México D.F. Martes 12 de octubre de 2004
El artista chicano pugna por recuperar la ciudadanía
que le robaron los gringos
La identidad tiene múltiples repertorios; nada
de modelo binario: Gómez-Peña
ANA MONICA RODRIGUEZ/ II Y ULTIMA ENVIADA
Guanajuato, Gto., 11 de octubre. La vida de Guillermo
Gómez-Peña estuvo marcada desde niño para ser defensor
del movimiento chicano y promotor acérrimo del arte experimental.
''Llegué a Estados Unidos en los años 70
siguiendo la huella de cinco generaciones de familiares que desde finales
del siglo XIX comenzaron a emigrar" y en esa época conoció
a los chicanos quienes lo politizaron sobre la situación de sus
compatriotas en el país del norte.
Los migrantes le explicaron que ''ser chicano en Estados
Unidos era un desafío político, al igual que hablar español
en público y serlo implicaba, además, un acto de voluntad
que se convierte en proyecto vida".
En mi caso, prosigue el artista, descubrí que tenía
varios proyectos: ''uno era ser aceptado en mis propios términos
-sin establecer compromisos-, trabajar para la comunidad chicana y el más
grande de todos los proyectos ha sido el de regresar a México, en
el sentido simbólico, espiritual y sicológico".
Ser de la nación flotante
Gómez-Peña,
líder de la tropa, como él llama a los integrantes, de La
Pocha Nostra, asegura que tras cruzar la frontera, el conflicto existencial
se agudiza al regresar ''y sentir que eres y al mismo tiempo ya no eres
mexicano", sentimiento que comparte con fronterizos, mexico-estadunidenses,
posestadunidenses y chicanos.
-I don't like that word subversive, dice y asegura que
prefiere usar ''estética transgresora, ácida, contemporánea,
robobarroca o etnochicana" para definir la postura de La Pocha Nostra.
Con el característico uso del español mezclado
con el inglés, el artista dice que el movimiento chicano ha tenido
sedes en Los Angeles, Tijuana, Nueva York y de manera reciente en San Francisco,
California, donde reside.
La Pocha ''es una estructura de círculos concéntricos
con un grupo central formado por seis o siete colaboradores cercanos que
son performanceros, cineastas, académicos o activistas", explica
Gómez-Peña.
''He escogido las artes experimentales para expresar mi
cosmología, la visión del mundo y recuperar mi ciudadanía
perdida, la que me fue robada por los gringos."
-¿Perdiste ya toda identidad mexicana?
-La identidad, según me explicaron los chicanos,
es un proceso en continúa transformación, de metamorfosis.
La identidad tiene múltiples repertorios, pero no es un modelo binario.
''No eres un mexicano o chicano. Nuestra identidad transita
en el espacio intermedio, asumes tus contradicciones. En mi caso, asumo
múltiples identidades debido al desarrollo artístico de mi
trabajo; el chicano no quiere ser ni de aquí ni de allá y
prefiere una tercera posición que es la de la nación flotante,
con la cual no pertenece a ninguno de los estados-naciones''.
Los chicanos, afirma, podrían ser corresponsales
culturales de México. Una vanguardia artística con intelectuales,
activistas, profesionales y científicos.
Con penacho rojo, tul negro y zapatillas, Gómez-Peña
encarna diversas connotaciones: sexuales, culturales y artísticas.
Las integrantes de la tropa, quienes lo acompañan
para el performance que realizarán este martes y miércoles
como parte del Festival Internacional Cervantino, también se transforman
para las gráficas de La Jornada: la actriz Emiko R. Lewis
en una geisha sicópata y asesina -peluca verde, cara blanca, pestañas
verdes y corsé negro, además del aditamento especial, en
color rojo simulando sangre en todo el cuerpo.
La ex bailarina de ballet clásico, Michelle Cevallos,
quien adopta una imagen amazónica combinada con el sadomasoquismo,
y Violeta Luna, quien encarna a una Frida posmoderna, sexual y agresiva.
Gómez Peña sugiere títulos para las
fotografías: Las Angeles de Charly y Manson e Identidades distorsionadas
por los medios de comunicación.
Habla la colombiana Michelle Ceballos sobre su liberación
artística, luego de padecer discriminación racial en la danza:
''perdí las expectativas de ser una bailarina principal por el estereotipo
latinoamericano. Fui rechazada porque tenía el busto grande y no
la figura delicada de las bailarinas clásicas. Tenía que
apretarme el pecho y sólo podía bailar en los papeles que
usaba tute, porque me escondía todo.
''Al luchar por los papeles importantes me decían
tú eres la prostituta o el cisne negro."
También Emiko, agrega, ha sufrido la censura en
teatro, como directora y creadora. ''Quienes trabajamos para La Pocha Nostra
hemos encontrado nuestra vida y es el lugar en el que nos sentimos realizadas
como artistas".
La instalación/performance de la tropa performancera
fue presentada este día ante los medios de comunicación en
esta ciudad del bajío mexicano.
El jueves a las 19 horas, Gómez-peña participará
en la presentación de la edición especial de la revista Generación,
en homenaje póstumo a Melquíades Herrera, con Carlos Martínez
Rentería, Martín González y Carlos Blas Galindo en
el bar La Dama de las Camelias.
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