial sólo incluye a los trabajadores inmigrantes legales del programa H2-A, y no tiene impacto inmediato sobre los miles de trabajadores indocumentados que sufren las peores condiciones en Carolina del Norte, Velásquez dice que ese es el próximo paso de esta lucha. "Este acuerdo lo usaremos para inspirar a los trabajadores indocumentados a sumarse al sindicato, para que entiendan que si los trabajadores huéspedes lo pueden hacer, ellos también y así defender sus derechos básicos.

"Esta victoria tremenda también establece una pauta para el gobierno mexicano, para que haga más para abogar por los trabajadores mexicanos en Estados Unidos. El gobierno de Fox ha sido demasiado tibio en su defensa de los inmigrantes aquí, se ha portado demasiado bien con el gobierno de Bush y en realidad no ha hecho mucho para promover una reforma real de la migración. Llegan con Bush casi con pena, cuando necesitan llegar con la cabeza en alto, ya que los agravios contra México por Washington son extensos e históricos, desde el robo de los territorios del suroeste al tratamiento de los migrantes hoy día", afirmó.