México D.F. Martes 12 de octubre de 2004
ENTREVISTA/JOSE TRINIDAD PADILLA, PRESIDENTE
DEL CONSEJO NACIONAL DE LA ANUIES
Falta un verdadero sistema de educación superior
SE DEBEN AUMENTAR EN $8 MIL MILLONES LOS RECURSOS
DEL SECTOR
La Asociación Nacional de Universidades e Instituciones
de Educación Superior realiza un diagnóstico del panorama
que deberán enfrentar las instituciones que la integran, en caso
de aprobarse el Presupuesto de Egresos para 2005, el cual no es favorable
para la instrucción pública
JOSE GALAN ENVIADO
Guadalajara, Jal. La solicitud de la Asociación
Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior
(ANUIES) a los diputados federales para lograr un incremento de 8 mil millones
de pesos a la propuesta de presupuesto del Ejecutivo federal para el renglón
de la instrucción profesional, tiene posibilidades de concretarse
ante el aumento en los precios del petróleo, considera José
Trinidad Padilla, rector de la Universidad de Guadalajara (UdeG).
En entrevista, el también presidente del Consejo
Nacional de la ANUIES considera que ante la situación por la que
atraviesan las instituciones de formación profesional no se puede
hablar de que exista un verdadero sistema de educación superior,
y consideró que se debe replantear el papel de los fondos sectoriales
que otorga el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt)
a las secretarías de Estado.
-¿Cómo enfrentan los rectores agrupados
en la ANUIES la caída en el presupuesto para la educación
superior?
-Hemos hecho una propuesta formal a los diputados para
que reconsideren el proyecto de presupuesto del ejercicio fiscal para 2005,
enviado por el Presidente de la República a la Cámara de
Diputados, y que establece un monto restrictivo en lo que se refiere al
rubro de educación superior y el de investigación científica;
esto es, aproximadamente mil 427 millones de pesos recortados a las instituciones
de educación superior (IES).
"Además,
hay un monto de 811 millones de pesos que viene como déficit de
lo que se supone que debería ser aportado al Conacyt.
"A las universidades públicas estatales nos preocupa
de manera adicional este recorte, pues se come el incremento que deberíamos
obtener por los gastos de operación.
"Asimismo, para universidades públicas como las
de Nuevo León, Sinaloa y nosotros en Guadalajara, que tenemos educación
media superior, el asunto se agrava, porque no hay un apoyo claro, ni es
sistemático por supuesto."
-¿Hay posibilidades de obtener el aumento propuesto
por la ANUIES?
-No sabemos. No hemos tenido una respuesta oficial, ni
por parte de la Secretaría de Educación Pública (SEP)
ni de la Cámara de Diputados, pero la posibilidad tendría
que derivarse de los recursos adicionales que se obtengan por la diferencia
en el precio del petróleo. El incremento en el precio internacional
del petróleo seguramente dejará una derrama adicional al
erario.
-¿Habrá posibilidades de echar a andar el
modelo de asignación adicional diseñado por la ANUIES?
-El año pasado nos dejaron colgados de la brocha,
por eso hemos insistido, en general todos los universitarios, en avanzar
hacia una cultura de la distribución de los recursos que sea más
clara, más transparente. Y no se ha corrido, no se ha concretado
esa fórmula, porque el acuerdo es que tendrá que hacerse
sobre fondos adicionales, no sobre el recurso ordinario.
"Se construye actualmente el sistema de indicadores que
permitan garantizar que la aplicación de la fórmula va a
correrse con los datos y con los indicadores correctos, validados.
Esto es de la mayor importancia, porque si no son datos confiables, entonces
nunca una universidad sabrá si otra institución infló
sus cifras para poder tener mayor ventaja en la aplicación a la
hora de correr esa fórmula."
-Ni en 2004 y, por lo que parece, tampoco en 2005 habrá
una bolsa adicional.
