.. |
México D.F. Martes 12 de octubre de 2004
Desafío al TLCAN; la UE y el Mercosur forcejean
para alcanzar consenso
Incluso si el bloque europeo ofreciera
mejor acceso agropecuario y se concluye el acuerdo, tal vez sería
necesario algún tiempo para desgravar por etapas ese comercio
Los europeos quieren que Brasil elimine algo más
que aranceles comerciales, y Argentina en menor grado, para hacerse más
atractivos a la inversión
Economist Intelligence
Unit /The
Economist
Al aproximarse con rapidez la fecha límite a finales
de octubre, la Unión Europea (UE) y países del Mercosur forcejean
por alcanzar consenso en torno a un tratado trasatlántico de libre
comercio. Las pláticas se han estancado en meses recientes, sobre
todo por disputas sobre el acceso a los mercados agropecuarios europeos
y a la apertura del Mercosur en productos industriales, compras gubernamentales
y mercados de servicios. Los países latinoamericanos presentaron
el 24 de septiembre una propuesta mejorada, con la cual esperan facilitar
la conclusión del acuerdo en el tiempo previsto.
Esta propuesta ofrece incrementar de 88 a 90% la gama
de productos que recibirían acceso libre de gravámenes a
los mercados de Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay, miembros de base
del organismo. También hace concesiones a los europeos al prometer
mejor acceso a adquisiciones y contratos de servicios con gobiernos, según
el Ministerio brasileño del Exterior. A cambio, los países
del Mercosur esperan que la Unión Europea mejore sus condiciones
sobre el comercio agropecuario.
No sorprende que la cuestión de este comercio sea
el punto más espinoso en las negociaciones. Es el mismo obstáculo
que ha frenado las discusiones en la ronda global de la Organización
Mundial de Comercio (OMC) y las pláticas del Area de Libre Comercio
de las Américas (ALCA). Se prevé que la UE presente su propia
propuesta mejorada al Mercosur en los próximos días.
Ansiosos por cooperar
El presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, durante
el discurso que pronunció como parte de su visita a la planta automotriz
de General Motors en Sao Caetano do Sul, al sur de Sao Paulo, en marzo
pasado FOTO AFP
|
La
UE y muchos de sus países miembros han mantenido una estrecha relación
de trabajo con el Mercosur desde poco después de la formación
de éste, en 1991. Las negociaciones hacia un ''acuerdo de asociación"
comenzaron después de la primera reunión cumbre UE-AL, en
1999. Aunque las pláticas han avanzado con lentitud, el interés
europeo en el Mercosur se ha incrementado por el reconocimiento de las
oportunidades creadas por la disminución del liderazgo estadunidense
en Sudamérica.
El interés del Mercosur es impulsado en parte por
un deseo de no depender tanto de la inversión directa estadunidense
o de Estados Unidos como mercado para sus productos. A los países
miembros, en particular Brasil, les gustaría contrarrestar el dominio
político de Washington sobre la región latinoamericana.
Pero las pláticas no siempre han sido fáciles.
Las que se realizaban en julio pasado en Bruselas se rompieron y quedaron
suspendidas por breve tiempo a causa de diferencias en el comercio agropecuario.
Los miembros del Mercosur han alegado desde hace tiempo que a cambio de
mayor acceso de las empresas europeas a sus sectores bancario, de telecomunicaciones
y de transporte público, así como a sus contratos de adquisiciones
gubernamentales, necesitarían mayor apertura de los mercados agropecuarios
europeos. En particular, el Mercosur busca mejor acceso de exportaciones
como carne de res, lácteos y azúcar, todos los cuales están
sumamente protegidos o subsidiados y son temas delicados en la política
europea. Durante las negociaciones en Bruselas, Brasil dijo que las propuestas
de la UE de desgravar por etapas artículos como carne de res, pollo
y etanol en un periodo de 10 años eran inaceptables. Por tanto,
el Mercosur se sostiene en la postura de buscar un mejor acuerdo.
