México D.F. Martes 21 de septiembre de 2004
Halliburton busca más ganancias en Irak
El ejército de EU planea
dividir obras por 12 mil millones de dólares entre varias compañías
Sus acciones cayeron 2% y cerraron en 29.47 dólares
a principios de septiembre
Economist Intelligence
Unit
/The
Economist
La empresa Halliburton dio a entender que podría
intentar reducir su papel de principal contratista privado en Irak, después
de enterarse de que el ejército estadunidense planea fragmentar
su contrato más grande en el país árabe para atraer
a otras compañías a concursar por partes del mismo.
El vicepresidente estadunidense Dick Cheney, durante una ceremonia realizada en el Pentágono en junio de 2003. Cheney fue jefe ejecutivo de Halliburton durante cinco años y dejó ese cargo en el año 2000 FOTO REUTERS
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La
decisión del ejército, descrita en un memorando interno de
agosto pasado, dado a conocer por The Wall Street Journal, dividiría
obras por 12 mil millones de dólares en Irak entre varias compañías.
Halliburton ha recibido críticas por su manejo del contrato, incluso
acusaciones de que cobró más de la cuenta al Departamento
de Defensa por algunos servicios.
Halliburton, el mayor consorcio estadunidense de servicios
militares y petroleros, intentó presentar la decisión del
Pentágono como una oportunidad de obtener aún más
ganancias de los contratos por los que elija concursar. Muchas de sus operaciones
en Irak, entre ellas proveer de alimentos, servicios de lavandería
y recolección de basura a los soldados estadunidenses, han sido
criticadas por los accionistas como cargas financieras sobre el resto de
la compañía.
''Si escogemos volver a concursar, vamos a elevar los
márgenes en forma significativa'', señaló David J.
Lesar, jefe ejecutivo de Halliburton, en una conferencia con inversionistas
en Nueva York. ''No estoy seguro de que vayamos a reconcursar si reparten
la tarea en demasiados pedazos'', añadió.
Halliburton dijo también que la decisión
del ejército era de esperarse, pues la compañía trató
de mitigar la inquietud sobre la pérdida potencial o la renegociación
del contrato en las finanzas de la empresa. Pese a todo, sus acciones cayeron
en la segunda semana de septiembre 65 centavos de dólar, más
de 2 por ciento, y cerraron en 29.47 dólares.
Wendy Hall, vocera de Halliburton, dijo que la decisión
no está vinculada con una determinación pendiente de la Defensa
de retener pagos a la empresa por las dudas de contabilidad relativas a
su trabajo en Irak
''No se trata de un castigo ni obedece a que haya problemas'',
aseguró.
La acción militar ocurre en un momento crucial
para Halliburton, que trata de sacar a la unidad responsable de su mayor
contrato en Irak, KBR, de procedimientos de quiebra resultantes en buena
medida de demandas por asbestos. Halliburton lidia con varios otros problemas,
algunos de los cuales datan del periodo de los noventa, cuando el vicepresidente
Dick Cheney era el jefe ejecutivo de la empresa, y dejó ese cargo
en agosto de 2000, después de casi cinco años.
Uno de los retos principales de Halliburton es el escrutinio
al que se vio sometida por su participación de 5 mil mdd en una
compañía creada para construir un complejo de gas natural
en Nigeria, en los noventas. El consorcio reveló la semana pasada
que había descubierto un plan concebido por la empresa nigeriana
para sobornar a funcionarios, con el fin de obtener contratos. La Comisión
de Mercados de Valores (SEC, por sus siglas en inglés) de Estados
Unidos emprendió en junio una investigación de dicha firma.
Halliburton cortó vínculos este verano con
el ex presidente de KBR, Albert J. Stanley, después de que investigaciones
mostraron que pudo haber canalizado en secreto dinero del plan de sobornos
en Nigeria a una cuenta en un banco suizo. En otra distracción de
su trabajo de servicios petroleros, Halliburton está sujeta a otra
investigación de la SEC por contabilizar costos superiores a lo
presupuestado en grandes proyectos de construcción.
En mayo de este año un grupo de manifestantes protestó contra la intervención estadunidense en Irak, frente al edificio donde se realizaba una reunión de accionistas de Halliburton FOTO AFP
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El
mes pasado la empresa accedió a pagar una pena de 7.5 mdd para cerrar
esa investigación, con lo cual abrió a mayor escrutinio el
periodo en que Cheney la presidió, pues fue entonces cuando alteró
las prácticas contables relativas a esos proyectos.
Con todo, es el gran contrato iraquí, el Programa
de Expansión de Logística Civil o Logcap (abreviatura en
inglés), el que ha sido la mayor fuente de críticas hacia
Halliburton desde el principio de la guerra. Los críticos políticos
del consorcio la acusan de beneficiarse con la guerra pese a que el contrato
le generó ingresos relativamente más bajos que sus lucrativas
actividades en la industria energética. La compañía
también efectúa reparaciones en la infraestructura petrolera
iraquí, trabajo que no se verá afectado por la decisión
del Pentágono de dividir el Logcap.
Los márgenes de utilidad del principal contrato
iraquí son en general de uno a 2%, en comparación con otros
hasta de 10% en empresas conjuntas para construir terminales de licuefacción
de gas natural. Halliburton también puede obtener bonos adicionales
por su desempeño en el trabajo en Irak, que fue uno de sus principales
incentivos para buscar el contrato.
''No me importaría si pierde todos los contratos
que tiene en Irak'', afirmó Gary Russel, analista de una firma de
Denver, Colorado. ''Prefiero que se enfoque por completo en los servicios
petroleros'', dijo.
El trabajo en Irak también le ha representado mermas
en otros aspectos. Por lo menos 45 de sus empleados o contratistas han
perecido allá desde que comenzó a operar el año pasado,
al principio de la guerra.
En meses recientes la presencia del consorcio en el país
árabe se ha expandido con rapidez. Ahora tiene allá 36 mil
empleados y contratistas, 8 mil más que hace seis meses.
FUENTE: EIU / INFO-E
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