-No hay una bolsa adicional, efectivamente, y en este
caso, para 2005 no sólo no hay bolsa adicional sino que la tendencia
es recortarnos lo que había.
-Ante esta situación, ¿hay o no un sistema
nacional de educación superior?
-No hay tal sistema, hay que reconocerlo. Y cuando se
habla de un sistema de educación superior, en realidad sólo
es una referencia al conjunto, al total de instituciones públicas
que coexisten en el país. Pero no hemos podido todavía avanzar
en aspectos cualitativos de la mayor importancia, como la coordinación
para una auténtica planeación de la educación superior
para la cobertura, la atención en distintos grados, distintos niveles,
con distintas particularidades.
-Las instituciones han cumplido con las reglas del juego.
¿Han sido correspondidas?
-No, evidentemente hay un desfase. Hay temas que hace
todavía poquísimos años eran tabú: el de la
rendición de cuentas, por ejemplo, que estaba vinculado esencialmente
a la rendición de informes exclusivamente financieros. Parte de
esa resistencia de las universidades para ser auditados provenía
también de un problema de tipo estructural, cultural, vigente en
el país, y que se refiere justamente a esa tradición de las
prácticas de las auditorías, no como un ejercicio de rendición
de cuentas o de una práctica sana de prevención y de generación
de una cultura con administración ordenada, etcétera. Se
usaban más bien como un garrote para honrar, para satisfacer venganzas
de fracciones o para la presión política.
-¿Cuál fue el motivo de la reunión
de rectores en la Universidad Nacional Autónoma de México
(UNAM) con Juan Ramón De la Fuente?
-Las universidades normalmente participamos en distintos
tipos de redes y de órganos. La Universidad de Guadalajara participa
permanentemente en la ANUIES, pero colaboramos en otras redes, por ejemplo,
la Red de Macrouniversidades, que en este momento preside el rector De
la Fuente, y que agrupa a las instituciones consideradas como las grandes
en América Latina, con más de 30 mil alumnos, que tienen
una problemática compleja, y con características que no todas
las instituciones de educación superior pública tienen. Por
ejemplo, hay instituciones de educación superior que, como la UNAM
o las universidades de Nuevo León, Puebla, Guadalajara o Sinaloa,
que son depositarias de un patrimonio histórico y cultural muy importante:
no solamente poseen edificios históricos, que constituyen parte
del patrimonio histórico de la nación, sino otro tipo de
proyectos y recursos que tienen que ver con el desarrollo sustentable.
"Muchas universidades tenemos bajo nuestra administración,
por ejemplo, zonas de protección del medio ambiente, áreas
de reserva protegida. En nuestro caso es el área de la reserva de
la biosfera de Manatlán. También la biblioteca pública.
En el caso de Jalisco, la biblioteca pública del estado está
bajo administración de la UdeG. En otras instituciones ocurre igual.
"Es muy sabido que aquí, en México, no existe
ninguna bolsa especial, ni siquiera a concurso, para fomentar o apoyar
proyectos de desarrollo cultural de las universidades públicas:
lo tenemos que buscar de los fondos ordinarios."
-Trascendió de esa reunión la necesidad
de replantear el destino de los fondos sectoriales de Conacyt. ¿Hay
la sospecha de malos manejos en los secretarios de Estado?
-Esa es la pregunta de los 64 mil pesos. Hay ahora un
proceso de transición en la visión que el propio Estado nos
está metiendo de organismos del tipo de Conacyt: primero lo resectorizaron,
lo quitaron de la SEP, presuntamente lo multisectorizaron, que fue como
descuartizarlo, y cada parte va a dar a una cabeza distinta de sector para
proyectos relacionados con investigación biomédica, ingeniería,
agronomía. En fin, no sé qué tanto este proceso sea
positivo o negativo. No hemos podido todavía ver resultados de esta
nueva adscripción, o de esta nueva reorganización, por eso
no me atrevería hacer una afirmación categórica.
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