Aun si la UE llega a ofrecer mejor acceso agropecuario
y se concluye el acuerdo, probablemente se requiera algún periodo
para desgravar por etapas ese comercio. De todas formas, ambas partes podrían
ver un incremento notable en el comercio de esos productos, así
como en la inversión en las áreas de servicios. La UE también
se beneficiaría de las oportunidades para invertir en la producción
de bienes manufacturados para reimportación hacia Europa, con el
potencial de desplazar a proveedores ubicados en algunos países
de mano de obra barata en Asia y Africa.
Si se llega a un acuerdo sin pleno acceso agropecuario,
el impacto más importante a corto plazo sería en un aumento
de la inversión europea en el Mercosur, sobre todo en Brasil y Argentina,
y de las exportaciones a la UE generadas por esas inversiones. Los europeos
se apresuran a resaltar, sin embargo, que Brasil necesita eliminar algo
más que aranceles comerciales, y Argentina en menor grado, para
hacerse más atractivos a la inversión. Esto se refiere sobre
todo a la excesiva tramitología y a las complejas estructuras impositivas
que enfrentan las empresas en Sudamérica.
"Gran oportunidad"
Los presidentes de Argentina, Néstor Kirchner,
y de Venezuela, Hugo Chávez, durante la cumbre 26 del Mercosur,
celebrada en el argentino Puerto Iguazú, en julio de este año
FOTO AFP
|
En
última instancia, el éxito de un acuerdo de asociación
Mercosur-UE dependerá de la capacidad de ambas partes, pero sobre
todo de la UE, de llegar a una transacción sobre comercio agropecuario.
Si puede lograrse, el pacto generará considerable entusiasmo entre
comerciantes y potenciales inversionistas.
En una encuesta entre ejecutivos empresariales realizada
por The Economist Intelligence Unit en mayo de 2004, los entrevistados
consideraron que un acuerdo Mercosur-UE crearía más oportunidades
de negocios que cualquier otro pacto comercial que se negocie actualmente
en las Américas, inclusive el ALCA. Más de 70% de los ejecutivos
dijeron que un pacto trasatlántico representaría una "gran
oportunidad", contra 52% que opinaron lo mismo del ALCA y apenas 12% del
degradado ALCA light.
El comercio entre el Mercosur y la UE totalizó
47 mil 200 millones de euros (57 mil 800 mdd) en 2000, y la UE tuvo un
déficit de 9 mil 900 millones de euros en productos agropecuarios.
Un tercio de las importaciones del Mercosur provinieron de la UE en 2000,
y ésta envió 39% de sus exportaciones al bloque de 25 países,
según la Comisión Europea. Ello convierte a la UE en el mayor
socio comercial del Mercosur, así como su mayor fuente de inversión
extranjera directa.
EU, a un lado
Si la UE y el Mercosur logran vencer sus diferencias y
firman un pacto comercial este año, estarán muy adelante
de las negociaciones paralelas que realizan 34 países del hemisferio
occidental para crear el ALCA. Esta iniciativa de Washington (cuya fecha
límite es enero de 2005) ha quedado estancada por desacuerdos respecto
de los subsidios agrícolas estadunidenses. Brasil y Argentina, en
particular, sostienen que en el ALCA debe liberalizarse el comercio agropecuario,
en tanto Estados Unidos alega que eso sólo puede negociarse en el
contexto de la OMC.
A causa de esta disputa, Brasil y Argentina han renfocado
su atención en las pláticas con la UE. Washington, a su vez,
ha favorecido las negociaciones en menor escala para sellar acuerdos bilaterales
de comercio, o multilaterales con grupos más pequeños. Este
año concluyó un Tratado de Libre Comercio con Centroamérica
y un pacto bilateral con República Dominicana. También mantiene
conversaciones con varios países andinos.
FUENTE: EIU / INFO-E
EN ASOCIACION CON INFOESTRATEGICA | |
|