BERRENDO

ESTA ES LA UNICA ESPECIE de antílope que existe en el país. Le son característicos sus cuernos de dos puntas sobre una base ancha y las manchas blancas de su piel destacan sobre el café claro o canela de su cuerpo. En la madurez mide cerca de un metro cuarenta centímetros (cabeza y cuerpo); los machos pesan unos 60 kilos y las hembras 45. Los dos sexos tienen cuernos; los de las hembras son pequeños y apenas sobresalen de las orejas que están un poco curvadas hacia dentro.

LOS BERRENDOS viven en grupos en los que puede haber varios machos, hembras maduros y animales jóvenes. Además de resistentes, son muy rápidos; en distancias cortas pueden alcanzar hasta 90 kilómetros por hora y mantener esta velocidad por unos minutos. En distancias largas cuando son perseguidos, pueden llevar un paso de 60 kilómetros por hora. Aunque la costumbre de estos rumiantes es comer apaciblemente y desplazarse poco cada día. Tienen buena vista y son notorios sus grandes ojos en una cabeza de unos 28 centímetros en los adultos. Las hembras dan a luz en otoño; la gestación requiere de un periodo de siete meses y medio, por lo general tienen dos crías que con frecuencia son gemelos.

DIFICIL SOBREVIVENCIA

LOS CERVATILLOS tienen pelo gris y durante el primer mes de vida se quedan a la sombra de algún arbusto cerca de donde nacieron. La madre los otea y los amamanta sin que ellos se desplacen; después de 30 o 40 días están listos para seguir a la madre

SU AREA de distribución original era amplia, pues abarcaba el norte de estado de Hidalgo, en el centro del país, las sierras y llanuras del norte, el pie de monte de la Sierra Madre Oriental, la llanura sonorense, y la península de Baja California, casi completa. La vegetación y la escasa precipitación pluvial hacen que las condiciones para la vida animal sean difíciles; el berrendo es el animal silvestre más grande que existe en esta región.

EN LA ACTUALIDAD el especimen se localiza en áreas aisladas entre sí, factor que dificulta su sobrevivencia. Las dos áreas más grandes en donde existe actualmente se ubican, una entre los estados de Coahuila y Chihuahua, y la otra en el norte de Sonora.

EN UNA CACERIA organizada en honor del virrey Antonio de Mendoza, se mataron 600 animales entre venados y berrendos. El mayor descenso de la población se inició en 1800, año que coincide con la disminución de los grupos étnicos originarios y la introducción de la ganadería extensiva, sobre todo borregos y chivos que aprovechan las mismas hierbas, y la cacería indiscriminada. La población de berrendos en 1922 fue protegida por decreto del presidente Alvaro Obregón. El número de berrendos sigue disminuyendo hasta hoy, principalmente por la ignorancia de los "cazadores deportivos" nacionales y extranjeros, que se sienten superiores sacrificando animales desde vehículos terrestres y avionetas.

También existen ranchos en los que se han refugiado algunos grupos y son protegidos. La pérdida de las áreas naturales trae consigo la pérdida de la fauna original; en otras palabras, se pierde doblemente, pues sin habitat no hay fauna.