Reclaman cambios en los libros de texto gratuitos y acceso a medios de comunicación

Animados por las palabras de Creel, obispos exigen revisar la historia nacional

Es tiempo de quitarnos las máscaras y hablar a las cosas por su nombre: Alonso Garza

JOSE ANTONIO ROMAN

Guadalajara, Jal., 11 de octubre. Las declaraciones del secretario de Gobernación, Santiago Creel, en las que reconoce expresamente el papel de la Iglesia en la "formación" del país, alentaron las aspiraciones y exigencias de la jerarquía católica. Los obispos pidieron que esas palabras se reflejen ahora en los hechos; esa realidad presente, les guste o no a muchos, debe tener eco en una revisión imparcial de la historia en los contenidos de los libros de texto, en un mayor acceso de la Iglesia a la educación y a los medios de comunicación electrónicos, y la promoción de una mayor libertad religiosa.

"Creo que es muy buen tiempo de quitarnos cualquier máscara y cualquier careta y hablarle (sic) a las cosas por su nombre", dijo el tesorero de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), Alonso Garza Treviño, quien felicitó a Creel por referirse de manera expresa a la "persecución religiosa" que vivió la Iglesia a finales de la década de los años 20 del siglo pasado. De igual forma, aplaudió a Creel porque sus palabras "abren una puerta" para "aterrizar" algunas demandas eclesiales que hasta ahora han quedado pendientes.

Al igual que él, el secretario general del Episcopado, Carlos Aguiar Retes; el presidente del Departamento Episcopal de las Relaciones con el Estado, Abelardo Alvarado, y el arzobispo Felipe Aguirre, miembro del Consejo Permanente de la CEM, se congratularon porque Creel haya aprovechado su encuentro con la jerarquía católica que asiste al 48 Congreso Eucarístico Internacional para expresar este "lenguaje nuevo", el cual no estamos acostumbrados a escuchar en México".

Aunque el discurso del responsable de la política interna provocó satisfacción entre los obispos mexicanos, también generó ciertas diferencias sobre la posibilidad real de que las demandas de la Iglesia se puedan concretar rápidamente. Así, mientras el arzobispo Aguirre Franco piensa en la posibilidad inmediata de revisar el decálogo planteado por el presidente Vicente Fox a las Iglesias al inicio de su administración, el obispo Alvarado considera que éste "no es el mejor momento" para esperar una nueva reforma en materia religiosa.

Entrevistados por separado en el primer día de trabajos del congreso, que se realiza en la Expo Guadalajara, el obispo Alvarado alabó la "claridad" con la que el secretario Creel no sólo reconoció "la realidad cultural e histórica de México", sino también planteó la necesidad de que se avance hacia una mayor libertad religiosa.

"Por consiguiente, pienso que expresa ya una voluntad política de que se realicen los cambios necesarios. Sin embargo en este momento no basta la voluntad política ni algún ofrecimiento de progresar en esta materia; primero, por las condiciones que vive el país, donde hay otros problemas mucho más urgentes que atender, y segundo, porque estas demandas forman parte de la reforma del Estado y porque tienen que pasar necesariamente por el Congreso, donde resulta complicado alcanzar acuerdos", dijo el también obispo auxiliar de la arquidiócesis de México.

Por su parte, Garza Treviño, obispo de Piedras Negras, se dijo satisfecho por el reconocimiento del papel que ha tenido la Iglesia católica en la construcción de este país y por las cosas que en las que se ha avanzado, pero consideró que todavía hacen falta otras. "Ojalá que esas palabras del secretario Creel tengan un seguimiento porque hemos estado pidiendo que se lleguen a aterrizar muchas peticiones que hemos hecho y que están pendientes."

Entre estos pendientes, la jerarquía católica señaló la "revisión imparcial" de la historia de México, los contenidos en los libros de texto gratuitos, la eliminación de las restricciones para acceder a los medios de comunicación electrónicos, y algunos temas fiscales y administrativos.

La revisión de la historia -insistió Garza Treviño- es necesaria para que las nuevas generaciones de mexicanos conozcan "la verdad" y dejen atrás el "conocimiento irreal y absurdo" de lo que, según la versión oficial, ha sido la presencia de la Iglesia católica en México, tanto en el presente como en el pasado.

Además señaló que quizá Creel usó el término de "persecución religiosa porque no pertenece" al partido que la realizó, pero aún en esas circunstancias, "creo que es bueno" que se haya referido a ella. "Creo que es muy buen tiempo de quitarnos cualquier máscara y careta y hablarle a las cosas por su nombre."

En tanto, el secretario general de la CEM y obispo de Texcoco, Carlos Aguiar Retes, dijo que estas declaraciones del gobierno federal "contribuyen al fortalecimiento de un clima de entendimiento".

Más optimista, el arzobispo Aguirre Franco señaló que el discurso del secretario Creel abre la puerta incluso a la revisión del decálogo que Fox presentó a las Iglesias en su campaña y al inicio de su gobierno.