Afirma que le exigen $500 mil para dejarlo trabajar y $60 mil para no molestarlo

Empresario acusa de extorsión a servidores de Tláhuac

RAUL LLANOS SAMANIEGO

Cansado de las amenazas e intentos de extorsión, el empresario Enrique Medrano Meza denunció que autoridades de la delegación Tláhuac le exigen 500 mil pesos para dejarlo trabajar, y otros 60 mil pesos mensuales "para no estarlo molestando", por lo que presentará una denuncia ante la Contraloría General para que se investiguen esos hechos.

Medrano Meza es dueño de la estación de venta de gas LP para unidades de transporte público La Habana, que desde hace ocho años opera en el número 226 de la avenida Tláhuac-Chalco, y al igual que las otras estaciones ubicadas en esa demarcación, no cuentan con toda la documentación en regla, situación que se ha prestado para exigirle dinero.

Expresó que a partir de que entró a la Dirección General Jurídica y de Gobierno de esa demarcación Mario de la Peña, en 2002, empezó la presión en su contra, "y para ello se valió de supuestos vecinos que se inconformaban con su negocio, pero realmente era gente de la misma delegación".

Derivado de eso, comentó que se realizaron "n procedimientos de verificación", en los que le revisaron todos sus documentos, de los cuales dice tener 95 por ciento en regla.

Añadió que en 2002, el entonces delegado Francisco Martínez Rojo le dijo que estaba irregular su estación de carburante, pero que "podían ayudarme, por lo que me pedían 5 millones de pesos". Dijo que lo único que pudo aportar fueron algunas computadoras y con ello lo dejaron de molestar un tiempo.

El empresario indicó que ante las supuestos quejas vecinales se dieron a la tarea de visitar a la gente que se había inconformado, pero detectaron que algunos de ellos no vivían en el domicilio que presentaron formalmente a las autoridades.

Enrique Medrano comentó que con la llegada de Fátima Mena continuaron las presiones, las cuales se hicieron manifiestas con Julio César Sánchez de Alba, director de Licencias y Uso de Suelo.

Y precisó: "hace como dos meses me mandó llamar a su oficina y me dijo que le debía dinero a Francisco Martínez Rojo -ex delegado-. Yo le pregunté que cuál dinero. Entonces le marca a Martínez Rojo y me lo pasa por teléfono, y me dice que mi papá y yo le debemos dinero porque nos había ayudado. Yo le dije que cuándo, y me dice que si no le pagaba que iba a gestionar para que me clausuraran. Luego me dijo: "si no pagas, atente a las consecuencias."

-ƑCuánto dijo que le debían?

-500 mil pesos. Incluso, Julio César Sánchez me dijo que si no tenía todo el dinero se lo diera en parcialidades.

Después de esto, añadió el afectado, fue a ver a Misael Morales, director Jurídico y de Gobierno, a quien, al igual que el anterior funcionario, grabó la conversación para corroborar su dicho. En ese encuentro, afirmó, el funcionario le dijo que hablaría de eso con Fátima Mena, aunque le hizo una recomendación: "pídele tiempo a Julio César para que le puedas dar el dinero".

El empresario sufrió, en años anteriores, el secuestro de una de sus hermanas y al relacionar lo que hoy vive afirmó: "son las mismas presiones que con los secuestradores, que te piden el dinero por teléfono y tú les pides tiempo para poder cumplir".