ASTILLERO

Julio Hernández López

Entre Dalais te veas

Suprema Justicia a la Carta
AMLO y su propio innombrable
Marcelo, Alexander, Marta

EL DALAI LAMO (léase esta última palabra como "AMLO") será recibido en la capilla de Los Pinos el próximo miércoles. No habrá temas tabú y se espera que tampoco prácticas vudú. De hecho, la presunta rencarnación tabasqueña de Benito Juárez será atendida más en su condición de máximo líder religioso de la Iglesia contra el Desafuero que como terrenal jefe de Gobierno. El visitante tratará de convertir a su doctrina al rejego anfitrión que para evitar tentaciones se ha hecho asesorar desde meses pasados por exorcistas jurídicos encabezados por el ministro visitador Mazuelo Ariana, quien ayer celebró un ritual colectivo en el templo de la Suprema Justicia a la Carta para informar de la buena nueva de que no se vulnera ni se viola nada cuando dos poderosos arcángeles, acompañados de blancas palomitas, se reúnen para ver cómo es posible cruzar el pantano para comer peje sin mancharse el plumaje.

Y YA DESATADA la campaña de autodefensa del antes mencionado ministro Del Mazo, o, más bien, Mazuelo, ayer hubo otras voces pías que estremecieron a la feligresía nacional: la también ministra protestante, Olga Sánchez Cordero, declamó en sesión solemne conjunta de la Suprema Carta y el Consejo de la Judicatura Federal que el Poder Judicial de la Federación "se caracteriza por su sabiduría atemporal, vigila sigiloso el curso de la historia; sopesa y pondera con un equilibrio inexorable; aparentemente lejano, está siempre presente y, con su absoluta independencia, dota de sustancia, solidez y equilibrio la dinámica de los otros poderes". šSopas! Chidísimo el tal Poder Judicial que, según medio entiende esta apantalladísima columna ignara, siendo tan notable excepción inmaculada en el océano de inmoralidades nacionales, "dota" de un chorro de cosas buenas a los demás poderes con no más hacerles una visita a domicilio para ponerse de acuerdo sobre un asunto jurisdiccional de alto interés para el cliente solicitante de los Servicios Móviles Azuela y asociados.

EJERCICIOS DE OPORTUNA purificación también practicaba ayer el citado Dalai AMLO. Interrogado que era por reporteros respecto a su relación con el Movimiento Nacional por la Esperanza que ha organizado la corriente política que antes encabezó René Bejarano directamente y ahora su esposa Dolores Padierna, el primer declarante del país (en orden cronológico, pues ningún otro madruga) se deslindó "completamente" de las manifestaciones solidarias en su favor que ha comenzado a organizar el citado movimiento. "Sí, rechazo ese tipo de apoyo", puntualizó Andrés Manuel respecto de su propio innombrable, el ex secretario particular y luego coordinador legislativo local que cayó en una trampa color rosa ahumado (ƑRosa? ƑRosa rio?) y ahora sufre en su exilio irremontable el dolor de haber sido exterminado mediante una bomba disfrazada de video pero, también, la distancia obligada que ha debido mantener López Obrador respecto de él (el confidente, el operador), hasta llegar a las palabras tajantes de ayer que podrían provocar despechos y desahogos del todavía diputado capitalino que, conforme se acerque la fecha de su desafuero sin gloria, ni movilizaciones ni zócalo lleno, habrá de preguntarse si debe seguir en silencio o presionar para que respeten la reconstitución de su corriente no tan maltrecha a pesar del daño directo recibido por su líder real, René, hoy no digno de mención expresa, apestado por un mal que afectó a muchos más que a él.

LOS AYUDANTES DEL gran iluminado tropical también desplegaban meditaciones propagandísticas. Marcelo Ebrard entonaba la canción del preso número 22 mil, gustoso de juntar cantidad (de aprehendidos, desde luego) aunque no de calidad: exhibición morbosa de un estadísticamente desafortunado que bien podría ser liberado pronto por decisión de un agente del Ministerio Público o más tarde por un juez, pero a quien las ansias mediáticas del aspirante al trono chilango convirtieron ya en personaje de triste celebridad (ayer mismo, para no ir tan lejos, Gloria Trevi salió en libertad, según los reportes cibernéticos de prensa, bajo declaración de inocencia y con cinco años tras de sí de exposición negativa en medios y de encarnizamiento sostenido cuando menos por una empresa nacional de televisión). Pero sigamos con los profetas del Señor: le ha tocado a Alexander Encinas inaugurar la etapa de lanzamiento internacional de su políticamente desaforado jefe. Ha sido enviado a Washington para hablar obviamente bien de lo que hace el gobierno capitalino y, šfaltaba más!, para difundir y explicar el PAN lopezobradorista, es decir, el Proyecto Alternativo de Nación que mediante 20 mandamientos dio a conocer en mitin reciente el Moisés de la Revolución Democrática.

Y YA PARA ir preparando por hoy su retiro espiritual, esta columna búdica (Ƒo módica? es decir, moderada, escasa, limitada, que tal significa el vocablo) ha de dejar constancia de que el PRD sigue dando pena ajena en el caso Tlaxcala, posponiendo su toma de decisiones supuestamente basadas en "principios" hasta ver cómo se acomodan las cosas en el Congreso de aquella entidad, donde no le aceptan su propuesta infantilmente maniobrera al esposo que hace días juraba que no dejaría la gubernatura (hasta una presunta encuesta popular inventó en aquellas fechas) y ahora está dispuesto a irse de viaje mientras la señora de la casa hace una fiesta electoral jacarandosa, echando el erario (lo que quede) por la ventana. šUf! Mientras tanto, la señora Marta observa, mide y, šdesde luegoš, sumerge cada vez más hondo el pie en la alberca que sabe está a temperatura adecuada para el chapuzón revanchista que quiere regalarse. Ayer estuvo en la inauguración de la Casa del Abuelo, en Mexicali, ciudad ésta donde un señor alto, de bigotito, decía y decía cosas en reuniones con gente que hacía como que le oía y le creía. Y en su agenda ya ha apuntado la señora Marta (muy repuesta, gracias a la vitamina P-rd) una cita privada con el Dalai Lama, pero el de a de veras, ese al que el gobierno chino veta con la anuencia del mexicano, pues al otro, al Dalai AMLO, ni en pintura.

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