México D.F. Martes 21 de septiembre de 2004
Denuncian vecinos que la zona ya es invivible
por la invasión de comercios
Se oponen a la construcción de tienda Gigante
colonos de la Toriello Guerra
BERTHA TERESA RAMIREZ
Bajo la consigna de "no pasarán" vecinos de la
colonia Toriello Guerra, de la delegación Tlalpan, aseguraron que
no permitirán "un ataque más del neoliberalismo salvaje"
que, mediante intereses corporativos, se ha ido apoderando de la mayor
parte de las calles de esa comunidad.
Durante un recorrido por la zona -la cual se ha convertido
en un punto invivible a causa de las decenas de comercios que ahí
se ubican- dijeron que se opondrán a la pretensión del empresario
Angel Lozada, dueño de las tiendas de autoservicio Gigante, de construir
otra sucursal en una manzana completa con extensión de 12 mil metros
cuadrados.
Como
quien se prepara para la guerra, durante el recorrido los vecinos dijeron
que van a "desenmascarar la doble moral de este tipo de tiendas", pues
contrariamente a lo que aseguran, no crean suficientes empleos "ni en número
ni en salario y los supuestos bajos precios que ofrecen en realidad son
un espejismo".
Los vecinos mostraron los estudios sobre el impacto urbano
que los negocios han provocado ahí, el cual se traduce en la circulación
de unos 10 mil vehículos diariamente durante las horas pico,
debido a la ubicación de 45 escuelas particulares patito
en las 60 manzanas que forman la colonia, así como por diversos
hospitales privados, entre ellos el corporativo Médica Sur, además
de que a media cuadra de donde se pretende construir el nuevo Gigante hay
un Superama.
Además dijeron que "tienen indicios de que los
contribuyentes pudieron haber pagado el terreno, ya que originalmente el
predio pertenecía al empresario Javier Autrey Maza y el dueño
de Gigante compró el terreno en subasta bancaria porque tenía
más de 10 hipotecas; o sea que los mexicanos en general pudieron
haber absorbido parte de esa deuda y ahora Angel Lozada es el beneficiario",
dijeron.
La señora Patricia Vidales indicó que Gigante
se defiende al señalar que daría empleos, pero los vecinos
"creemos que sufriríamos un impacto brutal a cambio de que se generen
empleos escasos en número y salario, pues en realidad estas tiendas
fomentan el círculo de la pobreza por otorgar salarios tan bajos
que no son suficientes para las familias".
Señaló que incluso en Estados Unidos, "cuna
del capitalismo más salvaje", las comunidades rechazan este formato
comercial, en virtud de que se han dado cuenta de que los bajos precios
que dicen cobrar por sus productos "son un espejismo", pues debido a los
salarios de pobreza que ofrecen a los trabajadores, tienen que recurrir
a tarjetas de asistencia para alimentos y salud, "es decir, que el contribuyente
subsidia a estas corporaciones para que se presten servicios de seguridad
social a sus empleados".
Agregó que Gigante ha construido ocho supermercados
en Los Angeles, California, y va por cuatro más pagando esos salarios,
mientras que en México "paga la miserable cantidad de 45 pesos por
un día de trabajo de ocho horas".
Añadió que estas cadenas comerciales impactan
no sólo a los vecinos, sino a todos los pequeños y medianos
comercios de una comunidad, sin importar que éstos sostienen familias,
pues debido a los descuentos que ofrecen por las compras masivas que realizan
es muy difícil competir con ellos. "Así, la cadenita de bajos
costos a partir de bajos salarios vuelve a impactar los impuestos de una
comunidad por la pobreza que generan", añadió.
Cristina Rodríguez, Rosario de Mucha y Martha Acevedo
señalaron que Gigante pretende evadir los dictámenes urbanos
ambientales y de vialidad, amparándose en la revolución administrativa
puesta en marcha por la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda,
la cual establece que construcciones menores de 5 mil metros no requieren
de estos estudios. "Esta aberración protegería a Gigante
si sólo declara 4 mil 500 metros para obtener licencia de construcción,
y en el futuro podría seguir creciendo, ya que el predio tiene un
tamaño importante".
Mayita, otra vecina, agregó que en la colonia sólo
existe una escuela pública, la Río Pánuco, pero 45
más, casi una por manzana, son particulares, entre ellas kínderes
patito que funcionan en casas particulares de forma clandestina.
Reconocieron que la colonia Toriello Guerra se ha convertido
en un polo de desarrollo comercial, pero desafortunadamente cada día
van apareciendo también pequeños comercios que no pagan impuestos
y que nos causan una serie de problemas, aparte de los que ya tienen, como
el de la inseguridad y la amenza de que se utilicen calles como base de
microbuses pirata, dijo el señor Adrián Herrera.
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